La culpabilidad del cazador
Me encontraba en esas cuatro paredes
que me aislaban de lo conocido
quizá merecía que castigo que le imponen a los ruiseñores
cuando consiguen derruir sus últimos instantes de libertad;
apretando el gatillo sin piedad alguna y saboreando el dulce sabor de la victoria,
sabiendo que tienen entre sus garras a la presa.
Sin embargo, son ellos los cobardes
porque se resguardan bajo las armas que han dado pie a tanta confraguación.
Y somos nosotros, los niños, quienes no merecemos estos hechos
que hacen que esta hipocresía nos alcance,
con sus críticas y señales que producen en tu interior una sensación de amargura y vacío,
al igual que lo mucho que deja de desear este mundo y lo deplorable que es.
Puede que no tengamos remedio, que nuestro juicio no alcance a hacernos saber qué hacemos mal.
Pero aquellos que se esfuerzan en que las gentes les teman, son los que menos sentido tienen, pues de esa manera el desolador camino se les tornará lúgubre y oscuro, y por muchas proezas que realicen y hombres que construyan, dentro de ellos seguirá reinando la aflicción que conlleva que otras tantas copias más de la sociedad disminuyan en fragmentos lo poco que queda de nuestra esencia como humanos que somos.
Es tan sencillo como la mirada de un recién nacido; no sabes lo que le depará el futuro, si será el que más vidas salve o el que más corrumpa y discrimine.
Y es que por alguna razón oculta acometemos unas acciones o incumplimos las normas, pero siempre va a haber alguien o algo que nos impida hacernos valer por nosotros mismos y que nos cieguen con la arena más letal: el odio y la culpabilidad...
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Me inspiré en la película ''Los niños del coro'' (Les choristes).
La trama se centra principalmente en un músico que ejerce en in internado llamado ''Fondo de estanque'' como vigilante de unos niños un tanto problemáticos.
Clemént Mathieu, el susodicho, observa que tienen una excelente voz, por lo que les ayuda a mudurarla de forma que lo desarrollen al máximo. Hay un alumno, Pierre Morhange, que suele marcar los solos en las canciones, las más conocidas son ''Vois sur ton chemin'' y ''Caresse sur l'ocean''. Pensé en Morhange para realizarlo, de modo que es él quien lo relata, donde expresa lo que siente en el internado.
Y he decidido ponerle este título ya que indica lo contrario, por eso me gusta.




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