QUÉ ES
¿Qué te ha llevado a pensar que ya no te sirve? ¿Habrá sido el alegre agitar de su cola al verte despierto? ¿Su húmeda lengua saludándote? ¿Sus ojos mostrándote todo el amor que un ser vivo puede entregar?
¿Qué es lo que te lleva a meterle en el coche? ¿La alegría que transmite creyendo que va a salir? ¿Esa mirada de agradecimiento?
¿Qué es lo que te lleva a parar en medio de ese desierto? ¿Esa mirada de confusión? ¿Esa mirada de curiosidad? Porque eso es lo que te preguntan sus ojos. Pero no te temen, no, no hay miedo. Está confuso, pero te sigue queriendo. ¿Es por eso?
¿Qué es lo que te lleva a abrirle la puerta? Sale, obediente y contento, y te mira, te espera sentado. Es eso, ¿verdad? Sabes que va a esperarte sentado, por toda la eternidad.
¿Qué te lleva a cerrar la puerta? Estás viéndole aún, es eso. No quieres que vuelva a entrar, porque te quiere.
Has visto que algo ha saltado en su mente. Es miedo, lo sabes. ¿Es eso lo que te alenta a arrancar el coche?
¿Es esa mirada de temor, de terror, de pánico que ves a través del cristal, la que te alenta a aumentar la velocidad? ¿Es verdad que las ventanas de tu coche tapan el sonido de sus ladridos? Por supuesto que no, no hagas como que no los oyes.
Y es por eso, porque oyes que te grita, aterrado y llorando, rogándote que le esperes, que le lleves a casa, que le perdones por algo, por lo que sea que te haya enfadado. Te jura que será bueno, que no volverá a romper las zapatillas, que no ladrará cuando llamen a la puerta, que no jugará a la pelota por la noche y que no tirará de ti cuando pasees.
Sería capaz de dar su vida ahora y siempre, solo porque fueses feliz, y lo hará, lo hará porque su cuerpo no aguanta. Te hará feliz porque sus patas ya no podrán seguirte, y porque te quiere. Pero su mirada sí lo hará, porque le has mirado a los ojos. Y es posible que hasta se arrepienta de quererte, porque te hace daño, y él quiere que seas feliz.
¿Qué es lo que te lleva a no volver? ¿Es acaso esa mirada rota, húmeda, esa pequeña luz de esperanza pura que nunca se desvanecerá?
¿Qué es lo que hace que duermas tranquilo, en tu cama, en la cama que antes era de los dos? ¿Es ese vacío que se queda en tu corazón al saber que el amor más puro se ha perdido en un desierto carente de emociones? Sabes que acabará muriendo en ese desierto, igual que su mirada en el desierto de tu propio corazón.
Pero él sigue llorando, corriendo, buscando, esperando encontrarte para ponerse boca arriba y pedirte perdón.
Y si volviese, ¿le perdonarías? ¿Se lo perdonarías todo? ¿Le perdonarías por mirarte, por saludarte con su lengua, por agitar la cola, por quererte, en definitiva?
No, no lo harías, porque él no va a volver a tu corazón, y eso es lo que hace que te sientas bien.
¿Qué es lo que hace que lo vuelvas a hacer? Es por eso, porque aún te acuerdas del primero, y del segundo, y del tercero… te acuerdas, y les echas de menos. Les quieres, te quieren, y les castigas por ello, y les sigues queriendo. Pero el agua en el desierto dura muy poco, igual que un corazón puro en brazos de un amor contaminado. Igual que un ser inocente en manos del demonio.





Comentarios
corcheita44 - hace más de 9 años
Maldita sea. Tengo un nudo en la garganta, y es que estos temas me tocan mucho. Además, tu manera de escribir... no sé cómo lo haces, en serio. Es algo mágico. *-*
meibiparty - hace más de 9 años
Tan necesario concienciarnos de estos temas...gracias por compartirlo de esta manera, con estas palabras, con esta emoción. A difundirlo!!
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.