La Draconiana
Bueno, esta es la historia que tanto me ha costado escribir y que espero que os guste:
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La draconiana
Ocurrió en un instituto, voy a contar la historia de mi vida. Todo comenzó cuando un dÃa yendo a clase, me crucé con un chico bastante atlético, que vestÃa bastante bien, él tenÃa un lunar en la frente, entre ceja y ceja igual que yo. Me resultó extraño, pero no lo pensé durante todo el dÃa hasta que al dÃa siguiente ocurrió lo mismo, me resultó igual de extraño, pero pensé que probablemente iba al colegio que habÃa tres calles más allá. No sospeché nada de lo que se me iba a venir encima hasta que una semana más tarde me fijé en que cuando nos cruzábamos, él se daba la vuelta y cuando me miraba le brillaba el lunar, como si fuera un rubà azul. Me quede petrificada, estuve toda la mañana pensando en él, ¡No me lo podÃa sacar de la cabeza!
Cuando llegué a casa intenté hacer que pareciera un dÃa normal, lo cual conseguà hasta las seis de la tarde.
No podÃa creer que estuviera allÃ, cruzando el umbral de la puerta de mi casa, hablando con mi padre como si le conociera de toda la vida. Yo estaba en medio de la escalera, bajando para ver a la persona que acababa de llegar, no me podÃa mover, y esos tres segundos de pensamientos se me hicieron eternos.
Cuando él me vio se le volvió a iluminar el lunar y mi padre sonrió, no lo comprendà hasta que me dijo que bajara. Cuando ya estaba abajo vi mi reflejo en el espejo que estaba al lado de la puerta de entrada, me fijé en que a mi también se me habÃa iluminado el lunar, igual que a él, como un rubà de color verde. No era un rubÃ, sino una esmeralda, no me lo podÃa creer, pero mi padre me cogió del brazo y me llevó a la cocina, a donde también habÃa conducido al chico.
Entonces él comenzó extendiendo la mano y diciendo:
-Me llama Alejandro.
-Encantada, yo me llamo SofÃa.-Contesté estrechando su mano e intentando sonreÃr lo más naturalmente posible, sin mucho éxito.
Mi padre comenzó a hablar:
-Verás cariño, él es Alejandro, el hijo de un amigo de tu padre.
-¡Pero tú eres mi padre!-Le corté, entonces Alejandro se excusó.
-Verás SofÃa, tu padre no es él, él solo es un guardián que te adoptó para que no te mataran e intentar que a tu padre no le hicieran daño.-Yo no me podÃa creer lo que me estaba diciendo, pero no le interrumpÃ.-Y por eso he venido, para contarte la realidad sobre tu existencia y pedirte que me dejes ayudarte a entrenar para lo que puede que venga en un futuro no muy lejano.-Yo no le habÃa interrumpido, no por no tener preguntas, sino porque no podÃa moverme, no podÃa articular palabra y mucho menos pensar en como formular una pregunta.
Entonces mi padre preguntó.
-¿Estás bien SofÃa?-Yo no sabÃa que contestar, asà es que me decidà a simplemente asentir.
Mi padre o el supuesto guardián, le preguntó a Alejandro si querÃa quedarse a cenar y él contestó que estarÃa bien, para asà ir planificando como iban a ser los entrenamientos y asà conocerme mejor.
La cena no me hizo mucha gracia, pero transcurrió sin peleas ni gritos, simplemente me dediqué a escuchar todo lo que se decÃan entre sà Alejandro y mi padre y a responder a lo que me preguntaban.
Cuando terminé de cenar, và que ellos también habÃan terminado, por lo que decidà recoger la mesa, pero cuando fui a recoger el plato de Alejandro, me cogió a mano y me pidió que le dejara ayudarme, como insistió le dejé, dejamos a mi padre solo en el comedor hablando por el móvil, porque le habÃan llamado del trabajo, asà que cuando llegamos a la cocina, Alejandro me preguntó.
-Todo esto te parece un locura. ¿Verdad?-Entonces le miré y nuestras miradas se cruzaron, y me puse roja, no sabÃa porque, simplemente cuando me di cuenta de ello, me morÃa de vergüenza.
-Si, pero solo un poco.-Entonces él sonrió de forma sarcástica, y me puse a aún más roja, no sabÃa que hacer para que se me pasara, y él no dejaba de mirarme intentando averiguar en lo que estaba pensando, asà que como no lo consiguió, me preguntó:
-¿En qué estás pensando?-Me puse aún más roja, porque no sabÃa que contestarle, lo único en lo que estaba pensando era en lo nerviosa que me ponÃa que se dedicara a mirarme con esos ojos marrones que tenÃa, asà que me defendà con una pregunta:
-¿Cuántos años tienes?
-Los mismos que tú.-Respondió. Eso me puso aún más nerviosa, a pesar de que notaba que ya no tenÃa vergüenza de hablar con él y de saber que ya no estaba tan roja, a pesar de que me seguÃa mirando con esa mirada tan picaresca.
-¿Y cuántos años tengo yo?-Le pregunté, y me eché a reÃr , tenÃa que soltar de alguna manera todos aquellos sentimientos sin sentido.
-Tienes catorce años.-Contestó sonriendo para asà echarse a reÃr conmigo, ninguno sabÃa de que nos reÃamos, pero no estábamos riendo juntos, lo cual dignificaba que nos estábamos conociendo.
No sabÃa cuanto tiempo llevábamos asÃ, pero mi padre nos sorprendió en la cocina, y nos preguntó:
-¿De qué os reÃs?
-De nada.-Contestamos al unÃsono, y comenzamos a reÃrnos de nuevo.
Cuando la única persona en las casa que no se estaba riendo (mi padre o guardián) vio que nos empezábamos a calmar nos dio la noticia por la cual le habÃan llamado del trabajo:
-Veréis chicos, me han llamado del trabajo y me han dicho que ha habido un problema y me temo que tengo que ir a ver si lo podemos solucionar. Por cierto Alejandro, ya sé que no necesito este trabajo, ya que soy un guardián, pero como tu padre ya te habrá contado, hay que vivir en el anonimato.
-Si, por supuesto.-Contestó Alejandro.
-Por favor, quédate aunque yo no esté, puedes estar aquà todo el tiempo que quieras, y si quieres llamar a tu padre y decirle que te quedas a dormir para que SofÃa no se quede sola puedes, ¿Vale?
-Muchas gracias, lo haré. Si a ella no le importa, claro que lo haré.
-O no, a mi no me importa, pero no me gusta quedarme sola por la noche.-Contesté, no sabÃa que decir.
-Vale muy bien, yo me voy que al final llego tarde.-Contestó mi padre mientras salÃa por la puerta, dejándonos a Alejandro y a mi solos en casa, y como al dÃa siguiente no habÃa clase, él decidió llamar a su padre y le dijo que sÃ, porque me tenÃa que proteger por si las moscas, cosa que yo no comprendÃa, ¿de que me tenÃa que proteger?.
Yo mientras tanto, recogà la mesa, y cuando terminamos decidimos ver una pelÃcula.
Puse la primera pelÃcula que encontré que no habÃa visto, sin importarme si era de miedo, amor o de aventuras.
Resultó ser de miedo, bastante realista. Cuando terminó, decidimos dormir en el sofá cama del salón porque ninguno se atrevÃa a subir arriba a por unos pijamas y yo mucho menos a dormir arriba y sola.
Cuando ya habÃamos preparado el sofá cama, sin pensar en nada, encendà la luz de la escalera, subà arriba y cogà un pijama para mi y otro para Alejandro, cuando llegue abajo, él estaba a cuadros, y me preguntó:
-¿Cómo lo has hecho?-Entonces me di cuenta de lo que habÃa hecho, el miedo me comÃa por dentro, y salà corriendo hacia él, le abracé con todas mis fuerzas, y él me devolvió el abrazo, hasta que me di cuenta de que no era ningún familiar mÃo ni una de mis mejores amigas, sino que solo era él.
Me solté de él a toda prisa poniéndome roja y él dijo:
-¿Qué pasa?
-Nada, no sé, es que esta mañana, era una chica normal menos porque hoy, si que vi como te girabas y te brillaba el lunar, y ahora, no sé ni siquiera si soy una chica, porque resulta que el padre al que tenÃa como padre no lo es y todavÃa no sé ni quién eres tú cuando hace un momento estaba abrazada a ti.
-Bueno, pues teniendo en cuenta la cantidad de dudas que tienes, pregunta.-Respondió, no le corté, porque tenÃa bastante sueño y tenÃa dudas, pero no sabÃa como saciarlas.
-Pues..., no sé, tengo sueño y yo no me voy a ir a dormir sola arriba.-Dije cruzándome de brazos, pensando en qué podÃa preguntar, entonces se me ocurrió una pregunta muy global pero difÃcil de contestar que seguramente saciarÃa muchas preguntas:-¿Y de que va eso de los guardianes y que si tu padre y el mÃo...?
-Haber, todo esto se remonta a hace unos cuantos años, solo 1000 años.-Nos empezamos a reÃr, lo dijo con tal cantidad de ironÃa que era imposible no reÃrse, pero continuó mientras nos sentábamos.-Bueno, hace más de 1000 años, los dragones vivÃan aquÃ, con los humanos, todo era súper bonito hasta que unos cuantos dragones a los que no les gustaba convivir con los humanos se rebelaron contra todos los demás, hubo unas cuantas guerras, y ganamos nosotros, los dragones 'buenos', un antepasado tuyo, era un guardián, como tu padre, pero el que está trabajado, no el de verdad, estaba al lado del dragón jefe cuando murió y le dejó su alma, en su corazón antes de morir.
-Haber, no lo entiendo, ¿habÃa dragones conviviendo con los humanos y uno de mis antepasados tenÃa dentro a un dragón?-Le corté, no entendÃa nada.
-Si pero no, un antepasado tuyo estaba presente cuando el dragón jefe murió para asà poder usar sus últimas fuerzas en terminar de encerrar bajo tierra al Neigro Supremo, para que dejara tranquilo el planeta y asà poder reorganizarlo todo.
-Vale, pero ¿cómo consiguió el dragón meter su alma en el corazón de mi antepasado?-Volvà a preguntar, ya que comencé a entender lo que me decÃa.
-Pues porque el alma de un dragón está en la gema que tiene en la frente, al igual que los humanos la tenemos en el corazón, consiguió trasladar su alma con un hechizo muy poderoso.-Me respondió.
-Qué bien, y eso qué tiene que ver conmigo.-Estaba perpleja, no sabÃa que decir, asà que él continuó para asà saciar todas mis dudas:
-Porque cuando tu antepasado dejó que el dragón jefe reposara en su corazón, sentenció a toda su futura familia, ya que cuando la persona que alberga en su interior a un dragón cuando tiene un hijo, el alma del dragón pasa a reposar en el corazón del niño para asà pasar de generación en generación y mantenerse siempre vivo. Lo que significa que tanto tú como yo tenemos a un dragón durmiendo en nuestro interior.
-¿Y por qué me brilla el lunar cuando te veo?
-Porque todavÃa no puedes controlarlo, yo contigo tampoco puedo controlarlo, porque eres superior a mi. Al igual que si se presenta un momento en el que tu vida corre peligro, vas a tener poderes, y podrás volar. Y si consigues controlar de tal manera tus poderes que llegan a su máximo esplendor, podrás convertirte en un dragón, el más poderoso de todos, ya que el que albergas en tu interior es al dragón más poderoso de todos, tu tienes poderes mentales y puede que también fÃsicos, yo en cambio solo tengo el uso de mi fuerza y el echo de que puedo leer la mente mientras que tú no.-Se burló de mi, y nos echamos a reÃr.
Entonces, alguien entró por la puerta y Alejandro se alteró y se levantó muy deprisa, y empezó a brillarle la gema, yo no sabÃa que hacer, y entonces me di cuenta de que sentÃa una irradiación de calor, una energÃa calorÃfica se desprendÃa de mi frente, la gema que tenÃa en la frente volvÃa a brillar.
Entonces, entró por la puerta el guardián, no sé a quién esperaban Alejandro y mi gema, teniendo en cuenta que se puso a brillar como una loca.
Cuando el guardián se dio cuenta de la posición en la que estaba Alejandro y la cara de susto que tenÃa yo, pidió perdón por no haber avisado antes y preguntó:
-¿Qué pasa que todavÃa no estáis dormidos?
-No podÃamos dormir y yo he estado preguntándole el porque de todo este lÃo.-Contesté para exculparnos a los dos.
Al dÃa siguiente, nos levantamos un poco más tarde de lo normal, y comenzamos a entrenar, para poder estar bien fÃsicamente y mentalmente para la batalla, cuando llegó el lunes, el guardián llamó al instituto para decir que no iba a poder ir a clase durante una o dos semanas, esas dos semanas se me pasaron en seguida, ya que los tres nos dedicamos a hacer mucho deporte, lo cual no me costó mucho por era una chica atlética y a la que le gustaba hacer deporte, y a leer libros muy aburridos sobre dragones y cosas asÃ. Lo más sencillo eran leer libros de aventuras y hacer abdominales, en cambio leer libros de historia draconiana y hacer flexiones, un dÃa me dijeron que la tierra en la que vivÃan antes los dragones se llamaba draconia, lo que significaba que era draconiana, cuando pronunciaron ese nombre, la gema de mi frente comenzó a brillar, todavÃa no sabÃa controlar su brillo, pero en ese momento Alejandro me pidió que pensara con todas mis fuerzas que levantaba un poco el sillón, hice caso y lo conseguÃ, me puse a gritar como loca, no me lo podÃa creer.
Al dÃa siguiente decidimos irnos al campo para asà poder intentar volar, lo que resultó agradable, a pesar de que solo me elevé unos metros y me desplacé un poco en un claro que habÃa entre los pinos, mis alas eran preciosas, quizá un poco transparentes, pero azuladas con destellos dorados y verdes, a pesar de que mi gema fuera verde, las alas no tenÃan porque ser del mismo color, como con las de Alejandro, su gema era azul y sus alas en cambio tenÃan destellos rosas con una base más firme que la mÃa de color plata.
Un mes más tarde, ya sabÃa volar perfectamente, podÃa levantar cosas muy pesadas y estrujarlas en el aire, Alejandro tenÃa bastante fuerza, y ya no me preguntaba en estaba pensando, por que ya lo sabÃa sin necesidad de mirarme, ya que oÃa mis pensamientos, eso no me hacÃa mucha gracia, porque ya no tenÃa excusa para enfadarme con nadie y mucho menos ocultarle algo a alguien.
Dos meses después de comenzar a entrenar, empezó a haber terremotos, y el guardián nos llevó al claro en el que habÃamos estado aprendiendo a volar, nos dijo que nos preparáramos, porque el Neigro estaba a punto de salir de su celda subterránea, el sello se habÃa debilitado mucho y se podÃa romper en cualquier momento, nos prometió que se quedarÃa allà para ayudarnos si lo necesitábamos, es decir desde el principio.
De repente, se abrió una brecha en el suelo y salió una especie de dragón negro, con cola de serpiente y bastante feo, parecÃa mentira que fuera un dragón, solo se parecÃa en las escamas negras, grandes y relucientes que tenÃa por todo el cuerpo, perfectas para que por ellas corriera la sangre.
En ese momento las gemas que tenÃamos en nuestras frente se pusieron a brillar, yo simplemente decidà comenzar a volar para poder ver desde el aire el diámetro de la criatura, una vez visto, se me cayó el alma a los pies, me puse en marcha.
<¿Por qué no le lanzo un árbol?>-Pensé, entonces, en ese mismo instante me habló una voz en mi cabeza que me dijo:
-No, eso solo servirá para enfadarlo más de lo que está por lo que le hice.
-¿Quién eres?-Fue la pregunta que me salió en ese momento, a pesar de que sabÃa perfectamente de quién se trataba.
-Soy yo, ya sabes quién soy, ahora vas a hacer todo lo que te diga.-Dijo la voz, yo simplemente asentÃ, no sabÃa que decir, además estaba perpleja.
-Muy bien-continuó la voz.-ahora vas a ir a hablar con tu compañero, no vaya a ser que le hagas daño con cualquier movimiento que hagas.-Volvà a asentir y fui a hacer lo que me habÃa dicho.
Alejandro y yo quedamos en que el dragón jefe tenÃa razón, asà que trabajamos juntos, yo lo que tenÃa que hacer era levantarle del suelo y hacer un poco de fuerza para asà estrujarle un poco y no dejar que se mueva mientras Alejandro estaba volando a mi lado para asà decirme que nos convenÃa más hacer, ya que a él también le hablaba en la cabeza el dragón que albergaba en su interior, y entre los dos conseguimos hacer que el guardián no tuviera que hacer nada y meter al Neigro Supremo en el agujero del que habÃa salido y cerrarlo para que no volviera a salir, y justo cuando ya habÃamos terminado, los dos nos mareamos y nos desmayamos cayendo al suelo en un golpe en seco, cuando nos despertamos, habÃan pasado tres dÃas y no nos acordábamos de nada de lo que habÃa pasado después del mareo y la sensación de caÃda provocando un golpe.
El guardián nos lo contó todo y también nos dijo que seguramente no Ãbamos a necesitar más los poderes de dragón, pero que podÃamos seguir con nuestras vidas normales.
Los dos volvimos al colegio y estudiamos para asà poder tener un futuro a pesar de llevar en el corazón el alma de un dragón, Alejandro y yo nunca perdimos el contacto, y puede que en un futuro no muy lejano nos casemos.
Ahora que tenemos 25 años y tenemos trabajo, nos hemos comprado una casa, y quién sabe lo que prepara el futuro, ya que podemos volver a nuestros orÃgenes y conocer a más gente como nosotros.
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Comentarios
rocio_dreamcatcher - hace más de 11 años
Guau! Me acabo de leer la historia entera, y está genial!! Me gusta mucho la forma en la que escribes, clara y directa. Y la historia está súper bien ;)
the moon - hace más de 11 años
Muchas gracias Rocio, pero ya me gustarÃa a mi escribir como escribes tambien tu. ; )
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