Adrenalina
No me sentía a salvo en ningún sitio. No podía dejar de pensar en lo que me iba a picar aquello. ¡No podía volver a perder! Sería la tercera vez consecutiva que perdía ese día... no lo podía permitir.
La fuente no me quedaba muy lejos, en mi mano un amenazante globo rojo lleno de agua con...






