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5 horas para un post (5A PARTE)

Publicado por spidrmancoy el 03/06/2013 · Categorías: Creación

5 horas para un post (por spidrmancoy)

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Sabía mi punto débil: mi miedo a la oscuridad. Las gomas intentaron abalanzarse sobre mí para que no viera nada pero el no haberse duchado en un mes y el que te huela el aliento es un arma letal. Una goma se acercó a medio metro de mí y se desintegró. Así que, si queréis quedar conmigo, llevaos desinfectante y pinchaos la vacuna del tétanos, de la malaria, de la buenaria y de todo eso...

Bueno, la mala leche de Laley también ayudó. La ordeñé, y le saqué su mala leche, y con su otra mala leche me dio una coz que me mandó disparado por los aires. Eché la leche a las gomas y, a los pocos segundos, se desvanecieron.

Me propuse dibujar una máquina del tiempo, aunque sabía para ello hacia falta mucho esfuerzo, tiempo y trabajo (¿ os he dicho que dibujo fatal? pues ya lo sabéis)

Entre explosión y explosión, al fin conseguí terminar mi proyecto. Viajé al siglo XXII, y allí conocí a Doraemon, y.... Eso también es otra historia.

Pero antes de eso viajé al pasado, en una época donde todavía existían los dinosaurios, hace unos 3500 millones de años. Estaba en un valle, el momento preciso de su extinción.

Por fin podría terminar mi trabajo de Naturales. Dibujé un cuaderno y un lápiz, pero esta vez normales, para tomar notas de todos los ruidos, colores, olores y movimientos que escuchaba, veía, olía o sentía.

Había comido judías. Y ya sabéis lo que pasa cuando se comen judías... Todos los dinosaurios de la Tierra estaban en aquel valle: el pterodáctilo, el Tyranosaurus rex, el abrictosaurus, el abrosaurus, el apatosaurus, y muchos dinosaurios más que no me da tiempo a copiar de la Wikipe.. que no me acuerdo, vamos.

Una ventosidad, dicho finamente, escapó de mí. Lo intenté contener, os lo juro, pero no pude. Y a partir de ahí, una detrás de otra, hasta que se formó una enorme y maloliente nube de color verdáceo. Esto era "La Peste Verde", aún más mortífera que la Peste Negra de hace unos siglos.

Ni los dinosaurios más pesados, ni los más fuertes, ni los más ágiles, ni los más veloces, se escaparon de aquella mortífera nube. Pero claro, yo ya estaba acostumbrado. Las páginas de mi cuaderno normal se desintegraron, y con el lápiz lo mismo. Por suerte, el cuaderno mágico estaba a salvo, en mi mochila.

Y así se explica la extinción de los dinosaurios. Quería saber más cosas, por ejemplo: cómo se separaron los continentes

Así que me fui al futuro del pasado en el que me encontraba, que seguía perteneciendo al pasado del presente actual, ¿ME ENTENDÉIS? Da igual.

Dibujé un teletransportador y me fui al espacio. Allí vi todos los continentes, encajando a la perfección unos sobre otros, formando lo que se conocía, se conoce y se conocerá como Pangea.

Dibujé un reloj del tiempo e hice que cada segundo que pasara fuera como medio siglo en la realidad. Así, poco a poco, podría ver cómo se iban separando los continentes.

Un meteorito estaba a punto de chocar contra la Tierra, y no sabía que hacer. ¿Correr? No podía, no había gravedad. ¿Saltar? No me servía de nada ¿Gritar? Nadie me oiría ¿Estornudar? Pues eso hice: expelí (expulsé para los incultos) una mezcla entre mocos, bacterias y organismos unicelulares hacia al exterior. Me atraganté y el chicle que tenía en la boca también salió a parar al meteorito.

Así que, una roca a 350 km/h con mocos, bacterias organismos unicelulares, chicle... ¿Qué más faltaba? Pues que el meteorito impactara. Así que, en cuestión de segundos, el meteorito cayó sobre toda la Tierra. El chicle, los mocos, las bacterias y los organismos unicelulares se impregnaron sobre todo el meteorito, y la presión que estos ejercían junto con el peso del meteorito hicieron que se foramran varias grietas y terremotos. No lo entiendo ni yo, así que...

Bueno, ya tenía el trabajo para subir nota en Naturales. Tenía todo a mi alcance. ¿Qué podía pasar? La maldita Ley de Murphy se aplicó:

" La tostada siempre se cae por el lado de la mantequilla" ¡Ah, no, que esa no es!

" Si algo puede salir mal saldrá mal" <-- Y claro, como cualquier cosa, esto podía salir mal.

Aparecieron varios números y letras en la máquina que cambiaban a una velocidad disparatada: 018457458390234o0234u83468945ui934enmkfdsefweru8o58905238528925

Sabía que algo andaba mal... ¿ Sería jkloiiyhnnkkhyuioojhgsfuijhg.virus? No, ya le había derrotado hace tiempo. ¿Entonces, qué era? ¿Las gomas? No, también estaban acabadas.

Era jkloiiyhnnkkhyuioojhgsfuijhg.virus , el hermano mayor de jkloiiyhnnkkhyuioojhgsfuijhg.virus.

Había infectado mi máquina del tiempo, y ahora iba de un siglo para otro sin rumbo fijo, de izquierda a derecha, de arriba abajo surcando el espacio- tiempo. ¡Qué poesía!

Mmm.... perdón. Aparecí en Divinópolis (Brasil) en el año 3013. Un milenio después. No habían cambiado mucho las cosas.. Al contrario, todo era como debía ser: los monos gobernaban el mundo, los coches volaban, la energía eléctrica se sacaba de las conexiones cerebrales de los humanos, los monos hablaban... ¿La pena? No había teles.

¡ Ni una sola tele! Lo que si había era monos- ninja y karatekas. Ni el mismísimo Chuck Norris era capaz de destruirlos. Dibujé una capa para ser invisible, pero, mi cuaderno ya no tenía efecto, y la mano se me estaba cansando. Estaba sudando, pues por el calentamiento global había una temperatura de 62ºC. Poquito...

Estaba tranquilo. Después de la paliza, me curé las heridas, parpadeé, y cuando abrí los ojos:

¡SOCORRO0O0O0O0O0O0O0OOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Continuará...

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