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Simplemente, tú.

Publicado por lissie el 04/10/2014 · Categorías: Creación

Espacios llenos de palabras vacías que flotan lentamente hacia el espacio transportando el sueño de una mente inquieta que no para de dar vueltas a mi alrededor. Y es que ese eres tú, aquel zig-zag que no cesa en mi pecho, que se escapa entre el hueco de mis dientes al esbozar una sonrisa; dibujando un te quiero en el aire invisible para todos, únicamente  perceptible ante tus ojos.

Nuestras manos se rozan y es entonces cuando yo siento que mi piel se une a la tuya formando una única mano, como el hierro cuando se derrite, enfría y se junta con otra pieza de hierro derretida formando un material doblemente fuerte. Y es que, el dolor es el fuego que nos une y fortalece nuestro espíritu.

Tus caricias se estampan en mi cara como si se formara una nebulosa de emociones que divaga por el más infinito universo intentando recomponer las piezas que forman nuestros derruidos corazones. Mas ese intento acaba en una explosión de sensaciones que forma un sistema solar lleno de besos, caricias, abrazos y miradas indescifrables por los ignorantes de este sentimiento que nubla nuestros corazones.

Y si no puedo volver a disfrutar de tu sonrisa, mi mirada pierde el sentido y la llama chispeante se apaga y no me deja crear una hoguera con la forma de tu nombre como señal de S.O.S. Pues tú salvas mis pasos, recoges mis lágrimas en un tarro de cristal, reconstruyes el mundo que un día creí descompuesto.

Tú, aquel que eleva mi alma y la sostiene en el cielo sin dejarla estamparse contra una tierra llena de cristales; aquel elemento más esencial que el oxígeno que alimenta mis pulmones. El mar que me abraza cuando me creo atrapada en un desierto de arena, el sentido que rompe los esquemas de mi locura y le da cuerda a esta abandonada  cabeza, aquel foco que alumbra mi camino entre el tumulto de personas apagadas, la debilidad que erosiona mi fortaleza, el sendero de nubes blancas que despeja mis tormentas enviando relámpagos de aliento, la marea que sube y baja marcando el ritmo de mis pulsaciones, la luna llena que completa mi firmamento.

Simplemente, tú.