Cuando elegir se convierte en privilegio (ULSF/Temp.5/Cap.7)

“Sin las Humanidades, la educación se convierte en adiestramiento.”
¡Hola a todxs!
¿Cómo estáis?
Hoy vengo con otro capítulo más de mi serie “Una lucha sin fin” (ULSF). Una serie en la que hablo sobre aspectos de la sociedad que me parecen injustos. En este post voy a hablar de un tema que me toca muy de cerca. Y seguro que a muchxs de vosotrxs también: la injusticia que vivimos en el bachillerato de Humanidades.
Hace poco nos dieron la matrícula para segundo de bachillerato, ese momento en el que se supone que es muy importante porque decides qué asignaturas vas a estudiar antes de ir a la universidad o un grado superior, esas que deberían conectar con lo que quieres hacer en un futuro. Pero en mi caso, y en el de muchxs en Humanidades, más que ilusión fue frustración.
¿Sabéis por qué? Porque apenas tenemos opciones. Solo tres asignaturas para elegir. Y no es cuestión de cantidad, sino de identidad. De esas tres, don están muy enfocadas a Sociales (geografía y economía) y la única que realmente nos representaba al 100%, Griego, ni siquiera se puede cursar porque el año pasado “no salió grupo”. Así que nos quedamos con un bachillerato dentro de un sistema educativo que al parecer prioriza las ciencias a las humanidades.
Y, por supuesto, no voy a menospreciar las ciencias u otras ramas. Todas las ramas son igual de válidas y yo me alegro que gente que estudie ciencias se les ofrezca la oportunidad de elegir entre seis optativas, porque así pueden elegir lo mejor para ellxs y sus respectivas carreras. Pero eso no significa que lo nuestro no duela.
Y es que sí, duele. Duele que el sistema educativo nos trate como si las Humanidades fueran de segunda. Como si elegir esto fuera por descarte o porque no valemos para otra cosa. Yo siempre he sido una chica que saca buenas notas y estoy aquí porque me apasionan las letras, los idiomas, los libros… Cuando imagino mi futuro, lo veo lleno de eso.
Pero la realidad es que nos quitan asignaturas, nos quitan opciones, nos quitan representación. Y claro, luego vienen la excusas cuando se deja de ofertar carreras: “No hay interés”, “no hay demanda”… ¿Cómo va a haber interés si desde pequeños nos meten la idea de que lo científico es lo importante y te asegura un futuro estable y Humanidades es todo lo contrario?
El sistema debería garantizar que todas las ramas tengan el mismo valor, oportunidades y respeto. Pero lo que vivimos es justo lo contrario. Tenemos derecho a elegir, a formarnos bien, a tener profesores que amen lo que enseñan y no sentirnos un peso en un sistema que no nos prioriza.
Ojalá esta situación cambie pronto. Ojalá dejen de recortar justo donde más se necesito cuidar. Porque las Humanidades no son un lujo ni un capricho: son nuestras raíces, nuestra cultura, nuestra historia. Sin ellas no podemos entender quiénes somos ni hacia dónde vamos.
Nos vemos en el siguiente post.
Un abrazo, Didi💜



Comentarios
clara stark - hace 5 meses
Se puede decir más alto pero no más claro.
Merecemos nuestras clases aunque sean pequeñas, merecemos la educación que elijamos y por supuesto, profesores que no abandonen una y otra vez al alumnado. El alumnado de humanidades tiene voz!
miss magic - hace 5 meses
el día a día de la gente de humanidades... está clarísimo que necesitamos más reconocimiento y ser tratados como el resto. Que somos pocos, pero existimos!!