Identidad Digital.
Durante esta semana nos han impartido conferencias acerca de la identidad digital, en las que creo que todos hemos podido reflexionar acerca del uso que hacemos de Internet, sobre todo del que hacemos de las redes sociales a las que pertenecemos. Nos hablaron de la importancia que tiene la huella que dejamos en la red, los riesgos que conlleva su uso, ya que muchas veces nos comportamos en Internet de manera imprudente, inapropiada, descuidada, alocada, inadecuada, incorrecta, equivocada, insensata, irreflexiva ( y demás adjetivos) sin sopesar las consecuencias (en este caso negativas) que ello puede acarrear a nuestro futuro.
En general, las tres charlas, me han parecido bastante interesantes, he podido así reflexionar sobre el valor que tiene nuestra identidad digital. Pero hay algo que continuamente pienso y es el hecho de que siempre se diga que hay que ‘‘cuidar’’ la identidad digital, por ejemplo no colgando fotos inadecuadas - si te has ido de fiesta y te has pasado con el alcohol y eso se ve reflejado en las fotos - por la posible ‘‘mala imagen’’ que puedas dar a los demás, a las empresas por ejemplo, que está ahora muy de moda pensar en ellas en este sentido. Estoy de acuerdo con que deberíamos ser más considerados, más prudentes en nuestro uso de Internet, principalmente en las redes sociales que utilizamos como Twitter, Facebook o Tuenti, pero no dejo de pensar que ésta es una de las razones por las que no somos nosotros mismos cuando estamos tras la pantalla del ordenador, quiero decir, que a veces en Internet se quiere aparentar lo que no se es y ¿por qué? muchas veces por el simple hecho de, como anteriormente he dicho, cuidar nuestra imagen digital. A lo mejor, volviendo al ejemplo anterior de las fotos, siendo nosotros mismos, con nuestra identidad real, las colgaríamos alegremente y nos parecería bien, no pensaríamos tanto en la imagen exterior que podríamos dar a los demás con ellas. Pero la realidad no es esa, nos importa más lo que piensen los demás de nosotros que lo que realmente somos y queremos hacer/ser. Esto me lleva a la conclusión de que para una gran mayoría lo único y más importante es cuidar el aspecto, la imagen que se da a los demás, sin tener en cuenta lo que hay más allá de eso. Porque actualmente, es muy difícil encontrarse a alguien que realmente es él mismo, y en las redes sociales es aún más complicado porque claro, por Internet… ¿realmente puedes fiarte de los datos que se ofrecen? En la mayoría de los casos la respuesta es no. Porque Internet en algunos ámbitos puede ser muy fiable – por ejemplo, investigaciones o datos científicos – pero si nos centramos en las redes sociales comprobamos que poco a poco, entre todos, vamos tejiendo una telaraña de mentiras y de falsas identidades (digitales) donde no somos nosotros mismos sino lo que los demás quieren que seamos, y probablemente donde nuestra identidad digital (falsa) se acabe convirtiendo también en nuestra identidad ‘‘real’’.
No obstante, esta pequeña crítica no va dirigida ni mucho menos a las redes sociales, sino a las personas que las utilizan indebidamente. En las conferencias que hemos recibido, se nos ha hablado sobre esta cuestión, y la conclusión es que la culpa es del uso inadecuado de las personas que navegamos por Internet y no de las redes. De hecho, gracias a estas charlas he podido comprobar que hay redes ‘‘buenas’’ – en el sentido que se preocupan por nosotros, por nuestra privacidad y seguridad en este mundo virtual - , y estoy pensando en Tuenti, concretamente en que al ser una plataforma social “privada” (funciona con un modelo por invitación, de esta forma impide el libre registro) no proporciona nuestra información personal y de esta manera no aparecen en búsquedas en navegadores de Internet.
En resumen, pienso que todo lo que hacemos en Internet va formando, poco a poco, nuestra propia identidad digital que, de una forma u otra, forma también parte de nuestra identidad real. Por esta razón, debemos cuidarla y actuar con prudencia al publicar algo en la red porque todo lo que hagamos dejará huella y afectará positiva o negativamente a nuestro futuro. Pero eso sí, no por ello hay que dejar de ser nosotros mismos perdiendo nuestra verdadera identidad.
Marina Gómez García-Bermejo



Comentarios
partyflipa - hace más de 13 años
Has señalado una contradicción de forma contundente: la contradicción entre los mensajes "no mientas" y "cuida tu imagen". Si se da la hipótesis de que tus gustos o realidad no concuerdan con lo que esperan de ti laboralmente... para cuidar tu imagen, ¡¡hay que mentir!! ¿Cómo lograr todo esto que nos piden? Esto es pensamiento crítico. Genial, muy bueno.