Cibercorresponsales

Juventudes Libertarias; en relación con la Guerra Civil española.

Publicado por skklare el 12/07/2014

La ocultación de los hechos es una práctica habitual por parte de cualquier manifestación de totalitarismo, máxime cuando ahora pinta mal sostener posiciones en apoyo al golpismo militaar o las erupciones reaccionarias. Lo más triste del hecho es que la memoria histórica reciente en España, sigue chocando con un velo de silencio oficial, adornado de dificultades, obstáculos y deseos de pasar página como si nada hubiera ocurrido. No sólo es imprescindible la catarsis, sino también no dejar impunes a los responsables y señalar su criminal actuación. Los Pactos de la Moncloa durante la transición trataton de silenciar con una actitud cómplice la gravedad y envergadura de la represión realizada por el régime franquista a un amplio espectro de la sociedad española, la misma socialdemocracia y el servil tardoestalinismo comunista contribuyeron al maquillado y olvido de una represión, que siguió incluso dándose hasta años después, y que se sigue dando, por los mismos carceleros, torturadores, jueces, legisladores y demás cooperadores habituales necesarios del franquismo. No hay otro camino ni otros socios en este proceso que aquellos que no transijan con echar tierra sobre la memoria de todos los compañeros sacrificados. Es más que una obligación moral y social, es una cuestión de ética y principios. La magnitud de lo ocurrido en un momento en el que la generación de lxs que lo vivieron se agota, debe ser explicada y difundida por lxs que les seguimos en el tiempo; bajo ningún punto de vista podemos plegarnos al olvido. Es ahora por tanto cuando corresponde llevar a cabo los máximos esfuerzos para romper esa cobarde opacidad que se quiere imponer, concienciando a toda la sociedad de que lo ocurrido no puede quedar impune. No se trata de practicar simple memorialismo, sino de congregar a las nuevas generaciones en la reivindicación de los hechos y en la reparación de la memoria de lxs compañerxs. No extraña que los desdendientes políticos de los que practicaron la represión del franquismo traten ahora de ocultar su actuación, y frenen cualquier proceso de puesta en evidencia de los crímenes que ejecutaron dentro del sistema totalitario de Franco. La misma izquierda tradicional española y los nacionalismos periféricos indirectamente han hecho lo mismo, tratando de lavarse las manos con una infame y humillante Ley de Memoria Histórica impuesta por los socialistas. Afortunadamente, lo cierto es que cada vez más se van sumando nuevos efectivos y esfuerzos a la labor de memoria histórica, aunque no basta con la actuación voluntarista, ahora más que nunca es necesaria la implicación en un sentido profundo. Esta no es una labor exclusiva para expertos, es una labor de todos y para todos. El futuro está aquí y no admite dilaciones. Nos corresponde. Jóvenes, adultos y mayores unidos por una misma lucha, un mismo objetivo. Unión, acción, autogestión.