NOCHE DE TORTURA CAPITULO 30
TODO ESTA ESCRITO AQUÍ
No sé porque pero hoy Rokiu esta raro, no ha querido comer con nosotros y se ha ido a pasear él solo, dice que quiere estar solo pero no me lo creo. Aunque ahora que lo pienso esta así desde que le contaron esa historia, está actuando raro desde hace días, ayer sin ir más lejos confundió a Kyril con Farark y le obligo a pelear con él y la semana pasada me pidió que le llevara a casa de su tía. Si esto continua así creo que perderé la cabeza. Tal vez esto es demasiado para él.
-Kune.
-Dime, Cyneria.
-¿Quieres que te ayude con lo que le pasa a mi hermano?
-Estas segura.
-Sí, tal vez, yo se lo que le pasa.
-Si necesitas ayuda me lo dices.
-No te preocupes ya me ayudara Ryu.
-Vale.
-Kune, mientras puedes preparar la cama de Rokiu, vendrá algo confundido.
-¿Qué le vas a hacer?
-No es nada malo, no te preocupes, es hora de que sepa toda la verdad.
Unos minutos después.
-Rokiu, me puedes acompañar a un lugar, por favor, necesito tu ayuda.
-Y porque no se lo dices a Ryu.
-Está ocupado.
-Pues díselo a otro, no tengo ganas de hacer nada, Cyneria.
- Así es como le hablas a tu hermana.
-Me da igual si eres mi hermana o no lo eres, ya no me importa nada de mi pasado.
-Si la tía Etheria te oyera decir eso se pondría a llorar.
-Me da igual.
-Pero porque estas así, Rokiu.
-No fuiste capaz de decirme que estabas viva.
-No pude.
-Como que no pudiste, puedes caminar y hablar, ¿verdad?
-Tú también puedes hacerlo.
-No sabía que estabas viva.
-No mientas, si sabias que estaba viva, buscaste mi localización.
-Qué más da, desde ese día lo perdimos todo.
-No es verdad, no lo has perdido todo, yo estoy aquí, ¿no me ves?
-Quien me dice que no te vayas cuando te canses de estar aquí o te cases y te olvides de mí y de todos.
-Eso va a ser imposible.
-Ya te olvidaste de mi durante once años y ahora vienes a buscarme, quieres hacerme daño verdad, ya me había olvidado de todo y ahora me dices que vuelva a ser como antes, ya no puedo, es imposible, si pudiera hacerlo ya lo habría echo, pero poco a poco he descubierto nuevas cosas, como por ejemplo el amor…
-Ya lo se, desde el primer día que te vi supe que estabas enamorado de Kune.
-¿Quién te lo ha dicho?
-Tu mismo.
-Yo no te he dicho nada.
-Pero tus gestos si, hacías los mismos gestos de cuando estabas con la tía y la mamá, además tus ojos brillaban demasiado, somos hermanos.
-Pero…
-No te preocupes, tienes todo el derecho de enfadarte.
-No sabes por todo lo que he tenido que pasar.
-Ni tu tampoco, Rokiu, pero ahora podemos estar juntos de nuevo.
-Yo lo único que quiero es que se acabe toda esta pesadilla.
-Rokiu, tengo algo que darte, pero solo te lo daré si me prometes una cosa.
-Que quieres que te prometa.
-Que no vas a ir a la búsqueda de ese hombre.
-¿De qué hombre?
-Farark.
-¿Te ha hecho algo?
-No me ha hecho nada, no te preocupes.
-Y entonces…
-Tengo una carta que nos escribió la tía antes de que muriera.
-¿Una carta?
-Si.
-Para que quiero yo una carta.
-Para saber la razón por la que ocurrió todo eso.
-Y si no quiero saberlo.
-Que por culpa de eso estas así desde hace unos días, también se debe a la historia que nos contó Rokuro, ya que te diste cuenta que algunas te han pasado a ti, o me estoy equivocando. A los pocos días de que murieran, fuiste a ver si yo estaba allí.
-¿Cómo lo sabes?
-Te conozco demasiado bien como para no haberlo sabido. Aunque no lo creas yo también te quiero.
-Pero que pasara cuando todo esto acabe.
-La vida continua, Rokiu, seguramente serás más feliz.
-Pero si Kune decide irse con su familia, ¿Dónde iré yo?
-No creo que Kune te haga eso, es un buen chico.
-¿Y tú?
-Seguramente me casare y tendré hijos.
-Y en ese momento me dejaras solo de nuevo.
-¿Qué dices? Nunca vas a estar solo.
-Eso lo dijo mamá también y murió unos días después.
-No volverá a pasar.
-Cyneria, no quiero volver a estar solo de nuevo es muy doloroso.
-Rokiu, no vas a estar solo de nuevo, sabes una cosa, poco a poco estás haciendo una familia.
-¿Una familia?
-Si.
-¿Tú formarías parte de esa familia?
-Claro. Y ahora ¿quieres leer la carta?
-De acuerdo.
“Hola, mis pequeños.
Si estáis leyendo esta carta es porque tal vez haya fallecido. Os quiero contar algunas cosas que no os pude contar cuando estuve con vida, así que voy a empezar. Yo tuve un esposo cuando aún era joven, su nombre era Lirrio, en esa época lo único que me importaba era ser feliz. En uno de esos días me enamore del que un tiempo después sería mi esposo y con el cual tendría dos hijos, Reiji y Farark. Cuando nació Farark me di cuenta, de que con el hombre que había pasado la mitad de mi vida, no era como yo lo pensaba, empezó a cambiar radicalmente y me asuste. Uno de eso días cuando Farark cumplió los tres años decidí irme de casa y me fui a vivir a la granja que conocéis. Kitty, vuestra madre vino corriendo a verme al saber la noticia y con ella venia un hermoso niño de poco más de un año, ese eras tú Rokiu. Me conto que tus padres cuyos nombres nunca supe te habían abandonado detrás de una pila grande de basura, me dijo que tendrías horas, ella se enamoró de ti al verte ya que le dedicaste una grata sonrisa. Dos años después nació Cyneria, una hermosa niña, muy juguetona y llorona, a la que le encantaba fastidiar a su hermano mayor. Cada vez que veníais a verme me alegraba, ya que os amaba de verdad.
De mis hijos poco supe, se que Reiji se escapo de casa a la edad de quince años, pero nada se de Farark, lo único que temo es que se haya vuelto como su padre.
Ya no tengo nada más que contaros. Solo deciros que seais lo más felices que podáis.
Os quiero.
Vuestra tía Etheria”
-¿Estas bien?, Rokiu.
-Todo esto es verdad.
-Claro.
-Entonces… no somos hermanos de sangre.
-¿No digas tonterías?
-No es ninguna tontería.
-Si que somos hermanos, tenemos la misma madre.
-Yo estaba tirado en la basura.
-Pero… mamá te salvo.
-Porque sentía pena por mi.
-No digas mentiras.
-Entonces, ¿Somos familia de ese hombre?
-Se ve que sí.
-No me lo creo…
-Me voy a por él.
-¿A por quién?
-A por Farark.
-Y que le vas a decir.
-Nada voy a hacerle pagar por todo lo que hizo pasar su padre a nuestra tía.
-Ni se te ocurra.
-Me vas a detener.
-Yo no, pero Ryu sí que lo hará.
-No podrá.
-¿Quién lo ha dicho?
-Yo lo he dicho. Ryu.
De pronto salió Ryu del arbusto y le pego a Rokiu en el estómago.
Unos minutos después.
-Rokiu ¿estás bien?
-¿Qué haces aquí? Kune.
-Yo estaba con Cyneria.
-Ella es la que te ha traído.
-¿Y Ryu?
-No lo sé.
-Tengo que devolverle lo que me ha hecho.
-No seas celoso, Rokiu.
-No soy celoso.
-Vale, ahora cuéntame lo que te pasaba.
-Tenía miedo de que me dejaras y de que te fueras con tu familia cuando esto acabase.
-Y eso es lo que hare- dijo riéndose- Por eso estabas de ese humor, me ves capaz de hacerlo, Rokiu.
-Sí.
-Que poco me conoces.
-Entonces que harás.
-Aun no lo sé, pero seguro que no te voy a dejar.
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