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La chica de las hachas, capítulo 18

Publicado por rocio_dreamcatcher el 27/12/2013 · Categorías: Curiosidades, Pensamientos, Creación, Libros, mi novela, LJDH, mi mundo, idolos, OMG!, me llamo clove, La chica de las hachas, sarcasmo everywhere, valentía, impactante, Escribir

Capítulo 18. Descubro que a Josh le gusta Harry Potter y él se pone a despotricar contra el Capitolio.

Me siento en el suelo. No tengo ganas de hacer nada. Samantha podría haber ganado, seguro que tenía una vida que seguir. Y ya es imposible. Un aerodeslizador se aproxima, y me obligo a apartarme. Josh me da unas palmaditas en el hombro y... me tengo que controlar para no pegarle una torta. Hago una mueca de dolor, y de repente me acuerdo: Fellow me hizo una herida con su lanza.

- ¡Oh! Lo siento mucho. No sabía que te habían hecho una herida- se disculpa.

- No importa. No es nada. Pronto se curará- digo, quitándole importancia.

Pero él rompe un trozo de abrigo y, tras ponerme un poco de nieve encima, me venda la herida.

- Gracias… ¡Ay! Muchas gracias.

- ¿Ha sido Fellow, no?

- Sí… pero no creas que no me lo esperaba. He aprendido a no confiar en él. Es un interesado, y no merece la pena.

- Me recuerda a… El personaje de un libro. ¿Te gusta leer, Johanna?

- Me encanta leer.- Digo sin pensármelo dos veces. Leer es… una de las pocas cosas que me hicieron crecer y convertirme en quien quiero ser.

- Uno de mis libros favoritos es Harry Potter. Me hizo tener una buena infancia. Fue horrible no recibir la carta de Howgarts a los once años, pero igualmente me encantó. ¿Sería así la sociedad cuando se escribió?

- ¿Tú crees que hubiéramos acabado aquí de ser así? No lo creo, Josh, pero a mí también me gusta mucho- en ese momento advierto una cosa. No sabemos nada de nuestra vida anterior, de la sociedad que había antes que Panem. Pero tuvo que ser un sistema muy pobre y frágil para que ahora, personas tan jóvenes como nosotros, tengamos que pagar las consecuencias-. Solo te advierto una cosa. Si empiezas a hablar de libros conmigo no podrás parar nunca. Te abduciré y no cambiaremos de tema nunca jamás.

- No me importaría. Ojalá pudiéramos seguir hablando de libros por muchísimo tiempo. ¡Pero por culpa de estos estúpidos Juegos es imposible! Dicen amarnos, pero aplauden cuando nos matan. ¿Es qué clase de mundo vivimos? Si de verdad nos apreciaran, nadie vería Los Juegos Del Hambre. Y así dejarían de existir. Pero no, ¡ver como mueren niños que solo quieren volver a casa es muy divertido! ¡¿NO ES ASÍ?!

- Josh, tranquilízate…- digo, sabiendo que con esas palabras solo va a conseguir destrucción. Pero por una parte le entiendo, porque la muerte de Samantha le había afectado mucho. ¿Sería él un testigo de la muerte de su padre? Posiblemente.

- Solo quieren asustarnos, es por eso. Pero, ¿por qué insisten en que esto es una forma de mantenernos unidos? ¿Creen que somos tontos? Pues cuando haya una nueva revoluc…

- Josh-. Digo, muy seria-. Así solo conseguirás que nos maten a todos.

- Nos van a matar de todas formas, así qué, ¿por qué no echárselo en cara?

Al final acabo contándole mi teoría de por qué hubo esa avalancha. Pero la verdad es que no me responde como esperaba.

- Bueno, pues eso es que estaban enfadados. ¿Y sabes por qué? Porque les mostraste tu verdadero ser. Porque les demostraste que eres mejor que ellos, porque les engañaste.

- ¿Estás diciendo que estuvo bien lo que hice?

- Claro que sí. Y ahora vamos, vamos a vengar la muerte de nuestra querida Samantha. “Ave atque vale”.

En ese momento vimos un paracaídas cayendo del cielo. Llevaba una nota de Finnick Odair.

“Siento de veras la pérdida de Samantha. Era una guerrera, y estoy seguro de que lo sigue siendo. Pero ahora sois vosotros los que tenéis que sobrevivir. Lo estáis haciendo bien, confío en ambos. No confiéis ni en Fellow ni en Sally. Son peores de lo que parece. Andaos con cuidado y no hagáis muchas tonterías.

Os quiere, Finnick Odair”

También había un tridente (el anterior, con el que Josh había matado a Bill, estaba roto) y dos hachas. Hay unas galletas saladas, pero no ropa de abrigo. Nuestro saco está roto, seguramente por culpa de Sally, así que tendremos que pasar la noche a la intemperie.

Ese horrible día pasó, con la diapositiva de Bill y la de Samantha proyectada en el cielo. Otro más. No son días reales, por supuesto que no, porque los vigilantes pueden hacer lo que quieran en la arena. Aún así, sé que los vigilantes quieren que acaben los 71º Juegos del Hambre. Fellow y Sally van por su lado, Josh y yo por otro. No nos hace mucha ilusión juntarnos, de modo que es el capitolio quien tiene que matarnos. Y bien si va a hacerlo.

“Queridos tributos”- dice la voz de un vigilante- “Os anuncio que, a partir de ahora, la temperatura de vuestra querida arena no será superior en ningún caso a -15ºC. Felices Juegos del Hambre, y que la suerte esté siempre, siempre, de vuestra parte”.

PD; siento que en esta foto Josh esté moreno. Es tal y como me lo imaginaba. Vosotros imaginadlo así, pero con el pelo mas claro.