Alaridos que asesinan; esperanzas que arañan
La agonía del momento diluye todas y cada una de sus ambiciones.
Ya nada importa.
Le es irelevante si su cuerpo es devorado por las ánimas,
hambrientas y con sed de sangre,
acechando en el crepúsculo
con el fin de atacar a cada alma que cree intentar escapar de una pesadilla,
escondida en...





