NOCHE DE TORTURA CAPITULO 27
UNA CARTA DE SUSPIRO
-Papá, puedo ir yo también, quiero caramelos.
-Ves a preguntarle a tu tía, si ella te deja te comprare los caramelos que quieres.
-Vale- dijo con una sonrisa.
-Tía Kira.
-Dime Yuki.
-Quiero ir con vosotros, por fi- dijo haciendo ojitos de perro.
-Quieres caramelos, ¿verdad?
-Sip.
-Vale, ves a decirle adiós a tu madre.
-Jooo, que pesados, parezco una paloma mensajera.
-Jajajaja, si te oye Kyril se va a reír.
-Tía Kira, mala.
-¿Por?
-Te has reído de mí.
-Vamos pequeña, ves a decirle a tu madre que vienes con nosotros.
-Ahora voy.
En la cocina.
-Mami, mami, me voy a comprar caramelos con el papá y la tía Kira.
-Espera, dale esto a tu padre.
-Vale, bye bye.
-Adiós, cariño.
Fuera en el jardín.
-Papá, mami me ha dicho que sí y que te de este papel.
“Kyril, acuérdate de comprar estas cosas por favor, son las necesarias: harina, cebollas, atún, pescado del que te gusta a ti y cómprame también una chaqueta, por favor”- se oye reírse a Marelyn desde la cocina- esta es la lista de la compra.
-Jajajaja, que lista es mami.
-Tendremos que irnos ya, Kira.
-Vale.
De camino al pueblo.
-Papá.
-¿Qué pasa? Yuki.
-¿Te duele aun el hombro?
-Solo un poco.
-No te preocupes, llevare las bolsas yo.
-No podrás, Yuki.
-Yo soy fuerte.
-Ya lo sé. Pero serán muy pesadas.
-Pues me enfado y me voy con la tía Kira.
-Yuki- dijo triste.
-Ahora estoy enfadada contigo, papá.
-¿Por?
-No confías en mí.
-Porque eres demasiado pequeña.
-Ya tengo cuatro años.
-Pero…
-Ya no te quiero, papá.
-Pero yo sí.
-Eso ya no me importa.
-Pues ya no te compro los caramelos.
-Me lo comprará la tía Kira.
-Vale, me da igual-dijo casi enfadado.
-Es que la tía me quiere más que tú.
-Vale, pues ves con la tía.
-Adiós.
En la tienda de correos.
-Hola, en que puedo ayudaros, mi nombre es Elisa.
-Hola, buenos días, queríamos enviar una carta a Shelter, esta es la dirección.
-Muy deseas algo más, señorita.
-No, eso es todo. Gracias.
-Hasta otro día.
-Adiós.
En el supermercado.
-Teníamos que comprar, cebollas, atún…- alguien le interrumpió.
-Papi, quiero caramelos.
-Sigamos, a ver que más había…- le volvieron a interrumpir.
-Papi…
-Me parece que las cebollas estaban en este pasillo.
-Papi- dijo Yuki llorando.
-¿Qué pasa? Yuki.
-Ya no me quieres.
-Ehhh… yo no he dicho eso.
-Papi ya no me quiere- empezó a decir Yuki.
-¿Qué caramelos quieres?
-Ese- señalando el caramelo más grande que había en el supermercado.
-¿Queeeeeeeee?...- puso cara de asustado- es muy grande.
-Pero a mí me gusta, es de fresa.
-Yuki.
-Ves ya no me quieres, papá.
-Yo no he dicho eso.
-Yo quiero un caramelo de fresa o si no…
-Vale, pero no se lo digas a tu madre.
-Jijiji, lo he conseguido- dijo burlándose de su padre.
De camino a casa.
-Papi.
-¿Qué pasa? Yuki.
-Hay un señor, detrás.
-No pasa nada. Será un campesino.
-Vale ¿y la tía Kira?
-Se ha ido a comprar una cosa, no me ha dicho lo que era.
En casa.
-Mami, ya hemos llegado.
-Bienvenidos ¿Cómo os lo habéis pasado?
-Bien, pero la tía Kira no ha venido.
-¿Por?
-Marelyn, no te asustes, ha ido a comprar una cosa que necesitaba.
-Ah, vale. Falta poco para la cena así que iros a lavaros las manos.
-Vale.
Unos minutos después.
-Yuki a cenar- dijo Marelyn- Yuki, me estás escuchando. Yuki.
-Ahora voy mami, espera.
Un hombre extraño entró en el baño.
-Espera, pequeña.
-¿Quién eres?
-Soy amigo de tu tío Kento.
- Ahh, ¿quieres ver al tío Kento?
-No hace falta, ya lo he visto y me ha dicho que te de esto, es de fresa.
-Y ¿Por qué no me lo da él?
-Porque no quiere que se entere tu madre.
-Ah, gracias- y tomo un sorbo de esa bebida de fresa.
-Esta buena.
-Adiós, pequeña, me tengo que ir ya.
-Adiós.
En el comedor.
-Tío Kento.
-¿Qué? Yuki.
-Gracias por la bebida de fresa.
-¿Qué bebida?
-La que me ha dado tu amigo, estaba en el baño.
-¿Qué amigo?
-No sé, me dio esto y me dijo que era de tu parte.
Kento se fue corriendo al baño.
-¿Qué pasa? Kento.
-Nada.
-Ven pronto, hoy hay tu comida favorita.
-Ahora voy, Marelyn.
-Vale.
En el baño.
-¿Quién está aquí?- nadie respondió.
Otra vez en el comedor.
-Yuki.
-Tío Kento.
-Me puedes enseñar la bebida, por favor.
-Aquí tienes.
En la bebida ponía “fresa”, pero parecía como si fuera una pegatina.
-Veneno, Yuki ¿Cuánto has tomado?
-Casi toda la bebida, estaba muy buena.
-¿Por qué lo has hecho? Yuki. No debes acepar las cosas que te den personas que no conoces.
-Pero me dijo que era tu amigo.
-No te creas las palabras de un desconocido, Yuki.
-¿Qué pasa, Kento?
-Verás, Mathius, ven conmigo.
-Me estás asustando.
En el salón.
-Mira.
-¿Qué es?
-Veneno.
-¿Qué haces con eso?
-Yuki se lo ha tomado, pensaba que era de fresa, dice que se lo ha dado un amigo mio, pero no le ha dicho el nombre.
Se oyen unos gritos.
-Yuki, Yuki ¿Qué te pasa?
-Me duele el estómago.
-¿Cuántos caramelos te has tomado?
-Dos.
En Shelter.
-Señora Ayaka, hay una carta para ti, es de Kira y Kyril.
-Mis pequeños.
-¿Quiénes son?
-Los adopte cuando eran pequeños, son como mis hijos.
-Parece importante.
-No la puedo abrir.
-¿Por?
-Si preguntan por Tsubasa, no sabré que responder.
-Hasta que no la leas, no lo sabrás.
En la carta ponía:
“Hola, Ayaka y Tsubasa.
¿Sabéis quiénes somos? Os escribimos para saber como estáis y deciros que nosotros ya estamos juntos de nuevo, en la pequeña granja de la esposa de Kyril y sus hermanos. Os queremos decir que Kyril ha sido padre, la pequeña de sus ojos se llama Yuki. Ah y lo más importante hemos encontrado datos sobre Farark y su escondite. Se nos olvidaba la esposa de Kyril se llama Marelyn y sus hermanos se llaman Mathius y Kento.
Esperamos con muchas ganas vuestra respuesta.
P.d..: Pronto estaremos en Shelter.
Os queremos. Muchos besos.
Adiós familia.




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