UN AMOR DE VERANO CAP 2
¿CÓMO NOS CONOCIMOS?
En esos momentos antes de entrar al cine, me sentía un poco extraña los ojos de ese chico estaban tan apagados… siento que está pidiendo ayuda a gritos que no podemos escuchar, parece que quiere ocultar algo, pero se está delatando con solo mirar al suelo.
-Mark- lo llamó Brandon.- ¿te puedes sentar al lado de Cleo?
-Vale.
La película duro más o menos una hora y algo más, la verdad, no me gustó mucho, pero me invitaron a venir así que… por lo menos me lo pase bien.
-¿Queréis que vayamos a tomar algo?- dijo Eli.
-Yo me puedo quedar- le dije- hoy ha venido mi hermana y nos vamos a comer fuera.
-Yo tampoco puedo… me tengo que ir a… un sitio…-dijo Mark.
-Bueno no pasa, nosotros nos quedaremos un poco más, nos veremos mañana, Cleo.
-De acuerdo.
No sé porque los dos cogimos el mismo camino, pero él no paraba de mirar al suelo.
-Mark, me oyes.
-Ah… perdón, estaba distraído.
-¿En que estas pesando?
-No es nada.
-Vale, ¿quieres que hablemos?
-Si quieres, a mí me da igual…
-Muy bien, bueno de que hablamos…
-No sé, no estoy acostumbrada a hablar con chicas, lo siento.
-¿Por qué te disculpas?
-No sé.
-Chico, eres muy indeciso.
-Ya lo sé.
-No te gusta hablar ¿verdad?
-Bueno, me gusta más escribir.
Antes de nos diéramos cuenta ya estábamos en mi casa, creo que ese chico es muy tímido, no tiene nada que ver con Eli, seguramente estaría hablando hasta en la puerta de mi casa, una vez que empieza a hablar no caya.
-Bueno, creo que nos tenemos que despedir.
-Hasta la próxima, Mark.
Cuando entre en casa, mamá, papá y Shalia estaban preparados, no se pero ese chico me hace estar muy inquieta, sus expresiones eran demasiado apagadas.
-Cleo, ¿estas prepara?
-Espera, déjame ir al baño un momento.
-Vale, nosotros vamos sacando el coche.
-De acuerdo.
No sé si llamar a Eli para preguntarle sobre ese chico, seguro que ella lo conocerá, después la llamare, quiero quedar con ella.
-Shalia, ¿Cuánto tiempo te vas a quedar?
-Hasta finales de Julio y principios de Agosto.
-Jooo, yo quería que te quedaras más.
-No te preocupes volveré por Diciembre, mientras tanto este verano podemos estar juntas.
-Claro que sí.
En el restaurante lo vimos, era él, tal vez la otra cosa que tenía que hacer era trabajar, estuvimos un buen rato, me parece que faltaba poco para que cerraran.
-Cleo.
-Dime.
-¿Qué te pasaba con ese chico?
-¿Qué chico?
-El del restaurante.
-Bueno… es un amigo de Elisabeth y Brandon.
-¿Seguro?
-Sí.
-No parabas de mirarlo, ¿te gusta?
-¿Qué dices?
-No nada, pero es que parecía que te lo comías con la mirada.
-Eso no es verdad.
-Vale, vale…
-Shalia, ¿Qué estas insinuando?
-Yo… nada.
-Siempre haces lo mismo, Shalia.
-Solo he preguntado.
No sé porque me enfade con Shalia, no era que ese chico no me gustara, me daba igual, pero había algo en él que me llamaba la atención, esa manera que tenía de esquivar las miradas y pasar desapercibido me parecían extrañas, nunc a había conocido a alguien que fuera así. Bueno me parece que llamare a Eli, no sé porque, pero ella siempre me tranquiliza.
-Buenas noches, Eli.
-Cleo ¿Qué haces llamado a estas horas, ha pasado algo?
-No, no ha pasado nada.
-Menos mal, me has dado un susto.
-Lo siento.
-No pasa nada.
-Eli…
-Dime.
-¿Sabes algo del amigo de Brandon?
-¿De Mark?
-Sí…
-Bueno… lo conozco de hace poco, pero creo que es un buen chico.
-Pero no crees que es un poco tímido.
-¿Tímido?
-Sí…
-¿Por qué lo dices?
-Porque cuando me he ido a casa, él ha venido conmigo.
-Qué raro…
-¿Raro, por qué?
-Él no suele ir con chicas.
-Ya me he dado cuenta.
-Bueno ¿me has llamado solo por Mark?
-No, no solo te he llamado por eso, yo quería saber si este verano puedes quedar para ir a la piscina o a la playa.
-Me lo preguntas o me lo afirmas.
-No sé…
-Claro que podemos quedar, ¿acaso lo dudabas?
-No, pero quería asegurarme.
-Entonces ¿Cuándo quedamos?
-Mañana…
-Vale, ¿puede venir Brandon?
-Claro, cuantos más mejor será.
-Vale, bueno Cleo, me tengo que despedir.
-Hasta mañana.
La verdad es que tengo un poco de sueño, va siendo hora de que me vaya a dormir, mañana será un nuevo día. Pero no se porque tengo la sensación de que poco a poco me estoy metiendo en un lío.
(Ahora la historia la cuenta Mark)
Nunca tengo ganas de llegar a esa casa, el olor y el ambiente que tiene ya me ha cansado, todo fue desde que se fue él, ella cambio radicalmente, antes siempre estaba sonriendo y ahora entre las bebidas y las idas y venidas al hospital ha cambiado todo. Antes mi vida era más fácil y más divertida, pero él se la llevo dejándome a mí todo el marrón.
-Mamá, mamá ¿estas despierta?
-¿Quién eres?
-Soy Mark, tu hijo pequeño.
-¿Por qué has llegado tan tarde?- todos los días me hace la misma pregunta y yo le respondo lo mismo, pero no se porque a ella se le olvida todo.
-Mamá, no te acuerdas que trabajo en el restaurante de debajo de casa por las tardes.
-Es verdad.
-Mamá ¿has vuelto a beber?
-Yo… ¿Por qué me haces esa pregunta?, no eres mi padre sabes.
-Pero soy tú hijo y me preocupo por ti ¿o no puedo hacerlo?
-Yo no tengo por qué decirte lo que hago y lo que no hago, que yo sepa yo soy tu madre y hago lo que quiero.
-Pero sabes que eso me perjudica a mí y a mis hermanos.
-Yo no preocuparía mucho por Aitor ya que se fue cuando tuvo la oportunidad.
-No lo hizo porque quiso.
-Eso es lo que dices tú.
-Y Pablo ¿no te importa?
-Él es igual que tú aún tengo que cuidarlo como si fuera un bebé.
-Sabes que tengo 16 años.
-Ya… pero puedes vivir la vida tú mismo, ya eres mayorcito para seguir siendo el hijo mimado de mamá.
-Yo ¿mimado? Si cada vez que vengo a casa estas rodeada de alcohol, hay veces que parece que estés muerta, siempre olvidas las cosas, te pasa todo eso desde que se fue.
-No me hables así, soy tu madre ¿Sabes?
-Mi madre eres cuando te apetece o cuando hay alguien delante, al cual quieres ligarte.
-No me hables así.
-Y ¿Cómo quieres que te hable?
-Con respeto.
-¿Sabes lo que es eso?
-Si lo sé.
-Pues no sé nota, no tengo ganas de seguir hablando contigo, me voy a ver a la abuela.
-Vete si quieres, pero no vuelvas a pisar esta casa, hazte las maletas y vete.
-Entendido, no te preocupes, no me volverás a ver, solo me veras en fotos, si es que sabes dónde están.
Esta vez sí que es la definitiva, estoy harto de ver siempre lo mismo un día tras otro, las mismas escenas, las mismas peleas y las mismas ganas de mandarlo todo a la mierda. Pero sé que ella me quiere, siempre me ha querido, es un tesoro para mí.
-Hola abuela.
-Mark ¿Qué haces aquí, te ha pasado algo? ¿Tienes alguna herida? ¿Te duele algo?...
-No, abuela, no tengo ninguna herida.
-Que susto me has dado, cariño ¿Qué ha pasado?
-Mamá…-no me dejo seguir.
-Ha pasado lo mismo de siempre ¿verdad?
-Sí, ya estoy harto, abuela- le dije llorando.
-No te preocupes, cariño, ¿Quieres quedarte en casa?
-Sí, por favor.
-¿Has comido?
-No.
-No te preocupes, ahora te hago uno de mis platos especiales.
-No hace falta…- en ese momento me gruño el estómago.
-Estas seguro.
-Bueno, tal vez tenga un poco de hambre…
-Espera cinco minutos.
-Vale, abuela.
No sé, pero siento que con mi abuela al lado todo es más fácil, siempre tiene algo para mí y siempre me recibe con las manos abiertas y una sonrisa enorme, es como un escudo para mí, que espero que nunca que rompa. Desde pequeño me ha cuidado y tengo más recuerdo con ella que con mi madre. Siempre cuando me hacía daño era la primera en curarme, cuando tenía miedo la primera en protegerme, sin ella… yo no podría hacer nada…
-Mark, ¿en que estas pensado?
-Yo…
-Sí…
-En nada…
-¿Tienes sueño?
-No mucho…
-No me mientas, tienes unas ojeras que un día de estos te hará tropezar.
-No te preocupes.
-¿Cuándo hace que no duerme?
-Unos cuatro días.
-¿Cuatro días, porque?
-Tenía que trabajar, para que ma…
-Esa mujer te hace trabajar…
-Bueno, si ella no trabaja no comemos.
-No te preocupes, Mark, ahora puedes descansar todo lo que quieras, yo te protegeré como cuando eras pequeño.
-Gracias, abuela…



Comentarios
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.