Glacial Cap 13
Cuando se acaben las clases empezara la verdadera fiesta, esta semana ha sido más larga de lo que me imagine, ha habido demasiados inconvenientes y el tonto de Marcos ha sido expulsado por una estupidez, te pareces a mi hermano, solo sois un par de cobardes… cuando vuelva me lo va a explicar y no quiero que me ande con rodeos y encima va y no viene al parque… su hermana vino y nos dijo que nos olvidaremos de él, puta zorra.
Aunque hoy esto contento, muy contento. Solo falta unas horas para… bueno… primero tengo que convencerla, será fácil…
Ahora a comenzar las aburridas clases. Espero que no se meta nadie en medio, entre Zoe y yo.
-¡JAREL! ESTA ATENDIENDO A LA CLASE…-no ves que no-¡QUITA LOS PIES DE LA MESA!
-Cállate, vieja…
Y ahora voy a ver a Timotea, otra vez… la conozco de memoria, siempre lleva el mismo peinado, las mismas pulseras, los mismos pendientes y el mismo maquillaje.
-¿Qué has hecho esta vez? Jarel…-sabes quién soy mirando la pantalla del ordenador, ¿tienes la habitación llena de ojos o qué?- Siéntate, no te quedes como pierda en el medio del camino…-ahora a oír otro discurso- Dime… ¿Qué has hecho?
-Lo de siempre, estar a mi bola…
-Sabes que no es bueno estar siempre a tu bola, deberías aprender a atender en clase, a lo mejor irías con más seguridad a lo que quieras estudiar, Jarel.
-Yo estoy aquí porque me obligan… si pudiera estaría tirado en el sofá y viendo la tele, es más divertido que venir aquí, ¿me entiendes? Timotea.
-Ya pero aun no puedes hacer lo que te la gana, eres menor aun…
-Solo me queda un año para ser mayor de edad, falta poco para que me perdáis de vista, ¿Estaréis contentos?...-se ha quedado callada, seguro que la he dejado sin palabras, si mi madre me comprendiera me dejaría quedarme en casa, pero Timotea sabe que aunque me expulse tendré que venir al insti por orden de mi madre y tendré clases particulares en la sala de la directora- Vas a hablar o me voy…
-En unos años estarás llorando… todos los que os hacéis los “rebeldes” volvéis llorando ¿te digo por qué?...
-Vas a hacerlo igualmente…
-Conoces a la historia de Nina… antes la apodaban “corazón de acero”…
-No la conozco y no quiero conocerla…- otra de sus historietas, me aburren sabes.
-Aunque la quisieras conocer, no podrías… murió hace años, era una buena chica, demasiado… tu padre la conoce, estoy segura que no te habrá contado… ni a ti ni a Christian, aunque yo no te lo debería de contar…-¡Joder! Ahora me dejas con la intriga- lo único que te puedo decir es que las lágrimas que lloro tu padre fueron lo que le hizo cambiar, él antes era un “rebelde” como eres ahora tú. Ramoncin llego a ser peor que tú y aún se está arrepintiendo de eso, aun estas a tiempo para cambiar Jarel.
-¿Para qué tengo que cambiar? Me gusta como soy…
-Yo solo te aviso, el que avisa no es traidor.
Nina, Nina… ahora tengo ese nombre en la cabeza, sabe que no me hablo con mi padre y con madre solo me hablo a ratos; y con Christian hablo porque me da lástima, ya debería de haber perdido la virginidad, no digo que sea feo, bueno es un poco menos guapo que yo… pero no sé porque siempre han dicho que tiene cara de ángel.
-Christian…-siempre está cogiendo apuntes pero es tan tonto como yo- ¿sabes quién es Nina?
-No tengo el gusto de conocerla, hermano…-dice sin levantar los ojos del papel- ¿Por qué? ¿Te gusta?
-No, tonto… me parece que le gusta a nuestro padre o mejor dicho le gustaba.
No he logrado convencerle para que le pregunte a nuestro padre por Nina, dice que ya no lo contar cuando lo vea conveniente y que no le interesan estos temas de cotilleos…
Falta poco para salir al patio, voy a hablar con Zoe, a ver si me hace caso y viene conmigo a mi casa, ya que mi hermano no va a estar y mis padres vendrán tarde. Tendré el piso para mí solo y estaré con Zoe.
-Zoe, mi bebé…-hoy se ha puesto un vestido azul, con unas botas marrones… pegan con su pelo y sus ojos- ¿Quieres venir conmigo?
-Claro…-¿Por qué sonríes?...
Porque estoy pensando ahora en Nina, ¡Joder! ¿Por qué me la has nombrado? Timotea.
Hoy Zoe huelo a Nenuco, porque te has puesto tan guapa, si normalmente vas con vaqueros y una camiseta de cualquier color.
-Cuando salgamos del colegio, iremos a tu casa ¿verdad?...
-¿Cómo lo sabes?...-pega un sorbo a su zumo de uva.
-Me lo ha contado Kosei, pillín cuando me lo ibas a decir, pensaba que te habías olvidado y que no me lo ibas a decir nunca…-dice haciendo morritos- Siempre me haces esperar…
-Es que quería darte una sorpresa, ese maldito Kosei… me ha jodido la sorpresa… creo que ahora no la voy a hacer…
-¡Jooo! Jarel, malo… quiero estar contigo…-no me hagas cara de cachorrito triste- vamos, Jarel...-y me besa.
Le he prometido que iba a estar antes que ella en el parque, así que voy hacer para que no me castiguen ni nada por el estilo, voy a estar un rato tranquilito, sin armar jaleo… y la mejor manera de hacerlo es quedarme dormido, total, mientras no haga alguna de las mías no me van a fastidiar, solo quedan dos horas con la misma profesora para ver una película… me pongo detrás de todo y no se entera.
Nos hemos juntado tercero y cuarto y como no cabemos en nuestra clase y nos hemos ido a la clase de la gran pantalla, como la llaman algunos de los primero y no hay mesas para poder dormir… Hoy habéis decidido tocarme los cojones ¿no?…
Menos mal que las clases se han acabado las clases, ahora a esperar a Zoe, espero que no venga con sus amigas, son demasiado cursis.
Menos mal no ha salido con ellas, está completamente sola, como dice una frase que le gusta a mi madre “está sola ante el peligro”.
-Jarel…-y me vuelve a besar- te he echado de menos…
-Yo te echado aún mas de menos…
-Mi pequeño, ven…-me vuelve a besar, mira que te gusta besarme.
-Nos vamos…
-Vale…-y me coge la mano-vámonos, Jarel.
Si tuviera que decir la verdad, estoy acojonado, si os tuviera que decir la verdad… nunca he hecho algo así… He podido insultar, pegar, gritar a otras personas, pero nunca he sentido que…
-Ya hemos llegado, Zoe…
Me gustaría volver para atrás, sobre mis pasos. Eso pensaría la gente que diría, claro… como mi hermano Christian es tan bueno, pues yo también tengo que serlo, hipócrita… Kosei se lo dijo porque pensaba que me iba a echar para atrás y no lo iba a hacer… pues estate atento, ya tengo a mi presa.
Hemos entrado en mi casa y nos hemos ido a mi habitación tan desastre como de costumbre y llena de posters de mis grupos favoritos, mí preciado ordenador y mi señora cama.
-Jarel, tengo hambre…-y suelta la mochila en la cama.
-¿Qué quieres comer?...
-Me da igual.
Nos hemos puesto a ver la televisión, el tiempo se está acabando, faltaran unas tres horas para que vengan todos, tengo que darme prisa.
-Zoe, vamos a mi habitación…-demasiado directo, pero tengo prisa, tiene que comprenderlo- tengo una sorpresa para ti.
Ha caído, ahora como lo hago… no tengo que ser tan directo.
-Porque cierras la puerta…
-Nadie puede ver la sorpresa…-y hago como ella, me tiro a sus labios.
-¡PARA! ¿QUÉ HACES?... ME ESTAS HACIENDO DAÑO, JAREL…-no la estoy escuchando, como casi siempre- JAREL, ¡ESTATE QUIETO!
-Sé que este tipo de cosas te gustan, Zoe…-y le sonrió e intento levantarle la falda.
-Jarel…-está llorando- ¡Para, por favor!...
No la escucho, sigo haciendo lo que me da la gana, tengo que ganar esa apuesta… Vamos, voy a sacar el móvil, le hare y la foto y le dejare irse…
-¿Qué haces?...
-Vamos no pongas esa cara, mi bebé…-foto echa.
-No soy tu bebé… déjame irme, por favor…
-Haz lo que quieras, ahora solo das pena.
Y se fue, aunque sé que la volveré a ver el lunes. Ahora voy a enviar la foto a todos mis amigos.
-No sé cómo has podido hacer eso, hermano.




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