Inmanuel Kant
Inmanuel Kant (1724-1804) lleva una vida sencilla y metódica, sin salir apenas de su ciudad natal, Könisberg. Tras estudiar a Libniz y Newton, descubre posteriormente el empirismo ingles, y sobretodo la obra de Hume, así como los escritos de Rousseau. Resultado detalles lecturas es su critica del racionalismo, y sobre todo, de la metafísica tradicional. En la etapa que sigue, le hayamos convertido en profesor de lógica y metafísica, y los libros que publica atestiguan que se encuentra en plena madurez creadora:
``Critica de la razón pura´´ (1781), ``Critica de la razón practica´´ (1788), `` Critica del juicio´´ (1790).
En la base del método Katniano esta la critica, que le impele a investigar la posibilidad y validez del conocimiento así como su estructura. Para ello ha de superar las limitaciones del racionalismo, con su teoría de las ideas innatas y su predominio de la razón, y del empirismo, que al poner el énfasis en la experiencia sensible y negar la subjetividad conduce necesariamente al escepticismo y la negación del conocimiento.
Por tanto Kant se encuentra con que nadie, en su tiempo, esta en condiciones de dar cuenta de un saber que sea a la vez científico y empírico, y esa incapacidad deriva justamente del hecho de admitir el radical divorcio entre la razón y experiencia. Una vez, pues, efectuada esta critica, el pensador de Könisberg se propone la superación de ese divorcio, para lo que debe revisar radicalmente el concepto de experiencia y un fundamentalismo sobre nuevas bases.

Para Kant la experiencia no es un simple dato, extraño a la razón y situado ante ella, sino que el resultado de una síntesis en la que intervienen la materia informa que se a la sensibilidad, y toda la serie de formas ordenadoras de la razón. Estos dos términos (materia y forma) solo pueden separarse mediante abstracción, pues en el terreno de los derechos están indisolublemente unidas por el nexo que representa el mundo de los fenómenos, objeto de la conciencia del sujeto. Este último establece con aquellas relaciones intuitivas (espacio, tiempo) e intelectuales (categorías), de las cuales el mundo empírico extrae su propio orden: conocer equivale a reencontrar en la realidad exterior las relaciones y leyes que la propia razón ha estructurado previamente, en el momento de elaborar, por reflexión, el conocimiento.
Frente al empirismo, pues, Kant postula un conocimiento necesario y universalmente valido.
Es cierto que ese conocimiento se remite a la experiencia, pero esta viene sustanciada por la razón. Las leyes naturales que establece la ciencia implicar relaciones racionales (formas puras a priori), con arreglo a las cuales se estructura la realidad empírica. Ahora bien, tampoco cabe hablar de ideas innatas en el sentido que postula el racionalismo, sino de categorías del intelecto, que solo existen como constitutivas de la realidad empírica, pero que no pueden separarse de esta. En consecuencia, no es posible considerar científicamente, la metafísica, cuyos conceptos propios (alma, absoluto, Dios) no entrar en el ámbito de la experiencia y, por tanto, no pueden ser objeto de conocimiento.
Esta superación de la oposición entre la razón y experiencia constituye una autentica revolución copernicana, un punto de inflexión decisivo ene l desarrollo de la filología, al afirmar que la experiencia no consiste en que el mundo de los objetos, independientemente de la razón, se refleja en esta, sino que es justamente la razón la que estructura desde un buen principio el mundo de las realidades objetivas, y que al producirse el reflejo aludido ni hace mas que redescubrir aquellas.
Se ponen así las bases del conocimiento científico natural y, al mismo tiempo, se desposee de carácter científico al conocimiento sobrenatural.
Si en la ``Critica de la razón pura´´ se niega que la racionalidad pueda tender legítimamente hacia lo absoluto en el plano del conocimiento, en la `` Critica de la razón practica´´ afirma Kant que lo anterior en el ámbito de lo morar. Este ultimo, igual que la realidad objetiva, se ordena en virtud de una ley formal, la del deber, que se expresa en forma de imperativo categórico, incondicionado, no vinculado a la realización de una finalidad especifica y posible solamente en el marco de una absoluta libertad ética por parte del sujeto.
El orden moral debe articularse sobre una serie de ideas metafísicas (libertad, inmortalidad, dios) sobre las que no puede pronunciarse la razón en el terreno del conocimiento.
La legitimidad de tales ideas metafísicas (postulados de la razón practica) deriva de un distinto enfoque de la realidad, que sin confundirse con el ámbito gnoseológico, tampoco entra en contradicción con el.
En la `` Critica del juicio´´, estudia Kant que relación establece el sujeto con la realidad que le rodea no en el ámbito de la teoría ni que la practica, sino en el del sentimiento. Aqui el mundo s manifiesta como una totalidad con un sentido y una finalidad. Sus objetivos no revelan al juicio estético la estructura física, sino la belleza.
Esta dirección de la doctrina Kantiana completa la investigación encaminada a una interpretación de la realidad.



Comentarios
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.