No seas otra veleta.
El mismo sonido desesperante de todas las mañanas que interrumpía mi mejor momento del día. A pesar de ello, me quitaba esa mala cara e intentaba ser positiva. Pensaba: "hoy es otro día y voy a cambiar ". Y... si esperabas algo positivo... no me funcionó.
Estaba harta de levantarme siempre con la misma idea y acostarme cada noche con absolutamente todo lo contrario, con un remordimiento por dentro, un peso encima y no saber exactamente lo que era, ni cómo quitarlo. De dar la imagen que no era al resto.
Muchas veces, como dicen, me daban ganas de comerme el mundo, pero eso solo me pasaba cuando estaba sola y en mi mente planeaba situaciones que nunca llegaban a ocurrir. Otras, sin embargo, parecía que el mundo me quería comer a mí, porque esas situaciones nunca llegaban, o si lo hacían, salían fatal.
Sabía que podía dar más de lo que daba, era fácil: sólo tenía que ser una veleta, ir hacia donde el viento soplara, donde las personas fuesen. Solo seguirlas.
Probé a esconder mis sentimientos, mi sensibilidad de mierda, detrás de una máscara*, para poder congeniar con la gente que parecía no tener ningún tipo de problemas ni preocupaciones, felices siempre, y con un montón de amigos. Yo quería sus máscaras, e intenté. Pero no lo conseguí. Entonces tampoco me sentía a gusto y me daba cuenta de que tampoco congeniaba con casi nadie.
Cada día que sonaba el despertador, aparte de que ese sonido era capaz de desatornillarte la cabeza, más confusa estaba. Y no sé si era la edad del pavo lo que tenía en la cabeza, ni si sigo en ella, pero esa etapa no me moló nada.
Después de un largo tiempo, pensé que la que no congeniaba no era yo, sino todos conmigo. Hasta que a una persona, o personas, que me ayudaron a ser lo que soy ahora, y me regalaron momentos de sus vidas y situaciones con los que aprendí a hacerme más fuerte (aunque no menos sensible) y menos ignorante. Entonces te das cuenta de que el mejor momento del día no es ese antes de que suene el desesperante sonido.
Maldita timidez. Así que solo te puedo decir, amigo, que no te afecten los comentarios de los demás respecto a tu forma de ser y, sobretodo, no te dejes llevar. Ríe cuando tengas que reír o llora cuando tengas que llorar. A cada uno nos duele una "tontería". Así que basta de sufrir por lo que otros piensan.
Solo hace falta encontrar las personas adecuadas. Y encontrarte a ti mismo.




Comentarios
rocio_dreamcatcher - hace más de 9 años
¿Sabes qué? Tienes toda la razón.
prisionera de la ωeb - hace más de 9 años
Jamásssss.
partysummer - hace más de 9 años
Temazo el de Scorpions!!
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