Una historia sin más. (8)
8. Vuelta a los problemas.
El lunes me desperté mucho más pronto de lo normal, “esta vez seguro que no llegaré tarde”, pensé. Me duché, me preparé y como aún me sobraba algo de tiempo aproveché a ver la tele un rato. La encendí y me tumbé en el sofá. En seguida me aburrí de ella, no me gusta mucho ver la tele, suelo leer o jugar con el ordenador o escribir. La apagué de nuevo, estaba inquieto por algo. No estaba seguro de por qué, si por mis problemas con las chicas o con los matones del instituto.
Decidí salir de casa media hora antes de lo normal para darme una vuelta y que me diera el aire un rato. Hice la ruta a casa de Marta que es en dirección opuesta al instituto, sin darme cuenta pasé por delante de la clínica con el cartel verde. Decidí asomarme e investigar que era. Asomé la cabeza un poco en la entrada, parecía estar cerrada, me acerqué al cristal que daba a una zona con una mesa y una silla, como una recepción y vi un cartelito colgando del techo: “Psicólogo, pediatra”
“Quizá este es el psicólogo al que me dijo Antonio que estaba empezando a ir Alicia. Tendría sentido dado que conozco bien la zona y no hay ninguno que yo sepa.” Mientras lo pensaba me fijaba como podía en cómo estaba organizada la sala principal y el recibidor. Parecía una consulta de médico infantil con las paredes de colores con dibujos y todo con formas llamativas y creativas para que los niños se distraigan y no se asusten.
Me giré y me apoyé en una parte que sobresalía del bordillo donde se sostiene el cristal de la tienda. Entonces me recorrió un escalofrío el cuerpo al ver que en la acera de enfrente, no muy lejos hacia la derecha, se encontraba el bar con karaoke en el que había sucedido todo el viernes pasado. Me paré a pensar lo que no había pensado en todo el fin de semana, “¿Cómo voy a acabar esto?”. En ese momento, vi a Marta llegar por el final de la calle, claro ella vivía allí cerca, era probable que nos cruzáramos.
Inevitablemente me vio y se me acercó.
- Hola Alex, ¿Cómo es que estás por aquí? ¿El instituto no queda al otro lado de tu casa? - Me preguntó sorprendida y no me extrañaba, tenía razón. Y ahora que podía decir todo lo que pensaba hice algo de lo que me arrepentí, me callé y disimulé.
-Hola Marta, estaba dando un paseo, he salido antes de casa porque no me encontraba muy bien. - La sonreí falsamente, no era eso lo que la quería decir pero tampoco lo sabía yo mismo.
- Y que tal, ¿Ya estás mejor? -Me miró a los ojos y se dio cuenta de que estaba preocupado por algo. Cuando ella se preocupa por los demás también se la nota bastante, sus ojos se ponen a brillar por una o dos lagrimas que se le escapan. - Dime Alex, ¿Qué te pasa?
- Nada, ¿Quieres que te acompañe al instituto?
- Sólo si me dices lo que te pasa.
- No es nada, no te preocupes, anda vamos. - Me miraba sorprendida, no se que pensaría pero desde luego estaba asombrada con mi comportamiento, eso lo tengo claro.
Empezamos a caminar y me cogió de la mano. Fuimos hablando hasta la puerta del instituto, nos despedimos con un beso. Era pronto todavía y no había mucha gente en la entrada. Después del beso nos fuimos cada uno a nuestra clase correspondiente.
Me tocaba lengua así que me dirigí hacia allí y de camino me encontré con la profesora. Con tantas cosas que me habían pasado estos días no me había parado a pensar por qué estaba ella dándonos clase y no mi profesor de siempre.
- Hola Alex, que pronto llegas. Mejor que el último día que llegaste tarde. - Me lo dijo con una sonrisa como si intentara caerme bien. De momento lo estaba consiguiendo.
- Hola Laura. Estoy bien, siempre suelo llegar pronto, aquel día me quedé dormido.
- Bueno veo que ya lo tienes todo preparado. – Señaló el libro de texto de lengua y literatura el cual ya había sacado previamente y llevaba en la mano.
- Si, no pensaba que fueras a llegar tan temprano e iba a aprovechar a ojear un poco el libro por encima.
-Eso está muy bien. - Se detuvo frente a la puerta del aula, sacó las llaves de la cerradura antigua que debía tener unos treinta años y abrió la puerta. Me invitó a entrar y encendió la luz. - Bueno Alex, dime, ¿Qué tal con Alicia?
En ese momento me dio un vuelco el corazón. ¿Por qué me preguntaba eso ahora? ¿Qué es lo que sabía exactamente? Mi cabeza se llenó de preguntas sin respuesta, me subió la tensión y me empecé a poner pálido.
_-------------------------------------------------------------
Nuevo capituleiro capitulin. A ver que os parece en los comentarios.
Un saludo calamares! :D



Comentarios
partyflipa - hace más de 10 años
Yo he tenido un momento de confusión con lo de "Me tocaba lengua". Porque aún estaba pensando en el beso y pensaba que te referías a la lengua de la boca. Pero luego ya he caído en que era la asignatura jajajaja... Quizá deberías ponerla en mayúscula, aunque la verdad es que no estoy muy segura. Por lo demás, esperando con ansia que se resuelva un poco el triángulo. Creo que el prota me está transmiriendo demasiado su confusión y nervios.
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.