Y llovimos.
Y llovimos.
Llovimos tanto que no podía ver más allá de nosotros.
Llovimos tan fuerte que estuvimos inmersos en nuestro propio sonido durante toda la tormenta. Ignorando todo a nuestro alrededor.
Llovimos tan secamente que tus manos, al tocarme, dejaban marcas sobre mi piel.
Y llovimos. Fue...




