CARTA A UN HÉROE ESPAÑOL
Héroes que vuelven a la guerra tras la libertad del sueño, héroes valientes y fuertes que sustituyen los miedos por armas y lágrimas por valentía enfrentando ese dolor ajeno. Se esconden, no dan su nombre y solo entregan su vida sin buscar reconocimiento alguno, escuchando las indicaciones del coronel o sargento.
Héroes que deben marcharse desconociendo el lugar hacia tierras lejanas, muchos sin despedirse de sus familiares o amigos. La lucha hacia la justicia del pueblo, es su meta y su guía. Se levantan y caminan hacia la calamidad sin saber lo que les envolverá la espalda, forjando así mejores destinos para la humanidad.
Noches largas, pensamientos ocultos, miradas hacia un futuro que parece ser que nunca llega, guardianes de lutos constantes en memoria de sus camaradas. Sienten nostalgia e incertidumbre pensando en el desconcierto del mañana y el nuevo episodio que este aguarda. Personas que esperan a que algo pase para que la sombra desaparezca, respetando su obligación al irse sin saber si volverán algún día.
A todos ellos, padres, hijos, nietos, tíos, hermanos, amigos…etc. ¡GRACIAS!
Gracias por ser así como solo vosotros sabéis ser, por aguantar el dolor ocultando en el corazón, demostrando la intrepidez y brío con los que os enfrentáis a la devastación, apartando de vuestro camino la cobardía con mucha rectitud.
Habéis aprendido a caer mientras sobrelleváis los problemas y a levantaros con confianza sabiendo que la contraria es una de las barreras en vuestro camino. Sois lo que casi nadie quiere ser, vais a donde muchos no desean ir, miráis el terror de frente, sentís escalofríos del temor y os regocijáis en momentos donde necesitáis el calor de vuestras familias. Poseéis los valores militares aprendidos en vuestra formación y a lo largo de vuestra vida que muchos aspiran a tener: INTEGRIDAD, LEALTAD, DISCIPLINA, SENTIDO DEL DEBER, RESPONSABILIDAD, COMPAÑERISMO Y VALOR. Sentíos orgullosos de vosotros mismos mientras los demás admiramos lo que hacéis por no tener el valor suficiente para imitaros.
Una vez más sin final, vosotros, valientes soldados de La Paz metidos en guerras llenas de odio que deseáis que este mundo de petróleo se pinte de colores, gracias.
Sueña España: “Nunca rendido, mil veces herido, tu coraje hará volverte a levantar”.
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