Cibercorresponsales

¿Y a ti quién te manda, Effie? Capítulo 4

Publicado por corcheita44 el 06/03/2014 · Categorías: Humor, Pensamientos, Creación, LJDH, Diversión a lo grande, Cosas que me gustan, Cuentos, Historias, Effie Trinket, Novelas, ¿Y a ti quién te manda, Effie?

CAPÍTULO 4: Distrito 1

Tras unos minutos en el tren Haymitch me da un golpecito para llamarme la atención y me indica que mire a Katniss. El hombre que tiene frente a ella está parloteando sin parar y ella, por puro aburrimiento, le sigue la corriente. Aquel hombre habla con una voz bastante aguda y cuando articula las palabras tiende a cerrar los ojos de forma que quede una pequeña abertura por donde poder ver y a extender sus morritos de tal forma que un hilillo de voz muy suave salga de su boca. Entonces miro a Peeta que, apesar de estar pegado al cristal, se está riendo a carcajadas y a Katniss, que está conversando con el señor de la misma forma, con morritos y ojos cerrados. La risa contagiosa de Haymitch provoca que yo también me ría y así andamos, los tres riéndonos como unos tontos mientras Katniss entabla nuevas amistades. Al cabo de un rato, el hombre deja sus cosas en el asiento, levanta un dedo indicando a Katniss que vuelve en un segundo y se va. Ella aprovecha y se aproxima corriendo hacia nosotros.

-¿Y cómo se llama? -pregunta Haymitch apollándose sobre el codo.

-Se llama Juanillo -responde Katniss con una sonrisa. -¡Y es muy simpático!

-Te está tomando el pelo -digo. -¿¡Cómo se va a llamar Juanillo!?

-¡Que sí! -replica, y comienza a reír. -Me ha contado toda su vida: El por qué le llamaron Juanillo, de dónde viene, en qué trabajaba... porque ahora está disfrutando de la vida -recalca- y muchas cosas más -mira hacia su asiento y ve que Juanillo vuelve. -¡Uy! -pone unos morritos exagerados y cierra los ojos, cambia ligeramente la voz a un tono dulce, suave, agudo y... digno, llamémoslo así. -Ya viene, bueno voy a seguir con la conversación. ¡Adiosito! -se despide cerrando y extendiendo los dedos de la mano y vuelve a su sitio.

Haymitch vuelve a reír y me contagia de nuevo. Un rato después ya me duele la tripa de tanto reír y le suplico a Haymitch que pare. Dos horas después el tren se detiene y llegamos al uno. La señora que se sentaba al lado de Peeta se levanta y el respira fuerte dejando que su boca se llene de aire. Tiene toda la cara plana y roja por el lado izquiero. La gente coge sus mochilitas, guías turísticas y cámaras de fotos. Veo que Katniss se extraña porque todos los pasajeros bajan del tren. Haymitch, Peeta y Katniss salen antes que yo y cuando les alcanzo están los tres en fila mirando al frente. Les llamo y no contestan así que me pongo frente a ellos y compruebon que están muy confusos, con la boca abierta y las cejas levantadas. Entonces, una voz de mujer se oye tras la multitud:

-¡Bienvenidos al Distrito 1! ¡Comenzaremos por visitar las zonas más simbólicas del distrito, su edificio de justicia y, además, veremos cómo viven y trabajan aquí las personas! Por aquí por favor.

La guía comienza a caminar y todos -somos un grupo de dieciséis personas- le siguen. Yo tengo que coger a los tres personajes de las manos porque si no, no caminan.

-¿¡Pero qué es esto!? -dice Katniss desesperada.

-El Distrito 1 -digo.

-¡Ya, eso ya lo sé! ¿En qué tren nos hemos subido?

-Pues no tenía ni idea hasta que una vez en marcha llegué a la conclusión de que era un tren turístico -informo.

-P-pero...

-¡¿Tren turístico?! -añade Peeta asombrado.

-Entonces, supongo que el doce es el último... -dice Haymitch por lo bajo.

-Sí, así que calladitos, disimulando y portaos bien -les aviso. -No os encontrarán. Dudo que busquen en un grupo de excursionistas.

-¡Claro! -protesta Katniss. -Los agentes de la paz pensarán: "Fueron muy lisos al escaparse, ¿cómo narices se les ocurriría montar en un tren turístico?" Pues sí. ¡Lo hemos echo!

-Vale, vale... -la tranquiliza Haymitch. -Seamos optimistas. Mejor para nosotros, así no nos buscarán.

Katniss se calla pero sigue bastante enojada. Alcanzamos al grupo de gente y nos unimos a la visita. El Edificio de Justicia, los lugares donde los trabajadores obtienen sus materiales de lujo para exportarlos al Capitolio, museos, plazas...

Horas después, la guía nos lleva hasta un hotel para pasar la noche y antes de irnos a nuestras respecivas habitaciones nos informan de que al siguiente día visitaríamos algunas calles y monumentos importantes y la Aldea de los Vencedores. Ese tema les causó bastante interés a Katniss y Peeta. Dormimos de dos en dos así que Peeta y Katniss duermen juntos y a mí me toca con Hamitch -de nuevo- en otra habitación. Caminamos por los pasillos y vemos que Juanillo viene hacia nosotros.

-¡Lady Elizabeth! ¡Lady Elizabeth!

-¿Sí? -responde Katniss con un hilo de voz.

-¡Lady Elizabeth! Se dejó la rebeca en el tren -se la da a Katniss.

-¡Oh! ¡Muchas gracias! ¡Es usted todo un caballero!

-De nada, señorita -responde. -Que pasen todos muy buenas noches.

-Igualmente -decimos.

Esperamos a que se vaya y cuando estamos solos en el pasillo nos giramos hacia Katniss.

-¡¿Lady Elizabeth?! -preguntamos asombrados los tres al unísono.

-Sí, es un nombre tan... -Katniss mira hacia arriba pensando en sus palabras y le da ímpetu a la frase. -Tan respetable, tan de señora rica, tan de... ¡tan de Capitolio! -acaba la frase con el puño en alto.

-Pues lo que tú digas cielo -añado haciendo una mueca. Mi nombre no se parece en nada a ese y soy del Capitolio.

Los tres empiezan a reír y después nos vamos a nuestros cuartos. Me tumbo en mi cama preparada para dormirme.

-Buenas noches Lady Effie -dice Haymitch con una sonrisa.

-¡Cállate! -me giro y apago la luz.