La Familia Paracuellos-Parte 3
<< Lee el capítulo 2 | Lee el capítulo 4 >>
"Este dispositivo permite detectar y localizar cualquier tipo de gomitas: rojas, naranjas, amarillas fosforescentes, verdes sin fosforear, grandes, pequeñas, gigantes, enteras, rotas, desgastadas, mordidas, chupadas, masticadas, tragadas, vomitadas, en fin, muchas. Introduzca color, tamaño y descripción de cada gomita (si no introduce ningún parámero se buscará y localizará la/s gomitas más cercanas a su posición actual), pulse "OK" y deje que la máquina se ocupe del asunto."
Mi padre hizo una llamada haciéndose pasar por un futbolista brasileño y consiguió la mitad de su fortuna para nuestra investigación. Compramos un ordenador cuántico que nos costó prácticamente todo el dinero. Pero mereció la pena. Procesando todos los datos y obteniendo otros de hackear organismos internacionales, obtuvimos una dirección:
Paseo de la Marina, 69
Entre mi abuelo Lolo y mi madre, conseguimos elaborar un plano a escala del recorrido por el que teníamos que pasar para llegar a nuestro destino. No teníamos ni idea de qué habría allí, ni siquiera cuando llegamos.
Era una mansión de tres plantas, sin ningún nombre escrito en el buzón, muy oscura, lujosa y tétrica. Llamé al timbre. Una mujer de unos 60 años me recibió y me invitó a pasar. Yo acepté, a cambio de ir con mi madre. Ella me dijo que el asunto era de tanta importancia que sólo podía ir yo. Tras consultarlo con mi familia, entré.
Las paredes estaban exageradamente decoradas, muchos cuadros de gente muy noble y elegante, además de robots inteligentes que realizaban múltiples tareas, desde hacer un sandwich cilíndrico hasta escribir una tesis doctoral sobre la homeopatía.



Comentarios
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.