Creo saber una historia, creo que empezaba...
Una suave brisa hace crujir, estremecerse, las estivales y resecas ramas del hayedo. A lo lejos se observa la calma, la oscuridad, la noche. Los sonidos nocturnos absorben toda la atención de cualquier caminante que se adentra por este bosque. Pero hoy el bullicioso bosque esta callado, muerto, expectante a algo que está a punto de acontecer; un crimen, una luz con forma de sombra que con reparo a lo superior ejercerá las veces de juez y parte. Un pequeño pueblo en el profundo valle, un bosque que escondía mucho secretos, y las lágrimas de una joven que no sabía por qué la habían juzgado.
El tribunal estaba reunido. El pueblo expectante. La historia del final debía comenzar. Era una bruja, había conjurado a Satán, había volado a un aquelarre y había practicado una sodomía donde había perpetuado su cuerpo al placer de lo maligno, a lo prohibido, a lo desconocido. En realidad ella solo había amado, solo había deseado, solo había querido encontrar la verdadera felicidad con quien no debía.
El conde tenía una hija. Era una hija bellísima. De unos preciosos ojos verdes, con el pelo el color que tenia el bosque en otoño. Tenía también unos rasgos como si de porcelana se tratasen, y unas curvas que recordaban a las proporciones áureas de los griegos. Pero tenía un solo problema a los ojos de su padre; no le importaba que fuera hombre o mujer, su mirada de deseo no tenía limites. No le importaba que fuera noble o un vulgar peregrino, la hija era ninfómana. Y en la mirada lasciva entro un día ella. La que ahora iba a ser ejecutada.
Nuestro conde las pillo en su propia casa, y aunque los rumores ya corrían debido a verlas juntas por el frondoso hayedo, el no lo había podido creer. Pero ahí estaban. Esto no debía de salir de su círculo más cercano. La detuvo y la mandó juzgar por brujería. No fue difícil comprar testigos. Y en dos semanas la joven ya estaba siendo torturada. Durante largas horas de dolor donde el metal, la herrumbre y la carne se mezclaron, la humanidad de la chiquilla se perdió. Los gemidos de dolor y el sudor amargo del sufrimiento apelmazaban el aire e impedían respirar. Finalmente confesó, necesitaba acallar el dolor, había sido ella, no sabía el qué. Pero eso era seguro, había sido ella y no se arrepentía.
La pila de troncos y ramas estaba ya preparada. Con una mirada de desaliento, la desarrapada y mugrienta joven miró al cielo. Intentó llorar pero no pudo, ya no podía. Había llegado su hora y ya no había vuelta atrás. Al menos esperaba que tras morir, sus cenizas cayeran al hayedo; donde murió su padre, donde murió su abuelo, donde junto a la hija del conde conoció la palabra amor. De pronto se dio cuenta que estaba rodeada de la muchedumbre. Gritaban, la insultaban, y aporreaban el carro que la llevaba al cadalso. Solo eran veinte metros de viaje, pero duraron más que el resto de su vida. La desnudaron y la dejaron sola ante el verdugo, no se había arrepentido de sus pecados, no se merecía nada.
La pira fue encendida por el verdugo. Tardó en encenderla pues de pronto se avivó un fuerte viento que agitaba todas las ignorantes almas que observaban a la traumatizada muchacha. Pero encendió. Un abrasador calor subió de repente hacia el desnudo cuerpo de ella. El humo le impedía respirar correctamente y las lágrimas se saltaban de los ojos debido a las partículas de cenizas que subían a su cara. Como el último aullido de un lobo antes de morir, gritó, gritó su último aliento, no lo exhaló. Lo uso como si de un martillo se tratase y golpeó las afeadas almas de sus conciudadanos. Estos, pararon de insultarla y se callaron. No dijeron más.
Y de pronto todo se acabó. Su cuerpo dejo de responder. Su carne se transformó en cenizas; su grito, en libertad. Algunos dicen que todavía se ve su ánima por el hayedo, pero yo creo haberla visto en la tumba de la hija del conde, llorando por no haberla dado el último beso antes de morir, por no poder compartir la eternidad con ella.



Comentarios
piuw de lao - hace más de 11 años
He de decirte q no soy muy bueno para poner comentarios y menoa desde el mobil, pero bueno. La verdad me parece una historia muy bien redactada, me alegra saber q tengo a mi alrrededor a grandes escritores como tu o rocio_dreamcatcher
rocio_dreamcatcher - hace más de 11 años
Es increíble cómo nos haces sentir el dolor, oír el grito, meternos en tu historia hasta el punto de vivirla como si estuviéramos ahí. Gracias
corcheita44 - hace más de 11 años
*Sin palabras* me parece increíble y estoy de acuerdo con rocio-dreamcatcher. Es maravillosa esta historia, sin duda una de las que más me han gustado. Enhorabuena.
coke - hace más de 11 años
Muchísimas gracias corcheita44 y rocio-dreamcatcher. ^^
partyflipa - hace más de 11 años
Mi frase favorita: "Su carne se transformó en cenizas; su grito, en libertad." Por cierto, ¿el dibujo es tuyo?
coke - hace más de 11 años
No, no es mio. No tengo el placer de poder dibujar medianamente bien. Solo se escribir, hablar y componer.
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