Cibercorresponsales

Deben de estar de broma...

Publicado por coke el 26/11/2014 · Categorías: Pensamientos, Crítica social, Noticias

Llego a casa y enciendo la televisión. No se exactamente porqué, sabiendo que cualquier barbaridad puede pasar ante mis ojos con total normalidad. Hago "zaping" como cualquier persona, pero me detengo ante una noticia que surge del televisor. Una noticia con apariencia de normalidad. ¿Qué será; corrupción, guerras, hambre, miseria o el nuevo perfume de un futbolista? Pero extrañamente no es ninguna de esas cosas. Es algo tan gracioso que me echo a reír como desde hacia mucho no reía. Por fin la clara muestra, la prueba de que estaba en lo correcto. Tenemos un problema y no sabemos cuan grande que es.

Sí. Hablo de esa noticia, de ese extraño suceso que estaba aconteciendo delante de nuestros ojos y como buenos españoles no nos estábamos dando ni cuenta. Me estoy refiriendo a esa pequeña molestia que ha surgido de pronto a los políticos y a determinados empresarios por su incompetencia. Es el ya conocido como "el pequeño Nicolás". Una broma, una metáfora de esta ciega sociedad. La clara muestra de como cada uno de nosotros nos tragamos la mentira más absurda siempre que parezca mínimamente veraz.

Este pequeño (con sus 20 años ya cumplidos) ha estado estafando y mintiendo a todo lo que se ponía por delante con su melomanía y con su propio autoengaño, extrañamente los mayores engañados fuimos nosotros. No se vosotros, pero a mi se me saltan las lágrimas de risa al imaginarme la cara de todos esos personajes ilustres que tras ver la noticia se enteraron de como este aparente ser indefenso les engaño en toda la cara con mentiras tan fantasiosas que creyeron reales.

No me voy a explayar mucho mas, porque tampoco me apetece dar bombo a una broma tan pesada como la que nos han hecho. Solo quiero pedir desde mi humilde opinión que un poco más de cuidado. Un poco más de conciencia. Por lo que más queráis, si sois tan inteligentes que podéis gobernarnos o mantener este sistema a flote, que no os vuelvan a endosar una de estas; por que si no, yo me muero de la risa.