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El Chico del Pan. Cap.4 Despedidas

Publicado por flashali el 05/08/2014 · Categorías: Humor, Sobre mí, Vacaciones, Felicidad, Mi novela, El chico del pan, THG, .lll.OMG, Flashali, Peeta-lo-Peta, Creación, Amor SC

El chico del pan

Cap.4 Despedidas

Cuando nos soltamos las manos suena el himno de Panem y los agentes de la paz nos llevan a la puerta principal del Edificio de Justicia.

Allí, nos meten a los dos en unas salas separadas.

Cuando me doy la vuelta y miro a mi alrededor, quedo fascinado. Hay sillones de terciopelo, alfombras realmente decorativas... No he visto nada más lujoso en mi vida (excepto en los anuncios del Capitolio. Eso sí que es lujoso). Me siento en un mullido sofá y espero lo que toca ahora. Los seres queridos pueden despedirse por última vez.Pero no os vayáis a pensar que nos dejan mucho tiempo, no... ¡A ver si se nos va a ir el tren!

Acaricio el terciopelo de mi asiento, me calma.

De pronto se abre la puerta, y entra mi padre, seguido de mis hermanos y mi madre. Entran cabizbajos y despacio. Pues rapidito, que son cuatro minutos nada más los que tenemos.

Después de unos segundos de silencio incómodo y miradas fijas en el suelo, mi padre habla.

-Peeta... Nunca... no queríamos pensar que esto pudiera pasar.-Dice con voz ahogada- Rezábamos porque pasase otro año más pero... ya sabes, la suerte nunca está de nuestra parte -intenta bromear con la conocida frase de Effie Trinket.-En fin. Pase lo que pase, quiero que sepas que estuvimos, estamos y estaremos muy orgullosos de ti.

Miro a mi madre, quien está mirando fijamente una de las extravagantes alfombras. No se si es que no le importa que no vaya a volver (porque, seamos sinceros: Posibilidades, lo que son posibilidades, no me sobran), o que está intentando reprimir las lágrimas. Sinceramente, me gustaría que fuese lo segundo.

Ahora habla Rye, que está haciendo su mayor esfuerzo por no romper a llorar. Debe pensar que ya bastante tengo yo como para que él se ponga a llorar como un niño pequeño. Así que se traga sus sentimientos y comienza a hablar.

-Ey... Apuesto a que vas a ganar,tienes posibilidades. Nunca has usado un arma, y todos sabemos que no eres capaz de matar una mosca. Pero, aunque no te hayan enseñado a ser tan cruel como los del 1, 2, o incluso 3 o 4, eres muy inteligente. Si eso lo combinas con tu fuerza estoy seguro de que podrás volver a casa.

Después de esto me abraza fuerte, y yo le devuelvo el gesto.

Tom no se enrolla. Me dice que confía en mí. Que vuelva por él, que si no, no tiene a nadie con quien meterse. Es adorable. No, en serio que lo es.

Se acaba el tiempo, entonces miro a mi madre. Una lágrima corre por su mejilla, aunque no me mira. No me contengo: Me levanto y la abrazo lo más fuerte que puedo. Ella no se espera este gesto, me mira sorprendida. De pronto me abraza y rompe a llorar.

-Lo siento tanto, de verdad. Perdón por haberte tratado así. No es justo. No te lo merecías-murmura entre sollozos.

Ahora soy yo el que hace su mejor esfuerzo por no salir de allí con los ojos como tomates y la nariz goteando. Sí, a veces soy un llorón. Pero, ¡es mi madre! Y es que nunca esperé nada parecido a esto de ella. Aunque se que, si vuelvo, me tratará por el estilo, me alegra ver que sabe que lo está haciendo.

-Se acabó el tiempo-anuncia un agente abriendo la puerta. Mi familia sale, y luego yo.

Veo por el pasillo como se aleja también la familia de Katniss, que es solo su madre y su hermanita. Su padre murió en un accidente de mina junto a otros mineros por una explosión. Desde entonces son pobres. No es que en el distrito 12 haya ricos (a excepción de el alcalde Undersee y su hija), pero la Veta es el barrio más pobre, donde vive mi compañera de 'suicidio' (creo que se me entiende). Si ya eran pobres antes, imagínate desde la muerte de su padre, sin dinero ni trabajo. Tengo entendido que su madre sabe medicina, pero no creo que ahora haga mucho. Está como en depresión.

Sale Katniss de la sala y veo que, como yo, también intenta no llorar. Espero que su familia se las apañe. Por lo menos mientras duren los juegos.