Cibercorresponsales

Una historia sin más. (3)

Publicado por asher el 14/12/2014 · Categorías: Pensamientos, Creación, Libros, Sobre mí

|Capitulo 3|

3. ¿Psicólogo?

En mitad de clase, Alicia se levantó, y se acercó a la sustituta con un papelito, y aunque ella seguramente no quería, me miro. La miré a los ojos, parecía estar a punto de llorar, tenía los ojos brillantes de lágrimas. Nadie se dio cuenta y nadie lo habló.

En el recreo, salí de clase y me dirigí a jefatura a preguntarle a Antonio (nuestro querido jefe de estudios) si me podía decir por qué se había ido Alicia. Antonio y yo eramos amigos, de vez en cuando me invitaba a un café o a un cruasán en los recreos y hablábamos, era como mi hermano mayor, pero a veces, como todo hermano mayor, era un poco irritante.

-Alex ya sabes que no te puedo decir esas cosas.

-Siempre me las acabas diciendo.

-No, solo te las acabo diciendo cuando te pones pesado y porque siempre me preguntas sobre Marta. Por cierto, ¿sabes si está bien? Los profesores me dicen que está muy borde y rebelde.

-No... Todavía no se nada.

-¿ y por qué me vienes ahora a preguntar sobre Alicia? , si nunca os habéis llevado bien, ¿no?

-Eso creía yo, tu hazme caso, solo te pido eso Antonio. ¿Qué te cuesta?

-Esta bien, pero que conste que yo no te he dicho nada.

Mientras el terminaba de hablar con un padre cabreado que habría venido seguramente para quejarse de que las notas de su hijo no podían ser y bla bla bla... Me paré a pensar sobre que sería lo que le pasaba a Alicia. Me propuse averiguarlo antes de que me lo contara Antonio. Estaba demasiado distraído y en conclusión no saqué nada, así que, no podía ser culpa mía, aunque esa respuesta no terminaba de encajar en mi mente.

Retorné en mi y esperé la explicación de Antonio.

-Se supone que no debería saberlo nadie, pero... Haré una excepción como siempre.- Sonreí ante ese comentario que había hecho con malicia. Sabía de sobra que se metería en un lio si se enteran de que me da información que no puedo saber pero él confiaba en mi como yo en el.- Alicia tiene una gran depresión, no sabemos por qué. Ha empezado a ir al psicólogo, por eso ha faltado hoy. Era su primer día.- “¡¿Qué?!” pensé. Tuve que ahogar un alarido de sorpresa. No me podía creer lo que estaba oyendo... Alicia en un psicólogo por depresión... Siempre se la veía tan feliz que nunca pensé que podría acabar así...- Por lo que me han dicho sus padres, lo está pasando muy mal. Y ahora dime... ¿Por qué te interesas tanto por Alicia de repente? Además, ¿no acababa de pasar un mal trago Marta?

Me dejó de piedra, esta tarde pasaría a ver a Marta a su casa después de las clases pero no sabía que decir a lo de Alicia y dudé un poco.

-Si... es que... Bueno, son cosas mías.

-No me gustan esos jueguecitos que tienes entre manos – me miró irritado y quizá un poco indignado, aunque la verdad, lo entendía. Él me había contado algo que no debería saber, asumiendo el riesgo mientras que yo no era capaz de contarle que una tontería. La sencilla tontería de que Alicia me gustaba y últimamente me había comportado como un autentico idiota por ser tan tímido con ella.- Ya sabes... -Intenté decírselo pero estaba demasiado nervioso y al final me rajé.- Cosas mías Antonio... Ya sabes que soy muy tímido para contar estas cosas.

-Bueno, espero que al menos no sea nada malo.- Tranquilo no lo era, o al menos, en parte no.

Al día siguiente Alicia no vino a clase. No lo sé seguro pero creo que fui el único que la extrañó de veras. Sobretodo en la clase de Lengua cuando me dedicaba a observaba como escribía y como movía los ojos al tiempo que iba escribiendo con la mano, esos preciosos ojos...

No se que me pasaba últimamente, pero no me concentraba en clase, estaba inquieto y bueno, salía a tomar el aire a menudo, algo muy extraño en mi. Normalmente no salía mucho de casa a parte de para ir al instituto o con mis padres a alguna parte. A penas tenía amigos, y los que tenía eran la mayoría de fuera y lo único que hacíamos era chatear y jugar a la consola o al ordenador por internet.

En clase de lengua me picó la curiosidad de por qué con esta nueva profesora todos los tios de mi clase babeaban. En fin, no es que no fuera guapa pero no era para tanto, o eso creo yo. Esta sustituta tenía un modo muy peculiar de ir a clase, siempre vestía con ropa que dejaba poco a la imaginación. Un día vino con una camiseta tan trasparente que se le podía distinguir hasta la marca del sujetador barato que llevaba. A mi no me sorprendía para nada, pero a los demás chicos de clase por lo visto si. “Sucios pervertidos” pensé. Por lo menos ahora si se podía dar clase tranquilamente y en silencio así que, no me quejaba.

Me alegré mucho al oír el timbre que señalaba el fin de las clases por hoy. Recogí las cosas, comprobé un par de veces que no me dejaba nada y cuando me dispuse a salir por la puerta, el último, como siempre, noté que algo o alguien me agarraba del brazo y me arrastraba hasta la clase vacía otra vez. Me que dé mudo y apenas ofrecí resistencia. Intentaba pensar que estaba pasando pero los nervios me inundaron y empecé a iperventilar.

-Eh eh eh, relaaajate campeón

Era Verónica, una de las mejores amigas de Alicia según tenia entendido. Esta chica a veces daba miedo. Tenía el pelo oscuro a juego con sus ojos negros. Era alta y muy mona pero siempre tenía un aire agresivo y era tan orgullosa que de vez en cuando resultaba un poco repelente. Siempre vestía con ropa muy corta y estrecha que resaltara su buena figura, eso junto con la larga lista de “novios” que había tenido, hizo que se ganara el título de guarra. La conocía poco pero aún así, me caía bien a pesar de darme miedo en alguna ocasiones.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------

Lo se, lo se, se me va la cabeza cuando escribo hahaha. Espero que os guste y que os animéis a comentar!

Un saludo calamares!

No olvideis visitar mi blog :D

http://aser34blog.blogspot.com.es/