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La chica de las hachas, capítulo 20

Publicado por rocio_dreamcatcher el 30/12/2013 · Categorías: Creación, Libros, mi novela, LJDH, idolos, capítulo importante!, valentía, erudición, impactante, Escribir, R.I.P

Capítulo 20: Felices Juegos del Hambre.

Ira. Dolor. Furia. Odio. Aversión. Sentimientos que me controlan en estos momentos. Estoy sola. No voy a morir, me lo prohíbo. Voy a acabar con estos juegos de una vez por todas.

Abrazo al cuerpo sin vida de mi mejor amigo por última vez, y lo deposito en el suelo. Me pongo su abrigo, cojo las armas, y corro. Voy a matar a Fellow y a Sally.

Recorro unos doscientos metros, pero las piernas me tiemblan. Caigo de rodillas al suelo y empiezo a sollozar. No, no puedo hacerlo. Soy fuerte. No puedo llorar. Me miro las manos, aún cubiertas con guantes, están heladas. Tengo un hacha en cada mano y otras dos en la espalda, me ayudo de las dos primeras para incorporarme. Sigo corriendo mientras suelto maldiciones.

No sé si se me ha ido la olla. Lo único que pienso es en matar, y acabar con esto. Ya no siento el frío. Solo siento un odio profundo hacia todo. La sensación de correr es gratificante, necesito adrenalina. Tengo la sensación de que todo el Capitolio está analizando mis movimientos, pero no me importa. A lo mejor estoy mentalmente desorientada, como la chica del año pasado, pero no me importa. Venganza, eso es lo que quiero. Y no pararé hasta que lo consiga.

Finalmente les encuentro, están cazando, o eso creo. Lo que no saben es que ahora ellos son la presa. Me escondo detrás de unos matorrales, esperando el momento perfecto.

- Fellow, ¿cómo has aprendido a cazar tan bien?- inquiere Sally.

- Pues, la verdad es que no lo sé- ríe él-. ¿De quién crees que habrá sido el cañonazo?

¿Ha sonado un cañonazo? Vaya, no lo he oído.

- No lo sé. ¿De Josh, quizá?

- Si es así seguro que Johanna no dura mucho más.

Que se lo han creído. En ese momento veo una ardilla pasar a unos cinco metros de mí, y una idea ilumina mi mente. La mato con mi hacha, y salgo de mi escondite.

- Creo… creo que se os ha perdido esto.- Digo, con una sonrisa de suficiencia.

- ¡Johanna!- grita Fellow, al tiempo que me lanza un cuchillo. Me pasa a un metro de distancia.

No puedo evitar reírme, y a continuación le lanzo un hacha al pie. Le da de lleno, y aúlla de dolor. Me acerco a él y le susurro:

- Como no te estés quieto, te daré en otro sitio donde ni siquiera gritarás.

Me dirijo hacia Sally, en sus ojos veo puro odio. El sentimiento es mutuo.

- Cuando Ashley murió, Bill se enfadó. Al principio creí que tú también lamentabas algo su muerte, aunque sea un ápice. Ahora me río de mi propia ingenuidad. Creía que apreciabas algo a Bill, ya que él te protegía. Pero cuando murió, tú huiste. Cobarde. Y te aseguro- alzo la voz-, os aseguro, que si Fellow muriera, tú mostrarías una completa indiferencia. Solo te importa tu supervivencia, y utilizas a los demás como si fueran marionetas. Eres una interesada, y una falsa, y una persona horrible. Pero eres lo suficientemente inteligente para que la gente te crea. O eso, o que eres una estupenda mentirosa.

- No eres mi madre, no intentes corregirme.

- Solo quería que te dieses cuenta de la clase de monstruo que eres antes de morir.

Pune los ojos en blanco. Cojo un hacha de mi espalda y se la lanzo. Le doy en el cuello, y cae. Me dirige una última mirada de odio, y cierra los ojos. Su cañonazo suena a los pocos segundos.

- ¿Ahora vas a hacerme lo mismo a mí? Te sentirás orgullosa.- Dice Fellow, haciéndome apartar la mirada de ella.

- No. a ti pensaba matarte sin más, pero si quieres que hablemos un ratito…- digo con voz de burla.

- ¿Cómo murió Josh?

- Congelado. ¿Por qué? ¿Te gustaría experimentarlo?- digo, haciendo todo lo posible para mantener la voz neutra.

- ¿Sabes? Él podría haber ganado. Que haya muerto de esa manera es como si le hubieras matado tú. Eres como Sally.

- No sabes nada, Fellow- cierro las manos en puños, intentado controlar mi voz-. Nada…

- Sé que me vas a matar. Pero antes quiero decirte algo. ¿Qué vas a hacer cuando ganes? ¿Vas a vivir tranquila con todos los asesinatos que has cometido, con toda la gente que ha muerto a tu costa? Te derrumbarás. Caerás. Y cuando caigas, te acordarás de mis palabras. No vales nada, Johanna Mason. Te crees una vencedora cuando, sin la ayuda de tus amigos muertos, no habrías sobrevivido ni al primer día. Han muerto ayudándote, pudiendo haber ganado ellos. Piénsalo.

Mis manos tiemblan, ansiando el tacto de un hacha y un cañonazo en el aire. Reúno todas mis fuerzas para musitar algo como “vete a la mierda”, y le lanzo un hacha al abdomen. Él se dobla por la mitad, y cae. Su cañonazo suena, y a continuación el himno del capitolio.

“Felicidades, Johanna Mason. ¡Eres la vencedora de los 71º Juegos del Hambre!”

Un aerodeslizador se acerca a mí, y me coge con unas enormes pinzas, construidas para transportar a los cadáveres. Supongo que luego irán a por Fellow. Extiendo los brazos y miro hacia abajo. Me voy alejando de la arena rápidamente, aunque sé que nunca me alejaré del todo. Una parte de mí siempre permanecerá allí.

Pocos segundos después de llegar arriba, pierdo el conocimiento.