Requiem al sueño en silencio.
Y entonces, llegas a la cúspide de la montaña de cristal.
A lo más alto.
Aquello que solo alcanzas con prosperidad, aguante, que sostienes con lo mejor que tienes. Tus propias ganas de existir. Existes. Eres tan real como ese viento que roza tu cara cuando te sientas en el borde, viendo como...




