DISERTACIÓN
¿Nuestra identidad está determinada por la naturaleza, por la sociedad en la que vivimos o es independiente de ambas?
Conocemos como identidad el rol que cada individuo adopta en la sociedad y el concepto que uno tiene sobre sí mismo. Nos planteamos el dilema de ¿de dónde proviene dicha identidad? Podría provenir, natural e innata, de la genética, de cómo estamos predispuestos por nuestros genes, que nos condicionan como humanos. Por otro lado, puede ser creada a partir de las experiencias, de una sociedad y cultura que nos ata y ciñe nuestra identidad, vetándola como un corsé en torno al cuerpo; moldeando su forma. Una vez planteado el conflicto, veamos cómo los dos bandos se entremezclan. Cómo damos un paso más allá del simple nombre que nos identifica, más allá de ser humano. Es una pregunta que, autor tras autor, han comentado siglos atrás hasta nuestros días y, cómo no, yo aportaré también mis pensamientos.
Partamos de la visión de que la identidad, para mí, no es tan sólo nuestro nombre; en nuestro mundo existen personas completamente distintas con nombres idénticos. Tampoco proviene de nuestro aspecto físico, aunque puede condicionar nuestras vivencias nuestras conductas ym por tanto, nuestra personalidad para con el resto. Ésto me lleva a la tesis que a continuación expongo; nuestro yo, predispuesto genéticamente, es un conjunto de características que nos definen en una sociedad. La suma de todos los roles que asumimos personalmente y modificamos. Por partes; estamos predispuestos. ¿No hemos oído a caso alguna vez algo parecido a "me recuerda a su padre en sus gestos"?. Podemos ser completamente distintos, pero presentamos un patrón, similitudes familiares que, además se ven acentuadas por la convivencia. En algún momento de la historia, algo hizo que pasáramos de ser meros animales a seres humanos, algo genético. La idea de ser humano, segun Platón, sería este patrón. También genético es el aspecto físico, que condiciona nuestra conciencia y pensamiento al influir también en la conducta externa con nosotros. El cuerpo, unido al espíritu, nos identifica.
Sin embargo, autores empiristas, como Locke, basan la identidad en la memoria, que nuestras vivencias crean un yo con visión de futuro. ¿Naceríamos sin identidad, pues?. No muy alejado de tal disparate se encuentra Hume, quien afirma que el yo permanecería inmutable toda la vida por lo que la identidad, en tanto que va evolucionando a lo largo de los años, no existiría. Si nacemos en blanco, entonces cada ser se ve construído por las características que lo rodean y le van influyendo, por lo que sería sólo determinado por la sociedad y cultura, un patrón, como en la antigua URSS, en la que, cual panal de abejas, destinaban a cada ciudadano al trabajo para el que le creían mejor adaptado. Si sólo nos rigiésemos por la cultura, no habría habido originalidad, no habría rebeldes ni revolucionarios que, sobresaliendo, hubiesen cambiado el mundo.
En el otro extremo, tenemos a racionalistas, que defienden que nacimos ya on ideas, quizá no las mismas, pero como si hubiésemos salido de una cadena de montaje y, desde un punto de vista, más biológico, se presenta Lamarck, con sus caracteres heredados; las características del padre serán del hijo. Volveríamos al mismo problema; nadie sobresaldría ni habría cambio. Para refutarlo utilizaré el ejemplo de los hermanos gemelos que, con un código genético idéntico y para más razón, un físico igual, no tienen, ni mucho menos, la misma identidad, han vivido distintas situaciones que les han hecho distintos.
Con todo ello reafirmo mi idea; el conjunto de los roles que adoptamos en sociedad es una combinación perfecta y única. Distinta en cada ser. Nuestra sociedad nos influye, siendo ésto explicado en las similitudes entre personalidades y costumbres; personas de una nación que, lejos de caer en estereotipos, pueden seguir costumbres dictadas por su cultura. Es la superación del empirismo y racionalismo, es un idealismo trascendental, un Kant que defiende que el ser humano es activo; él influye y modifica la realidad a su antojo. La genética influye en nuestro "molde" y la sociedad da pinceladas al mural de nuestra identidad, haciéndonos vivir experiencias que van construyendo una persona, escribiendo capítulos en nuestra vida, pero al final sólo queda uno mismo, sólo queda lo que yo creo que soy y cómo yo me veo, éso es la propia identidad. Con condicionamenteo de ambos, realmente es el propio yo el que se determina a sí mismo.
Alicia González García Nº9 1ºE



Comentarios
ecuador g - hace más de 13 años
Hola Alicia, soy Álvaro de 1ºG. La disertación me parece que está muy bien realizada, queda clara tu postura desde el inicio, argumentas todas tus ideas correctamente y además completas tu opinión con las ideas de otros autores, también utilizas ejemplos de otros autores con ideas muy diferentes para poder observar el punto de vista de ambas partes. Y para finalizar tu conclusión es clara y concisa llegando a una respuesta que resuelva el enigma planteado. Álvaro Martínez Andrés 1ºG
ecuador g - hace más de 13 años
Hola Alicia, soy Axel de 1ºG. Tu disertación está muy bien. Me ha gustado mucho la forma de plantear la cuestión y la forma de responderla.Tus argumentos están justificados con los diversos ejemplos que pones con los diferentes autores que nombras. La forma de explicar que tienes es amena, lo que hace más fácil la comprensión de la pregunta, que puede llegar a ser un poco dificil de entender. La conclusión que expones es muy coherente debido a, que en ella fijas los preceptos en los cuales se apoya la teoría que tú defiendes. Para con concluir, digo realmente que me ha gustado mucho tu disertación. No sólo por su contenido si no también, por la forma de decirlo y argumentarlo. JAIME AXEL MORALES COLDEIRA 1ºG
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.