Tu sonríe (por si acaso)
El tiempo no pasa, nos pasa de lejos, y mientras, nosotros nos ahogamos en vasos de agua vacíos llenos de sed y de ganas. Queremos volar sin desatarnos las alas, porque nos da miedo salir de la jaula y sin embargo acariciamos sus barrotes mientras soñamos el aire, una corriente ascendente que nos lleve a la luna, donde la gravedad es menor y los problemas, quizá, menos graves.
Hablo del amor, del miedo a ser cobardes, del vértigo que producen los besos al ras del suelo, de la sensación de conocer todos los rincones del cielo, de notar dinamita en el pecho izquierdo, de querer frenar y salir corriendo.
El tiempo no pasa, nosotros pasamos, pasan las cosas, el amor pasa, el olvido es lo que no nos pasa cuando el reloj parece no avanzar, cuando nos hacemos invierno y congelamos el momento. Pero hay algo que pasa cuando pasa el amor, pasa tu caminando, yendo hacia ninguna parte y mis sueños se marchan contigo hacia cualquiera de tus sin sentidos...
Te miro, con los mismos ojos con los que me gustaria que me vieses, y es que mi mirada esconde mucho mas que besos entre las pestañas. Y ahi vas, con las manos en los bolsillos, agarrando los sueños con fuerza para que no se salgan cuando te toque echar a correr. Y la tierra parece moverse a tu ritmo para que no te canses de andar y ella seguir sintiendo cada paso que das.
No me extraña que el sol tenga cara de haber estado llorando, si las nubes te observan a ti como su mejor paisaje, y tampoco me extraña que todos los semáforos se pongan en rojo dependiendo de si vas en coche o andando, lo único que quieren es mantenerte a su lado y de echo cuando suenan lo único que hacen es silbarte a ti, pero shh... que aún no se han dado cuenta de que me hacen un favor a mi, porque así te alcanzo, y me da tiempo a sincronizar nuestros pasos, mirarte de reojo, acariciarte los labios a distancia y adivinar tu clavícula, medirla para en caso de desalojo saber si habría hueco para irme a vivir allí.
Ya he calculado que tu pecho mide 22 besos cuadrados, que en tu espalda caben 1328 arañazos y en tu cuello 63 bocados, si lo sumas da 1413 sonrisas, que me parecen pocas. Y cuando todo parece encajar, vuelcas tu carne de identidad dentro de mi corazón y vuelvo a la realidad... ¿Que qué realidad? Joder, la de que me he vuelto a enamorar de un desconocido más que desprenda tanta melancolía como un ramo de flores secas, y que, cuando gire la esquina desaparecerá de mi vida sin más... Pero es que ver lo bonito de las cosas ajenas a uno mismo es mi forma preferida de autodestrucción.
¿Y si hoy te has cruzado con el amor de tu vida y no te has dado cuenta? ¿Y si eres tu esa persona desconocida de la que se han enamorado? Tu sonríe (por si acaso)

Peke*



Comentarios
julialalalasehizoguia - hace más de 9 años
Madre mía qué bien escribes *_* Felicidades por este texto, en serio. Sobre todo el final me ha hecho pensar. Hace unos días iba tan tranquila por el súper y crucé una mirada con alguien. Nos perseguimos y al salir pitó con su coche, aparcado, al pasar (Bueno, creo que fue su amigo pero él había sentido lo mismo que yo en ese cruce de miradas) . Yo fuí un poco cobarde y de los nervios ( y el bache del idioma al estar en Alemania) no me atreví a cruzar la calle y decirle hola. Ahora me arrepiento, quizá hubiera sido alguien importante. Pero bueno, como tú dices, sonrio. Para la próxima sabré cómo actuar. Gran consejo y un texto alucinante, felicidades ^^.
atenea - hace más de 9 años
Peke. Ha sido un texto alucinante. Se me habría escapado una lágrima de no ser porque prefiero compartir risas contigo, y de no ser porque prefiero tener la vista clara para estar al tanto de si a ti se te escapa una para ayudarte a soltar una carcajada. De nuevo gracias por el texto.
airunosa - hace más de 9 años
Me ha encantado Peke, no dejes de escribir, no nos tengas tanto tiempo sin tus reflexiones.
peke* - hace más de 9 años
Gracias a las tres :)
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.