El Pozo de Los Mil Demonios
El Nisson Patrol rojo se detuvo frente al portillo de madera.
La mujer que conducía bajó. Abrió el portillo, subió otra vez al jeep , lo puso en marcha. Cruzó la entrada, frenó. Bajó otra vez, ahora con una cadena y un candado y cerró la entrada de forma que nadie pudiese pasar.
Poco después, el Nisson avanzaba lentamente por un camino polvoriento y lleno de baches. La luz de la luna iluminaba una casa oscura y fea. El jeep se detuvo al lado de la casa, junto al pozo.
En el coche había dos personas, y ninguna de las dos parecía respirar.
La mujer encendió un pequeño incensario. No olía a incienso. Apestaba a gato muerto.
El hombre la miraba sin aliento y observaba la oscuridad de su alrededor como si mil demonios furiosos fuesen a salir del pozo. Era exactamente eso lo que a él le atemorizaba, porque sabía que podía ocurrir.
La mujer sacó un frasco de una bolsa. El hombre tenía miedo. Quería escaparse, huir, pero ya era demasiado tarde. De repente la mujer, casi gritando, dijo:
-Envíanos a tus ángeles para que vigilen esta casa, este jardían, este lugar...¡en el nombre de Dios!¡Yo os conjuro!------movió el incensario lentamente y del frasco dejó caer algunas gotitas.
El hombre en ese momento se preguntó si realmente podía confiar en ella.
Él mismo cogió las maletas del jeep y las cajas llenas de papeles, porque no se atrevía a darle órdenes a la mujer, que se llamaba Selena.
Subió por las rampas y escaleras mecánicas hasta llegar a su cuarto. Dejó las maletas de cualquier manera encima de la cama.
En la mesilla de noche vio la fotografía de su sobrino Robbins. A continuación se dirigió al teléfono, para comprobar que funcionaba todavía. Sí, efectivamente. Todavía funcionaba, a si que pudo hablar con Robbins.
-¡No quiero saber más de esa maldita casa, ya te lo dije!-gritó Robbins- ¡No pienso volver nunca más por ahí!
-Robbins, maldita sea, estoy en casa yo, ahora mismo. ¡No pasa nada! No pasa nada extraño alrededor del pozo, ni se oyen ruidos raros, ni nada de nada. ¡Te lo juro! ¡Pero ven rápido! ¡Te necesito!
-Llámame dentro de dos días y hablamos. Si no te has vuelto loco a lo mejor decido hacerte una visita...
-¿Dos días? ¡Será demasiado tarde! Selena dice que tiene que ser precisamente mañana cuando nos metamos en la cueva.
-¡Cuando me meta yo en la cueva, querrás decir! Parker, conmigo no cuentes--Robbins colgó.
En ese instante la mujer apareció por la puerta y clavó su mirada en Parker. Se dijo a sí mismo:
<<Me ha oido. Ahora me matará, seguro. Es una bruja. Y, además, esta mujer ya no me necesita para nada>>.
Parker ahora se sentía solo. Miró a la mujer y le dijo:
-No quiere venir.
-Ya lo sabía-respondió ella.
-Tendremos que buscar a alguien-respondió Parker con miedo a que le señalara a él.
-Mañana buscaremos a alguien.
Aquella noche Parker no durmió bien.
No se oía nada. No se oía a nadie. La casa estaba vacía y oscura. ¿Tan bien funcionaban aquellos exorcismos de Selena? Seguía pensando en aquellos espíritus del pozo. Pero aún era más horrible compartir la casa con ALGUIEN CAPAZ DE DOMINARLOS .




Comentarios
partyflipa - hace más de 11 años
¡Oh! ¿Habrá segunda parte? ¿Acaba así?
prisionera de la ωeb - hace más de 11 años
Me has dado una idea!!! Pues me voy a plantear hacer una 2° parte ;)
partyflipo - hace más de 11 años
Eso, eso... ¡queremos segunda parte! ;)
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