Cierra los ojos, siente.
Cierra los ojos.
Siente.
¿Qué es lo que te trasmite tu canción favorita? Alegría, tristeza, nostalgia…
¿Cómo lo describirías? No creo que te resulte difícil. ¿Son cómo líneas ondulantes? ¿Paralelas? ¿Chocan entre sí?
Seguro que lo hacen. Bailan juntas al compás de la guitarra. Sin alejarse demasiado la una de la otra en ningún momento. Queriéndose.
¿O es sólo una única línea? Que camina sola, sin detenerse, sin mirar hacia atrás. Pensando en el futuro que le espera al final del camino. Pero viviendo el presente.
¿A quién te recuerda? Puede que a esa persona a quién tanto quieres. Aunque sea sólo en silencio. ¿O es a ese familiar lejano al que hace mucho que no ves? ¿A algún amigo? ¿O a tu “yo” del pasado?
Seguro que te recuerda a alguien.
¿No sientes como el tiempo pasa más despacio cuando la escuchas? Pero cuando la escuchas de verdad. Cuando sientes incluso la respiración del cantante. Las pausas. Las notas de cada instrumento. El significado oculto de la letra.
Estoy segura de que lo sientes.
¿De qué te entran ganas cuando la escuchas? ¿De reír? ¿De saltar? Quizás te inspire para escribir algún relato, o una historia completa. O quizás para dibujar ese cuadro que tanto llevabas buscando. ¿Te entran ganas de ir a algún lugar en especial? ¿De volver en el tiempo a aquel momento de tu vida? ¿O te entran ganas de llorar? De tristeza, rabia, alegría, nostalgia… lo que sea.
Seguro que te entran ganas de hacer algo.
Y ahora, cierra los ojos.
Y siente.
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