Capítulo 3 (Fan Fiction) Whispers in the shadows
Tom se sentó y apoyó con la espalda en la pared. Siguió escuchando la historia que le contaba su nuevo profesor.
- Bien, ya que sabes que eres un mago he de informarte de cómo será tu vida allí.
Tom, maravillado no dejaba de esbozar una sonrisa cada vez que decía que era un mago, se sentía poderoso, fuerte, más de lo habitual.
- El día uno de septiembre partirás con el Expreso de Hogwarts hacia tu nuevo hogar.
- ¿El Expreso de…?
- Hogwarts, el tren que te llevará hasta tu nueva escuela. No sin antes conseguir tu nuevo material de clase, los libros un animal de mascota, un caldero y una varita. – dijo Dumbledore, más severo pero siempre con ese tono paterno en su voz
- ¿Una varita? – preguntó Tom
- Para poder realizar magia. Has de tener cuidado, no debes hacer magia ni fuera de la escuela ni sin la presencia de un adulto. Las consecuencias son la expulsión de la escuela y la cárcel en Azkaban.
- ¿Azkaban? – volvió a preguntar Tom con mirada de terror.
- Si es la prisión del mundo mágico en la que todos nuestros enemigos están dentro de ella – explicó el profesor.
Tom escuchaba con energía pero no le gustaban las ideas que trataban de encerrar o pillar a alguien por hacer algo mal e actuar incorrectamente.
- Pero tranquilo, no vas a ir a la cárcel por haber hecho algo de magia ya que todavía no sabías que eras un mago.
Tom suspiró aliviado. La presión le podía ya que estaba alegre y a la vez nervioso, saber que estaba a salvo le satisfacía mucho.
- Bien, para conseguir el material…-continuó Dumbledore – necesitaras ir al callejón Diagón
Tom le miró sorprendido. El nombre “el Callejón Diagón” no lo había oído nunca. Era un nombre extraño para pertenecer a Londres, a si que para apaciguar sus dudas pregunto:
- ¿Dónde, señor?
- Es callejón Diagón, es el lugar en Londres que solo saben entrar los magos, lugar donde se consiguen los objetos necesarios para trabajar en la escuela.
- Perdón señor pero… ¿ cómo voy a comprar todo lo que necesito si no tengo dinero? – se entristeció Tom
- No te preocupes por eso, Tom, el colegio tiene una zona de recaudación que tiene dinero suficiente para dar a los jóvenes con problemas económicos, aunque no creo que tus padres te dejaran sin nada o tus antepasados, tendremos que preguntar en Gringotts, el banco de los magos.
- ¿Ahí puedo tener dinero? – curioseó Tom.
- Sí, pero no es seguro a sí que he de preguntar a Griphook… bueno que me pierdo, ¿cómo llegar? Tendrás que ir al Caldero Chorreante, allí te encontrarás con Tom, no será difícil recordar su nombre ya que se llama como tú.
Tom lanzó una mirada furtiva y a continuación hizo una mueca de desprecio. Al parecer, no le gustaba que otras personas se llamaran como él, era una señal de debilidad, Dumbledore observo su cara y decidió preguntar:
- ¿Qué ocurre? Hay mucha gente que se llama Tom, ¿Por qué pones esa cara?
- Mi padre se llamaba como yo según me contaron, y supongo que él fue el mago, porque si fuera mi madre no hubiera fallecido.
A Dumbledore no le pareció oportuno nombrarle que la magia no revive a los muertos ni ayuda a las heridas tan graves.
- Bueno, vendré a buscarte en 3 días para…
- ¿Va venir a acompañarme? – preguntó Tom.
- Si quieres…
- No, puedo hacerlo yo solo – dijo Tom, seguro de sí mismo
El profesor Dumbledore asintió. Le dio un mapa de la zona de Londres, un billete para el tren y una bolsita de dinero. El profesor Dumbledore le miró a los ojos y en un instante vio pasar la vida del pequeño. Su estado de ánimo era de una persona perdida que no sabía qué hacer, qué necesitaba ayuda. Su madre, Mérope Gaunt era la bruja aunque su padre pensaba que era una squib. La vida de los Gaunt era perfecta, típica familia de ricos, que detestaban a los muggles y no manchaban su reputación con los sangre sucia. Todo estaba en paz hasta que se llevaron a su padre y a su hermano a Azkaban y ella se quedó sola. Se enamoró de un muggle y en un amor con gato encerrado tuvieron a Tom. En sus ojos marcaba la luz de desesperación y su expresión del rostro era de tristeza por no haber sentido el amor de sus padres. Dumbledore se levantó y le tendió la mano. Lo que Tom no sabía es que el profesor estaría vigilándole. Fue a salir por la puerta cuando le dijo Tom:
- También hablo con serpientes, las oigo, susurran cosas. ¿es algo normal en un chico como yo?
Dumbledore tardó en contestar pero las palabras salieron entrecortadas.
- No es usual, pero tampoco es imposible
Nada más salir de la habitación, se quedó pensando: “Hablo con serpientes, las oigo, susurran cosas…”
Vio que el pasillo estaba vacío así que para aprovechar el tiempo se apareció justo en la entrada a Hogsmade, un pueblo lleno de nieve, cubierto de magia.
¿Qué hay nefilims tributos divergentes semidioses potterheads y criaturas literarias de la red? Yo soy Selenita y aqui os mando otro capítulo de mi fan fic de Lord Voldemort. Espero que os guste y siento escribir tan tarde pienso compensarlo lo prometo. Os quiero!



Comentarios