Ansiedad (experiencia personal)

Recuerdo que aquellos días se me hacían interminables. Me examinaba compulsivamente, lamentándome y obsesionándome con algo imposible, no cometer errores. Eso en sí mismo fue un gran error, pero perdí el norte... y creo que el resto de los puntos cardinales.
Aún me sorprende mi actitud de dar tanta importancia a las cosas que no la tienen, o sí, pero no la que yo le daba.
No quería hacer nada, levantarme para mí era un suplicio y cada vez que me iba a la cama pensaba en que ya por fin había pasado el día, que ya quedaba menos para algún día encontrarme mejor. En ese tiempo el miedo a no poder dormir era lo que me quitaba el sueño.
Pensamientos negativos, arrolladores, que recorrían cada rincón de mi mente y corazón descolocándolo todo.
Tardar cuatro horas para hacer algo que de encontrarme bien hubiera tardado media, por falta de concentración, por cansancio... Suspender por bloquearte, bloquearte por suspender, sentirte incapaz, como si se te hubiera olvidado todo lo que sabes hacer, quién eres...
Ir al psicólogo, escribir y decir tonterías, sentir nostalgia por la infancia, que todo te importe y que te examinen de la canción del Titanic con la flauta y que escucharla te entristezca aún más. O además, para entretenerme un rato verme la parte uno de una saga de películas que veía cuando era pequeño y que muera la madre del protagonista. Por eso nunca aparecía en las siguientes películas, pero hasta ese momento acompañado de su música correspondiente me hizo tener que quitar la peli, y tener más ganas de dormir.
Estaba pendiente del reloj, obsesionado, observando cómo pasaba cada minuto.
Temía estar en esa situación siempre, que ya no pudiera estar agusto, disfrutar de las cosas.
Al estudiar, repetía la teoría, pero se quedaba en las cuerdas vocales, no pasaba a mi cerebro. Realmente, no prestaba atención a casi nada de lo que hacía. Me fui a un sitio en el que tenía que ir formal con zapatillas deportivas... Y de los nervios, me dolía muchísimo el estómago, por lo que el malestar era físico además de emocional.
No podía reprimirme, lloraba hasta que me doliera la cabeza. Vi más documentales en aquella época que en toda mi vida, era lo único sano que echaban por la tele mientras no podía dormir. También me vi los informativos de primera mañana.
Una mujer le decía a mi madre: 'qué joven es para estar así' Yo tenía doce años la primera vez que me pasó, y estaba bastante asustado, no sabía lo que me estaba pasando. Lo gracioso es que estaba en las fiestas de mi pueblo, tan agusto, cuando me empezó a ocurrir. No había fuente de estrés aparente, ni siquiera habían comenzado las clases. Seguramente serían las hormonas, cambios de la adolescencia.
La música también me ha ayudado. Antes sólo escuchaba lo que sonara en la radio. Ahora tengo más de mil canciones en el móvil, conozco mis gustos y no vivo sin ella.
Y para entrar en el circo de la vida y no caer en el intento hay que tener equilibrio. No caí desde mucha altura, pero ahora tengo colchonetas. Mucho mejor.
Me preocupaba sacarme la ESO en esos momentos, bueno, hasta casi respirar me preocupaba. Y ahora estoy en Bachillerato, y veo que mis miedos... bueno, eran sólo eso, miedos, sin fundamento. A medida que me fui encontrando mejor, me puse al día en poco tiempo.
Técnicas de relajación, libros de autoayuda... Un día en Educación Física coincidió que en el temario entraban las técnicas de relajación y lo hicimos, justo cuando más lo necesitaba. Se me pasó volando. Incluso se lo dije a mi tutora para que lo tuviera en cuenta y que si podía no me preguntara nada durante unos días, porque no estaba en situación, y ella se ofreció a un día quedarse a séptima hora y ayudarme a relajarme. No se me olvida, el apoyo de mi familia y de la gente de mi alrededor fue estupendo.
Sé que en otros momentos de mi vida me sentiré mal, y puede que me cueste dormir o uqe tenga muchos nervios. Pero estoy seguro de que he madurado, que ya me preocuparé por lo verdaderamente importante, y no daré vueltas a cosas que no merecen la pena.
La ansiedad viene de ansia, lo quería todo y lo quería ya.
Además de la música, el deporte me ayudó un montón, sobre todo el que hacíamos en Educación Física, porque las tardes ya tenía bastante con hacer los deberes que me ocupaban mucho tiempo y otros días no tenía ni ganas de salir. Jugar al baloncesto y a pesar de haber dormido poco, correr como nunca y ser el único que no se paraba de mi equipo, y del contrario. De ser bueno no presumo, porque no lo soy, pero de ser constante y tenaz sí.
Esto de la ansiedad me ha pasado cuatro o cinco veces, empezando con doce años y ya hace más de uno que no me pasa. Tampoco tengo planes de que me vuelva a pasar, jaja. Lo que os he contado ha sido una combinación de recuerdos de esos días, a veces me duraba sólo una semana, pero alguna vez me ha durado incluso un mes. Es poco tiempo, realmente, pero se hace eterno.
No sé si habré hecho algún post sobre esto, no me suena, pero como escribo tanto... (demasiado a veces)
Gracias por leerme, si habéis llegado hasta aquí (y si no también), de verdad que necesitaba contároslo, así me conocéis un poco más, y aunque trate de hacer mis post con humor, también he tenido mis momentillos.
Me gustaría saber si habéis pasado por algo similar (momentos de estrés, insomnio, tristeza...)
¡Me despido, o lo que es lo mismo, dimito! (esto último a lo mejor no lo pilláis, es normal)



Comentarios
javiolonchelo13 - hace más de 8 años
Nunca he tenido episodios de ansiedad, pero supongo que será como me siento yo en semana de exámenes, pero a lo bestia y prolongado :'v Aunque sí que recuerdo que tenía episodios de ira. A veces por nada en concreto, por estar un poco agobiado. Otras veces, por gente... ¿tóxica? Tal vez era más parecido a un brote de alergia de primavera que a ser tóxica. Pero meh, hace mucho que no me suceden, como a ti. En ese aspecto más o menos, podría decir que te entiendo :D
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