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La chica de las hachas, capítulo 7

Publicado por rocio_dreamcatcher el 07/12/2013 · Categorías: Curiosidades, Creación, Libros, mi novela, LJDH, actuar, La chica de las hachas, capítulo importante!, sarcasmo everywhere, valentía, erudición, impactante

Capítulo 7. Distrito 4, ¿Aliados? ¿Amigos?

Dos y veinticinco. No ha sido difícil salir del compartimento, todos estaban ya dormidos. Bajo en ascensor poco a poco, hacia la cuarta planta. Las luces de emergencia están encendidas, es la única iluminación. No mentiré, estoy nerviosa. Los dos tributos han conseguido que me esté preguntando todo el rato qué querrán decirme, y que querrá decirme su mentor. Finnick Odair.

En el momento que dieron y media, llamo a la puerta. Me abre la chica, y me invitó a pasar. Todo es igual que en el piso 7, y supongo que igual a los demás.

- Mi nombre es Samantha Dallas. Mi compañero es Josh García.

- Johanna Mason. Y mi compañero está durmiendo, así que no debe importar mucho- respondo.

- Estás en lo cierto- repone-. Vamos, tienes que venir con nosotros.

Josh está un poco más allá. Ambos son rubios con ojos verdes amarillentos. La chica tiene el pelo recogido en una trenza, y parece algo más mayor que el chico. Este, en cambio, lo tiene despeinado. Son el prototipo del distrito 4.

Llegamos al balcón, donde se encuentra Finnick. Es bastante más atractivo que en las fotos, y eso que es verdaderamente fotogénico. Solo viéndole dan ganas de tener un lápiz y papel, para poder dibujarle. Y entonces le oigo hablar, por primera vez, creo.

- Así que esa es la nueva técnica de Blanca- su voz es ronca y pausada, y me mira perspicazmente-, hacerse los débiles y luego… ¡Bum! Arrasar con todo- pausa un momento para sonreír- Dame tres razones por las que quieres ganar Los Juegos.

Antes de responder, me fijo en que Josh y Samantha se han ido.

- Bueno, no quiero morir- intento imitar su pose de orgullo, pero no me sale bien-. Además, si gano podré vivir mucho mejor que antes. Y quiero demostrar al capitolio que… que soy mejor que ellos- entonces él se ríe por lo bajo, como si se lo esperara todo- ¿Qué es lo que te parece tan gracioso?

- Esas son las razones por las que yo quería ganar.

- Y mírate ahora, eres…

- Soy una de las personas más desafortunadas de todo Panem- me corta-. De la arena no salen vencedores, solo supervivientes. Y el capitolio se encarga de que desees haber muerto en tus Juegos. ¿Crees que si ganas vas a olvidarte de todo? No, las pesadillas y los recuerdos te perseguirán, y además de tener que ser mentor año tras año, te harán cosas horribles. Y tú, que has conseguido engañar a todo Panem con tu supuesta fragilidad, no te librarás de ello. Con suerte no te tocará un destino tan horrible como el mío- su destino, ¿malo? Vamos, si es el hombre más querido de todo Panem.

- Claro, supongo que será horrible que miles de chicas estén locas por ti. Qué gran sufrimiento.

- No tienes ni idea de lo que he pasado- dice en un todo de voz que me hace sentir pequeña, muy pequeña-. Mira, yo quiero ayudarte. Pero si vas a seguir diciendo estupideces mejor te vas.

- Lo siento. Es que…- mis ojos se estaban humedeciendo. No, no puedo llorar. Pero es que soy una idiota, y una impertinente-. Todo esto… olvídalo, por favor.- su rostro se ablanda, ya no parece enfadado.

- No pasa nada. Querría decir que ya lo entenderás, pero es mucho mejor que nunca lo hagas. Yo también me he pasado. Bueno, pero a lo que vamos. Sabemos que no eres del distrito 7 realmente, pues uno de tus progenitores se mudó allí desde el 4. Y por eso te vamos a ayudar. Te aliarás con Josh y Samantha, te aseguro que te llevarás bien con ellos. Te ayudarán a ganar, lo prometo.

- Espera, Finnick. ¿Cómo sabes…?

- No pienses que no eres famosa en el capitolio. Y recuerda, las urnas de la cosecha son más falsas que el pelo de los estilistas- ahora sonríe del todo, y yo río, recordando a la “hermosa” afrodita-. Yo confío en ti. Sé que puedes hacerlo bien. Venga- me da una palmadita en el omóplato-, a dormir. Mañana te espera un largo día.

- Vale, buenas noches.

- Buenas noches.

Bien, nadie se ha despertado. Voy corriendo a mi habitación e intento dormirme. Pero esto me supera. Estoy pensando un buen rato en… ¿Pero a ti qué te importa en lo que pienso? El caso es que no duermo nada. Necesito un libro… y Finnick tiene razón. Hoy va a ser un largo día.

PD: traducid solo la primera parte: amo la amistad entre Finnick y Johanna. Lo demás no, pues es spoiler.