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La chica de las hachas, capítulo 9

Publicado por rocio_dreamcatcher el 09/12/2013 · Categorías: Curiosidades, Humor, Pensamientos, Creación, Libros, Sobre mí, Cultura, mi novela, LJDH, La chica de las hachas, capítulo importante!, sarcasmo everywhere, erudición, impactante

Capítulo 9. Las camisetas masculinas del capitolio pican. Att: Josh.

- ¿Ya hicisteis las preparaciones, no?- inquiere Afrodita, mientras revisa que el nuevo vestido me va a quedar bien.

Cómo iba a olvidar el horrible día que he pasado, aprendiendo a ser inocente y adorable. Donna se ha encargado de que mis modales sean algo mejores, pero soy un caso perdido. Por suerte, también soy buena actriz. Con Blanca estuve hablándola mayoría del tiempo. He sacado un 9 en las puntuaciones, cuando se suponía que debía sacar menos de 7. Josh y Samantha han sacado un 10 y un 8, respectivamente. Al parecer, Josh no mató a nadie con su tridente. A ella le parece mal que pase más tiempo con el 4 que con el 7, pero como, al fin al cabo, parece que todos saben lo de mi padre, ¿qué más da?

- Sí- asiento, mientras alzo los brazos para que me siga tomando medidas- y fue muy divertido- miento descaradamente.

- Me alegro, ¡ay, mi Johanna! Esta noche vas a estar fabulosa. Como sé- me mira inquisitivamente- que no te gusta demasiado el rosa, este vestido va a ser perfecto para ti. Sin mangas, hasta las rodillas, y te realzará los pechos. Porque, admitámoslo, es lo que te hará ganar patrocinadores masculinos… ¡Y de color dorado!

No es tan malo como el rosa. No es malo, en realidad. Después de hacerme un moño muy extravagante, pintarme los ojos hasta el punto de no reconocérmelos y obligarme a ponerme unas manoletinas muy incómodas, me mira con cara de satisfacción.

- Solo tres palabras. ¡Per-fec-ta!

- En realidad, es una palabra- corregí-. Aunque tenga tres sílabas.

-¿Qué más da? Vas a ganar. Date, prisa, no quiero que llegues tarde.

Salgo de mi habitación y llego a la entrada, donde hay unos cuantos tributos. Todos van muy arreglados. Algunos me saludan, otros ni me miran. A los pocos minutos Samantha y Josh aparecen. Ella con un vestido largo, aparentemente cubierto de escamas azules. Él va sin camiseta y con unos vaqueros.

- Nunca adivinaréis dónde está la camiseta. Solo os diré que era incómoda y picaba.

Iba a reírme cuando Fellow aparece detrás de mí. Lleva un traje blanco y aspecto serio.

- Vamos, Johanna. Hay que ponerse ordenados.

Maldigo por lo bajo, pero me pongo un poco más atrás, delante de él. Ordenaditos. Voy a preguntarle que qué mosca le ha picado cuando oigo la voz de Caesar.  Las entrevistas han empezado.

Paso totalmente de las entrevistas de los profesionales, solo sé que se llevan genial con Caesar. Que lo aparentan, perdón.

- ¿Crees que tienes posibilidades?- le pregunta Caesar a Samantha- Quiero decir, el año pasado ganó la chica del 4, y nunca se ha repetido consecutivamente…

- ¿Y por eso debo perder la esperanza? Nunca. Haré lo que sea para ganar.

- Así me gusta, un espíritu luchador y libre- repone Caesar- ¡Samantha La Guerrera!

Pasa a Josh, y como me esperaba, son todo risas.

- Entonces…- dice Caesar, sin poder parar de reír- ¿Doces que te picó una medusa y tú la atravesaste con el tridente? ¿Y que por eso eres tan bueno?

- Claro. Oye, y por cierto… las camisetas del capitolio pican. ¿No tenéis de algodón? Porque yo estoy pasando frío.

- Supongo que te acostumbras- ríe Caesar-. Bueno, espero que vuelvas y nos deleites una vez más. ¡Eres… eres increíble! ¿Cómo has conseguido ser así?

- Una buena terapia es ir al mar y quedarse mirando el horizonte- su mirada es de nostalgia-, te recomiendo hacerlo algún día.

- Lo haré. Por cierto, ¿Cuántos años dices que tienes?

- Quince. Bueno, pasado mañana cumplo dieciséis. No os olvidéis de enviarme chuces a la arena. Ni de cantarme el cumpleaños feliz con ese micrófono tan guay que tenéis.

Todo Panem ríe. Estoy segura.

Pasa un tiempo hasta que me toca a mí. Se me olvida lo que tengo que decir. Bueno, pues improviso. Aplausos, saludos. Me acerco a Caesar.

- Johanna Mason. La chica más adorable de estos Juegos.

- Oh, Caesar. No digas eso.

- Lo que tú quieras. Bueno, ese 9 en las pruebas fue muy impactante. Si se me permita… ¿Cómo lo conseguiste?

- ¿Eso no debía ser secreto? Bueno, descubrí que soy una artista flexible.

- La mismísima Artemisa. La diosa de la pintura, además de la caza. No me malinterpretes.

- Me halagas demasiado- me sorprende que sepa el nombre de una antiquísima diosa. Bueno, mi estilista se llama Afrodita. Tampoco me extraña tanto.

- Y… ¿Cuál es tu táctica para ganar?

- Bueno, soy bastante inteligente. Conozco todas las bayas de este mundo. Y también sé cuándo los terrenos son seguros o no. Pero… yo quiero ganar por una razón, y esa es la única por la que sigo aquí, en pie.

- Vas a tener que decirnos cuál es.

- Tengo tres hermanos. Uno tiene diecinueve, otro doce, y otra nueve. Centrémonos en los últimos.

- Entiendo. Eres muy noble, Johanna. Démosla un aplauso.

Acto seguido, todos lo hicieron. Me fui sonriendo. Había conseguido engañarles.

Llegamos al apartamento después de las demás entrevistas. Fellow ha debido hacerlo bien, porque Blanca nos felicita a ambos.

- Mañana es la arena. Sé que no vais a dormir, pero intentadlo al menos. Os quiero- me da la sensación de que me mira solamente a mí. Y que lo dormir también va dirigido a alguien en concreto.