Y llovimos.
Y llovimos.
Llovimos tanto que no podía ver más allá de nosotros.
Llovimos tan fuerte que estuvimos inmersos en nuestro propio sonido durante toda la tormenta. Ignorando todo a nuestro alrededor.
Llovimos tan secamente que tus manos, al tocarme, dejaban marcas sobre mi piel.
Y llovimos. Fue la tan esperada lluvia después de la sequía. Necesitábamos esa lluvia tan desesperadamente que no nos importó acabar empapados.
Y llovimos.




Comentarios
- hace más de 9 años
Jo. Me encanta. Dos palabras. QUIERO MÁS
atenea - hace más de 9 años
Es un texto muy bonito y con un lenguaje figurado muy limpio y delicado. Te propongo que lo amplies. No te pongas límites, porque creo que en tu cabeza hay mucho más y 27 letras no tienen pocas combinaciones.