¿Nuestra identidad está determinada por la naturaleza, la sociedad en la que vivimos o es independiente?
A lo largo de la historia el ser humano se ha ido planteando varias cuestiones sobre todo aquello que le rodea. Reflexiona sobre esas preguntas y a veces da con una respuesta. También tenemos curiosidad hacia nosotros mismos, hacia nuestra identidad. Y al final llegamos a la conclusión de que la identidad de una persona son las ideas que nos formamos sobre quienes somos y sobre que tiene sentido para nosotros. Pero, ¿cómo se forman dichas ideas?, ¿está nuestra identidad determinada por la sociedad, la naturaleza o es completamente independiente de éstas? Sabemos que la sociedad es la unión de varios hombres para la consecución de un bien común y que el hombre como ser vivo pertenece a la naturaleza. Tras el paso de los años el concepto de identidad ha ido variando. Durante la antigüedad y la edad media se creía en una identidad de carácter metafísico y que poco a poco a partir del s. XVIII con David Hume se comenzó a pensar que la identidad es un conjunto de procesos en continuo dinamismo. Actualmente estamos sometidos a influencias de diferentes tipos, y aunque intentamos ser únicos y originales, la sociedad nos impone unas pautas que debemos seguir.
El proceso de formación de la identidad se basa en la experiencia, la influencia de la sociedad y la naturaleza. Nuestra identidad no es independiente. A lo largo de nuestra vida somos influenciados de diferentes formas. Adaptamos nuestra identidad a unos moldes que marca la sociedad en la que vivimos. Por otro lado, como dice Hume nuestra moral reside en emociones. Dependiendo de un momento, un lugar y unas u otras persona que estén a nuestro alrededor sentiremos una cosas diferentes a si estuviéramos en otro lugar. El mismo Ortega y Gasset dice que el hombre no vive para pensar, sino que vive en acción; todo su cuerpo es dinamismo.
Hay otras personas que piensan que la sociedad nos influye según nuestras características biológicas y psicológicas como es el caso de B.F.Skinner, el máximo representante del conductismo. Afirma que nuestra conducta está determinada y que no somos libres. Pero yo creo que una persona actúa según piensa y siente. Puede tener unas características biológicas que la hagan muy adecuada para realizar una acción, pero puede tener un sentimiento negativo hacia dicha acción y no la realice.
Somos empujados al escenario de la vida como actores novatos y no requerimos un guion definitivo, una finalidad última. Cada uno debe dar lo mejor de si mismo mientras vive como bien dijo Ortega y Gasset. Con esto quiero decir que tenemos que ser nosotros mismos, disfrutando al máximo dentro de la sociedad en la que vivimos. Nuestra identidad en cuanto también como somos biológicamente pero sin que ello marque nuestra identidad.
Con todo esto llegamos a la conclusión que si cambiamos de país, o de gente con la que compartimos día a día, nuestra identidad que es lo que somos puede cambiará aunque físicamente nosotros no lo hagamos.
ANA FERNÁNDEZ 1ºG



Comentarios
reino unido.f - hace más de 13 años
Hola Ana ;) Comenzaré diciendo que la presentación me parece correcta; en ella expones los interrogantes que nos hacemos y nos hemos hecho siempre, y los diferentes conceptos de identidad que se han dado a lo largo de la historia; lo cual me parece muy bien para introducirnos en el tema. También me parece muy interesante nombrar a diferentes autores, puesto que ello le da peso a los diferentes argumentos; aunque en alguna ocasión, desde mi forma de ver, se desvían un poco del tema propuesto. Por último, decir que están diferenciadas las distintas partes de una disertación, y que se entiende en todo momento la opinión que quiere transmitir. ¡Buen trabajo! ;) MARIO FLORES HERRERA 1ºF
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