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La revuelta de las putas "De víctima a activista"

Publicado por fersa el 21/01/2023 · Categorías: Libros, Política, Derechos Humanos, Opinión, Reflexiones, Feminismo, Movimientos Sociales, Crítica, Denuncia, Violencia

Es muy difícil para mí plasmar toda la fuerza, sentimiento y emoción que el libro de Amelia Tiganus (La revuelta de las putas) me transmitió. Este libro refleja una realidad, una violencia sistemática parte de un sistema aún más grande: El patriarcado. Refleja una historia, su historia, como somos menos libres de lo que pensamos, refleja un punto de vista, un modelo teórico y una solución: El abolicionismo.

En su primer capítulo: "Memorias de cómo se fabrica una puta"  Amelia hace un recorrido por su persona, la mujer actual que escribe y hace activismo y la niña y adolescente que fue, como la educación,como la infancia, y la adolescencia marcaron su vida con el sello de puta, fue la sociedad la que la hizo puta, no ella. Tiganus se reconoce como víctima, habla de la importancia de hacerlo, aunque queda muy claro que: "Ser víctima NO es un estado mental y social permanente e irreversible". Del mismo modo, en su segundo capítulo relata sobre la experiencia de haber sobrevivido a lo que ella llama "El prostíbulo, mi campo de concentración" donde expone el sistema prostitucional, cómo funciona, en qué se sustenta etc. Ella denuncia que España es un país proxeneta, en el que cuatro de cada diez hombres han consumido prostitución, en el cual hay más de cien mil esclavas sexuales, en el que la prostitución el "alegal" ¿Acaso podemos hablar de igualdad?.

"Ningún hombre sería violador o putero si delante de él, en vez de ver un objeto de deseo y consumo, viera un ser humano; una mujer, con sus sueños y derechos."

El libro en general es una crítica al patriarcado, al capitalismo neoliberalista y sobre todo al sistema prostitucional, este sistema que convierte a las mujeres, con vidas, familia, autonomía, sueños, futuro, en cuerpos para procrear, para penetrar, cuerpos desconectados de la vida propia, cuerpos al servicio de los demás. Vidas destruidas. Es curioso cómo ella cuenta que dejó de sentir como mecanismo de defensa automático. Le arrebataron todo lo que la hacía persona. "Duele volver a la vida. Duele tanto como cuando me la robaron. Me acostumbré a vivir sin vida. Y pensaba que no sentía nada porque estaba bien."

Es completamente devastador leer la realidad de decenas de miles de mujeres que la sociedad neoliberalista y patriarcal le ha arrebatado la vida (literal y metafóricamente), mujeres que "han elegido" ser "trabajadoras sexuales". Justamente en el tercer y penúltimo capítulo Amelia hace un análisis con datos y estadísticas de los feminicidios entorno a la prostitución, de los distintos modelos teóricos que existen conforme a este tema y por qué el abolicionismo es la solución. Pues Amelia expone que pagar por sexo es una violación con la única diferencia que hay un billete de por medio, ella explica que el sexo te atraviesa y cómo te destroza, explica por qué no puede ser un trabajo.

Recuerdo que en una de sus entrevistas, en el programa de Sindy Takanashi, Tiganus explicaba con una analogía las diferencias entre ejercer un trabajo, por ejemplo, fregar escaleras, y ser prostituida. Pues cuando estás siendo prostituida es la mujer la fregona con la que se friegan las escaleras. El máximo exponente de la cosificación y el patriarcado. La dominación absoluta hacia la mujer, la eliminación de su individualidad, de su ser. "Pagar por la fuerza de trabajo es emplear un servicio. Pagar por poner a una mujer al servicio de tu deseo sexual es esclavizar."

A parte de hacer esta gran crítica al sistema, Amelia propone la solución, la prevención, reparación y protección. Dejar de culpar y hacer responsable a la mujer prostituida y atacar al brazo ejecutor del sistema prostitucional. A los que ella llama: Los puteros.

En el último capítulo: "A mis hermanas", Amelia dedica un mensaje a las mujeres, a las mujeres "libres" y a las esclavizadas, a las regulacionistas y a las abolicionistas. Un mensaje emotivo y claro, que termina diciendo: "Nuestra supervivencia ya no puede seguir sujeta a la servidumbre. Queremos igualdad, justicia, y libertad. <Privilegiar la libertad sobre la igualdad, la libertad sobre la justicia, no es sino liberar aún más el poder de los poderosos>".

 

Me parece una obra de arte como Amelia plasma algo tan duro de leer con una delicadeza que te impide dejar el libro a medias.

En relación a lo que he escrito, os propongo lo siguiente:

Con este libro he estado a punto de llorar un par de veces. Es uno de mis libros favoritos, podría considerarlo mi favorito.