Confesión cap 1
(Os recomiendo escuchar la canción después de acabar de leer el capitulo, aunque también podeís escucharla mientras lo leís. Espero que os guste el primer capitulo)
Decidimos entre todos volver a reunirnos después de diez años, creo que las cosas no han cambiado tanto. Seguimos siendo los mismos adolescentes que antes, intentamos tener alma de niño. Reíamos y llorábamos juntos, discutíamos dejábamos de hablarnos, pero luego hacíamos como si nada hubiera pasado. Adorábamos las fotografías, aún tengo todas las fotos que nos hicimos en los cumpleaños, los tres a la vez en octubre. Me encantaban las tardes donde caminábamos por todo el pueblo sim lugar fijo o en el cumpleaños de Rebecca que nos fuimos a Santa Quiteria, inflamos globos, llevamos comida y refrescos, nos acompañaron nuestras amigas las abejas y entre Nereida y yo hicimos una broma a la pequeña del grupo. Me reía al imaginar sus expresiones, en ese tiempo era feliz, me importaban pocas cosas. Con dormir, comer, leer, escribir y ver series estaba feliz, lo complementaba con estúpidos mensajes de WhatsApp, que no tenían ningún sentido solo quería hablar y reírme un poco.
Siempre me dijeron que era la que más feliz estaba en el grupo, pero pocos conocían mi verdadera personalidad. Me enseñaron a ocultar la tristeza con sonrisas.
Creo que me estoy desviando del tema. Empecemos otra vez, bueno… íbamos por la parte de que habían pasado diez años desde nuestra última sección de fotos. Hoy día… no me acuerdo, hemos quedado otra vez todos para hablar, cotillear y recrear nuestras fotos viejas. Iremos a uno de los lugares que me gusta desde siempre. Bueno… no desde siempre pero si desde adolescente. No sé, ese lugar me trae muy tantos buenos recuerdos. Aunque la verdad, no sé cómo decirles que… bueno, no les voy a preocupar antes de tiempo.
Y ahora a prepararnos, aún voy en pijama y son las doce del mediodía, como siempre dejo las cosas para el último momento. Pero que harían si Andrea no fuera así, total sigo viviendo en el mismo sitio. Nuestro sitio de encuentro es el mismo, delante de secretaria, de nuestro antiguo instituto. Las veces que dijimos que lo odiábamos, por despertarnos pronto, por los exámenes, los deberes… simplemente teníamos que quejarnos.
-Cariño, acuérdate de tomarte el medicamento, acuérdate de lo que dijo el médico…
- Ya lo sé, no seas pesada mamá…
-Soy pesada porque te quiero, cariño, pásatelo bien con tus amigos. Y si te encuentras mal… llámame.
-Con cada año que pasa te has vuelto más pesada.
-Ese es el trabajo de las madres.
-¡Hey! Que yo también estoy en casa.
-Adiós, papá. Ahora vengo, os quiero.
-Ten cuidado.
-Sí, papá. Mira que eres pesado y tú también mamá.
-Es nuestro trabajo- dijeron a unísono.
Quiero ver cómo han cambiado, será una gran sorpresa para mí. La verdad… quiero verlos desde hace mucho tiempo, pero no me atrevía a hacerlo por todo lo que me ha pasado, tengo miedo de su reacción cuando se enteren. La verdad, es que tengo ganas de quitarme este peso de encima, llevó muchos años ocultándolo. No es bueno pensar tanto en el que dirán.
La secretaria no ha cambiado mucho, sigue teniendo esa puerta de cristal y te sigues quemado si te pones al lado de la pared cuando hace mucho sol, han puesto dos bancos nuevos y uno de esos aparatos que saló a la venta hace poco, creo que son para cargar los coches eléctricos. No me hagáis mucho caso, la verdad es que no sé para qué sirven. Ya no hay tantos coches como antes y es más fácil cruzar la calle. El descampado que había delante del colegio se convirtió en un mini parque canino. Es bonito ver tantos perritos entrenado o jugando con sus dueños. El bar que había al lado del Instituto sigue igual, solo un poco descolorido y el parque se ha modernizado un poco. Aún no me entra en la cabeza como puede cambiar las cosas tan rápido.
Cuando llegue estaban Nereida y Rebecca hablando, aún siguen tenido contacto después de tanto tiempo. Quiero darles un susto, como en los viejos tiempos. Uno, dos, tres…
-“Papapapa papapa Gud Mornin”, bueno, no… “Gud mediodía”. Os he echado de menos.
No sé si fue el abrazo más largo del mundo o la bienvenida más torpe del siglo.
No sé si me estoy volviendo vieja muy rápido o ciega un tanto también, los demás también estaban, ah… nunca han sido tan calladitos.
-Nosotros también estamos… ¡Hey! Ay, ay, ay… no hemos cambiado tanto.
-“Aesquismi”… Una pregunta ¿Dónde vamos?
-Lo deberías saber tú, fuiste quien dijiste que viniéramos.
-Es verdad…-me he quedado en blanco, no me acordaba- Pues… no sé… vamos al “Mon Donal”
-“Mon Donal”… Andrea, no sé dice así…es Mc Donald.
-Ya lo sé… lo he hecho aposta…-he intentado hacer una cara picara.
-Enserio... ¿tenemos que ir a la otra punta del pueblo?
-Sí…-dijimos todas las chicas a la vez- Y a los chinos…
-Podías haberlo dicho antes, hubiéramos ido con el coche.
-“Us” aguantáis, vamos a hacer un poco de pierna, pronto tendremos el culo en el suelo.
Me acuerdo de cuando no sabíamos dónde ir, nos perdíamos por Vila-real y después corríamos como si tuviéramos cohetes en el culo porque nuestros padres nos habían puesto hora y se nos olvidaba. En esos momentos era “¡Piernas para que os quiero!” “¡Id más rápido!”. Llegábamos a casa con la lengua fuera. Descubrimos que cerca de las piscinas había una máquina expendedora japonesa, y yo me volví experta en abrir soda japonesa, pero la primera vez estuve como tres minutos para abrirla, tuvimos que buscar un video en Youtube,” ¿Cómo se abre la soda japonesa?”. Adivinad quien se volvió a duchar ese día, la verdad ese día fue inolvidable, faltaban tres días para acabar el año; y al siguiente día volvimos a comprar soda. “¡FELIZ AÑO NUEVO!”. El primer día del año siguiente me quede afónica. Me gustó cantar con Nereida, bueno… no sé si eso era cantar, parecía que estuvieran matando cabras, volvería a repetir esa experiencia con todos.
-Andrea, despierta… ¿en qué estás pensando? ¿Dónde vas? ¿Por ahí no es? ¡Tierra llamando a Andrea! Andrea aterriza…
-¿Dónde estamos?
-Tú sabrás, te estamos siguiendo a ti.
-Tengo una mala noticia que deciros…- todos han dado un paso hacia atrás- es muy mala…
-No nos asustes, Andrea…-dice Nere.
-Vale, os lo voy a decir ahora, bueno… no sé dónde estamos, nos hemos perdido- y me empecé a reír- Sorry… yo “us” I love you.
-¿Cómo hemos acabado en la Ermita? El Mc Donald está en la otra punta del pueblo.
-Ya sabéis que yo soy muy mala como guía, no me podría ganar la vida como guía de Vila-real… ¡Oh! Pues nos quedamos aquí ¿no? Los pies me van a petar. Vámonos al bar que está al lado del río.
-¿Ahora tenemos que bajar las escaleras? Para luego subirlas ¡que pereza!
-Sería muy difícil subir ¿no crees?
-Jaja, muy gracioso, Aarón.
La Ermita no ha cambiado mucho, han arreglado las escaleras y el caminito para llegar al río es más verde y bonito. La roca gigante en forma de tortuga se ha vuelto un lugar de salto de algunos jóvenes y el “Moli” sigue estando igual, un poco más viejo, pero aun así se puede visitar.
Llegamos al bar y nos pedimos unos bocadillos de tortilla, algunas cosas para picar y escogimos una de las mesas más grandes del local.
-¿Qué os ha dado la vida?- pregunto, sé que yo no voy a contestar, aún...- ¿Qué estáis haciendo? Os lanzado muchos limones.
-No entiendo la última frase, no hagas como antes, no empieces a hablar al modo Andrea.
-Ains… yo que pensaba que “cococo piir co, chi pu” era una buena frase y luego “cha, cha, cho” un buen momento para molestar.
-Ahora si que no sé lo que has dicho ¿Qué es “cococo piir co, chi pu” y “cha, cha, cho”?
-Ahh… mmm… sorprise.
-No vas a contestar ¿verdad?
-¡Bingo!
-Yo tengo dos hijas pequeñas, Alma y Raquel. Son unas bichos, no sé están quietas ¿y tú? ¿Qué fas?
-Sorpresa… ahh… no te lo voy a decir…
-¿Qué pasa? ¿Estas ocultando algo?
-Mmm… Nop… soy una cotilla, ya os contaré lo que estoy haciendo.
-¿Vas a publicar un libro?...-no voy contestar- Ahh… ¿vas a publicar un libro? Por eso nos has llamado, para contarnos eso… ¿verdad? Te pille.
-Había una vez que intentaron averiguar lo que había en mi cabeza y se volvieron locos, porque estaba todo en blanco, es tan difícil entender lo que pienso, que a veces no sé lo que estoy pensando…- no me entendido ni yo, me he puesto a reír- No voy contestar tan fácilmente. Porque yo soy “espacialmente espacial”
Creo que voy a ir contando las cosas poco a poco, dándoles algunas pistas, no sé cómo contarlo sin que se asusten, conociéndolos querían ir tras “eso”, es una historia muy vieja, demasiado turbia, ni yo sé cómo llegó a pasar, solo pasó y punto. Aún tengo miedo de dormir.
-¿OS acordáis de…? Bueno… olvidarlo.
-¿De qué? Andrea… ¿Qué nos estas ocultando? ¿Qué pasa? Me asustan tus palabras, somos primas, te conozco, ¿Qué quieres decir? Dilo…-dice enfadada Nereida.
-Ahora te has convertido en policía. No hace falta enfadarse ¿ya no sé pueden hacer bromas o qué?
-Es que estas muy rara, ya sé que eres rara, pero esto es mucho, ¿pasa algo?
-¿Qué ha de pasar? Solo me quiero divertir un poco, como cuando íbamos al Instituto, a la pregunta de si he publicado un libro o voy a publicar un libro, deje de perder el tiempo hace mucho. Nunca se me ha dado bien escribir, hace cinco años que no escribo nada, solo la lista de la compra…
-No empieces como antes, escribes mejor que ninguno de nosotros…-Rebecca a utilizado el ataque mirada asesina- me encanta como escribes.
-Lo dices porque me conoces, sabes que… bueno, me calló… ahora esa historia no importa…-digo intentando cambiar de tema- ¿Nos vamos a hacer las fotos? Se ara de noche y seguiremos discutiendo por tonterías.
-Andrea ¿Qué te pasa?... vamos dilo, nos estas asustando, no solías ser tan misteriosa.
-Veo la nada de color blanco, soy el misterio del grupo BFF ¿os acordáis de ese grupo?, estuvimos un día entero discutiendo por el nombre, eran tipo “Ooo”, “No cambies más el nombre”, “Xavi es tonto” y al final pusimos BFF. Qué tontería más tonta, me gustaba que fuéramos así.
-No cambie de tema, Andrea ¿Qué pasa?
-Un perro por tu casa…
-¡Vete a la merda!
Ya os he dicho que no os lo voy a contar tan pronto, no quiero amargaros el día, hoy quiero volver a tener 17 años. No sé cómo volver el tiempo atrás.
Si supierais lo que paso hace unos años iríais todos a por “eso” y no quiero, es una tontería. Hoy vamos a ser felices.
-Ya lo contaras cuando quieras, pero lo contaras, te conozco, no sueles guardar tantos recuerdos.
-¡Vamos a la ruta botánica! Allí saldrán fotos preciosas, podemos ir a Santa Quiteria después y también…- me interrumpe Nereida.
-¡Jugaremos a “Yo hice”! Como en Halloween, en ese juego debemos ser sinceros.
Hemos estado unos diez minutos callados como estatuas, todas las miradas iban para mí, es como si quisieran hablarme con la mirada “¿Qué pasa? ¿Qué pasa? Andrea ¿Qué estas ocultando?”
-Sé que soy un bombón de licor, pero si me seguís mirando me derretiré, soy preciosa, hermosa, irresistible…-digo de forma burlona. Por fin los he hecho reír, aunque… Ains, deja de molestarme- “Us” I love you.- Nere con la mirada me dice “confía en mí, yo te ayudaré” los demás están diciendo “No nos mientas, esa Andrea no eres tú”- Ya… estar quietos, parece que me esteís quitando la ropa, mi belleza sé que es irresistible, pero podéis hablarme también.
-Te puedo hacer una pregunta…- asiento con la cabeza- ¿Has dejado de escribir? O ¿Sigues escribiendo?
-Error en el sistema… recuperando datos… ¡PIII!
-¡ANDREA!- me grita Nere- No juegues…
-Jooo… yo que tenía ganas de jugar con vosotros… os habéis vuelto unos viejos quejicosos, ¿Qué queréis que os diga?... Sabéis como soy ¿no? Deberíais saber cómo soy… No os estoy ocultando nada. Os lo digo de verdad, queréis una prueba…
-La prueba es que nos digas lo que pasa…-está mal si miento un poco ¿no?- Han pasado muchos años, es la primera vez en diez puñeteros años que nos volvemos a ver…
-Vosotros cuando os habéis visto seguro que no os habréis contado ni la mitad de cosas, no me vengáis diciendo que os lo cuente todo a la primera. Qué queréis que os diga… Andrea no vive siempre en los mundos de yupi, dejad a Andrea disfrutar aunque sea solo un poco. Hace mucho que… da igual.
-¿Qué te ha pasado? Solo queremos saber eso, no eras así antes, no te perdías tan fácilmente en tus pensamientos, no te perdías por caminos que ya sabias ir… vale, tenías esas contestaciones que nos hacían pensar un poco para poder entenderte, pero en todo el tiempo que llevamos juntos no nos has mirado ni una sola vez a los ojos, a ninguno… nos mirabas las manos o mirabas al cielo, pero no mirabas a los ojos…
-¿Qué tiene eso de malo? Sabéis que me encanta ver las manos de las personas, no es tan raro, siempre lo he hecho.
-Antes nos mirabas a los ojos cuando hablabas, aunque solo fuera para hacernos una broma.
-Nereida, las personas cambian, yo he cambiado, tú has cambiado, todos hemos cambiado, no lo ves, no somos como antes.
-No seremos como antes, pero si somos las misma personas que antes…-dice Rebecca- Habremos cambiado, habremos madurado, pero seguimos siendo tus amigos. Eso es lo que debe contar ¿no?
-Somos unos amigos que no nos vemos desde hace años.
-Nuestros caminos se separaron, pero no se rompieron, cada uno hizo lo que pensaba que era mejor, Andrea… fuiste la primera que se fue. Ya no estamos en el Instituto. Esos años ya han pasado. Si reímos, lloramos, vivimos cosas buenas, cosas malas, momentos que repetiría muchas veces, yo también os he echado de menos, no solo tú, Andrea…-nunca he visto a Xavi así- Enserio… por favor dinos si estás bien, te ayudaremos, vosotros me ayudasteis a mí. Te lo debo…
-Yo te ayude porque no quería perder a otro amigo, ya perdí a uno, ya sabes esa historia. En ese momento no quería que me volviera a pasar.
-Entonces… ¿Por qué huyes de nosotros?...-oigo decir a Ana- Tanto hemos cambiado, ¿ya no nos conoces?
-No es eso, claro que os conozco…
-¿A que tienes miedo?...
-En estos momentos me habéis puesto entre la espada y la pared, no sé qué responder. Tengo miedo a muchas cosas. Pero la verdad es que no sé a qué le tengo miedo realmente. Vale, lo siento… no quería ser así, pero no sabía cómo debía ser.
-¡TE PODEMOS AYUDAR!...-es como si me estuviera gritando “no te vayas”, pero ya he decidido lo que voy a hacer.
Ya sé que tampoco ha tenido una vida fácil, ya sé que es una mierda hacerse mayor, incluso sé que no estoy siendo sincera con ellos, ni conmigo, sé que no es bueno callar, pero como se puede decir que “eso” me afecto mucho. Que me perdí a mi misma hace cinco años, que le cogí miedo a escribir, que guarde todo lo que una vez me había hecho feliz, que tengo miedo a encontrar monstros debajo de la cama. Que desde hace cinco años no he sido feliz, no siempre se puede ser feliz aunque quieras. Los fantasmas siempre rondan a tu alrededor y te intentan llevar.
-No te vayas…-ha salido de mi boca sin querer.
-¿A qué te refieres?
-Es una tontería de las mías, no os preocupéis, estoy bien, ahora mismo estoy muy bien…-sonrió como si nunca hubiera sonreído- Cuando me vea con fuerzas suficientes os lo contare todo, palabra por palabra, mientras tanto ¿podéis esperar?
-Solo si cumples esa promesa…-dice Rebecca.
-Os lo juró, os lo contare todo… Lo siento, no tenía que haberme enfadado, lo siento…
-Nosotros tampoco hubiéramos tenido que haberte presionado tanto…
-Va… dejémonos de ponernos sensibles y vamos a divertirnos un poco. Como en los viejos tiempos.
-Hablas como si tuvieras sesenta años…
-Ya me están saliendo canas, me estoy haciendo vieja…- todos se están riendo.
Creo que podéis esperarme unas horas más ¿verdad? Mis demonios, dejadme ser feliz, aunque solo sean unas horas más, por favor. Solo unas horas, después será vuestra de nuevo, aceptáis el trato.
-¿Queréis hacer lo de antes? Cuando acabemos vayamos a mi casa y jugamos a “Yo hice”…-creo que me están tendiendo una trampa- Hay suficiente bebidas para todos.
No sé porque las horas pasan tan deprisa, hace poco era de día y ahora es de noche, no ha pasado tanto tiempo ¿Por qué el tiempo va tan deprisa cuando te lo estás pasando bien? Hay días que me parecen eternos y hoy ha sido diferente.
Ahora todos estamos en casa de Xavi, creo que tenía preparado todo desde antes, todos se han unido para que les cuente algo. Parece una película policiaca, en la que yo soy el culpable de algún caso y ellos son las víctimas, me hacen ver eso de esta forma.
-Entonces… ¿empezamos?... Andrea, no vale buscar las preguntas en el móvil…- me han pillado.
-Jooo… eso no vale…
-Yo hice… mmm… la promesa de contarlo todo…- ¡maldita sea! Todos me miran.
-¿Queréis ir a pillar?...-me parece que lo he dicho muy seria.
-Es un juego en que tiene ser sincero, si bebes sabremos si antes lo eras…
-Pensaba que confiabais en mí, pero veo que no… ¿queréis que bebe?...-digo mientras me trago todo de golpe- Contentos, claro, es un juego para ser 100% sinceros, vale. Una cosa es ser sincero y otra es querer molestar a los demás. Antes os he dicho que os lo contaría todo. Tenéis que fiaros de mí aunque solo sea un poco.
-Estas todo el camino hablando sola, ¿Qué son esos “demonios” y “fantasmas”? ibas murmurando eso todo el tiempo.
-No es nada malo, estaba hablando conmigo misma, ¿eso es malo?
-No… pero…
-Lo que pasa es que no confiáis en mí, os he dicho que os lo contaría todo, pero no ahora, me estáis agobiando y eso es malo…
-Andrea ¿eres feliz?...-pregunta Rebecca.
-Claro que no soy feliz, como voy a ser feliz si mis amigos están todo el tiempo intentado hacer que cuente algo que no quiero. NO, NO SOY FELIZ… ¿ahora estáis contentos? Me voy al baño ¿me dejáis? O me tenéis que seguir…
Ya sé que esta es la peor manera de despedirse de ellos, pero es lo único que puedo hacer. Es correr y escapar. Ellos no sé lo merecen, pero yo siempre he sido caprichosa. Sé que me están siguiendo, los estoy oyendo, sé que se han dado cuenta de que no estoy yendo al baño. Así que ahora debo correr…
Me van a sacar una foto, el flash está demasiado fuerte. Ahora sonríe Andrea, esta es tu última foto.
-¡¡¡¡ANDREA!!!!....-oigo que gritan todos a la vez.




Comentarios
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.