Mariposas Negras
¡Holi, cibers! Hoy os voy a dejar un artículo que escribí para geografía acerca de una innovadora y reivindicadora peli que nos llevo la profe a ver. ¡Además, lo ha elegido para publicarlo en la revista del insti! ¡No os la puedo recomendar más!
FICHA TÉCNICA
- AÑO: 2024
- DURACIÓN: 83 min.
- DIRECCIÓN: David Baute
- GUIÓN: Yaiza Berrocal
- PAÍSES DE PRODUCCIÓN: España y Panamá
Esta película cuenta la, para muchos, impactante historia de tres mujeres y madres luchadoras, cuyas vidas dan un verdadero giro de 180º siendo arrasadas por las consecuencias del cambio climático. Son tres víctimas, cuyas historias desgraciadamente, desde luego, no son la excepción sino la norma tras estas terribles catástrofes medioambientales. Se dirige al receptor, que cada día escucha “gente muriendo en cayucos” o “niños desnutridos en país subdesarrollado” y nos representa como unos turistas que piden apagar la televisión, pues no están escuchando un contenido agradable al tratarse de la cumbre climática en el telediario. Al igual que nosotros hacemos oídos sordos porque “no nos afecta”.
Pero, entonces ¿qué cambia? ¿qué hace diferente? La particularidad es que nos obliga a abrir los ojos a la realidad que preferimos ignorar, tal y como en la Alegoría de la Caverna de Platón. Nos hace ver y conocer vidas reales. Primero, la trama se desarrolla mediante dibujos animados, que suavizan la brutalidad de sus circunstancias al espectador, hasta que cierra tornándose de carne y hueso, aportando esa pequeña dosis de realidad y concienciación. De tal manera que las lejanas y silenciosas sombras de sufrimiento consiguen susurrarnos un reclamo de humanidad.
Aunque nos presentan tres partes del mundo muy diferentes, realmente, esa distancia es infundada, puesto que incluso estando a nuestro lado, en la calle mismamente, nuestra respuesta continúa siendo la omisión. Sin embargo, ya deberíamos ir sabiendo que el cambio climático o mejor dicho la emergencia climática no entiende de fronteras.
Pero, como venía diciendo, simplemente, es más fácil desviar la mirada. Dentro de nuestra cueva de sombras, de nuestra acolchada burbuja de confort, la vida nos parece más sencilla. Nos olvidamos de apreciar el plato de comida que tenemos cada día sobre nuestra mesa, el techo de nuestras casas, la calefacción o el agua. Olvidamos una vez más a esos abuelos que de niños nos decían: cómete las lentejas que hay niños en África muertos de hambre. Porque muchos han conocido el hambre sin tener que ir a Sudáfrica, muchos nos han comprado las chocolatinas del super que solo estábamos mirando, y muchas veces, realmente ni siquiera queríamos, muchos nos recibían con un banquete al visitarlos o sin preguntar remendaban los vaqueros rotos y desgastados por los que hasta se pagaba más dinero en el Stradivarius.
Si personalmente no somos nosotros quienes lloramos desesperados por la impotencia, no somos nosotros quienes lo perdemos todo, es muy fácil. Pero, vivimos en un mundo globalizado, en un mundo líquido, cambiante. Ya lo dijo la gran filósofa Simone de Beauvoir: -”Nunca olviden que solo hace falta una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres sean cuestionados”.
Un evidente caso es el de los talibanes en Afganistán, donde como dijo otra increíble mujer, la artista Meryl Streep: –”Un gato tiene más derechos que una mujer”–.
Si miramos con atención la película, podemos apreciar a una mujer portando un burka que la cubre por completo en la oficina de inmigración francesa, sentada en el fondo, en silencio, como un mueble. ¿El único detalle impactante? Estaba sola (o eso creemos). Esto ocurre cuando Tanit, una de las tres protagonistas, lucha por reunirse con su marido de nuevo. Sin embargo, una obsoleta, desesperante y eterna burocracia lo hace imposible.
Aunque son mujeres que coinciden en que todas tienen una vida precaria que se ve truncada por completo, no tienen nada que ver.
Mientras que Tanit debe sobrevivir con un sueldo mínimo de un trabajo agotador, alejada de su marido, sola con sus dos hijos, es la más privilegiada de las tres: no necesita andar hasta llegar a un pozo en el que excavar durante tres horas para conseguir algo de agua sucia. Tiene la oportunidad de vivir en un país del primer mundo, estar con parte de su familia, bajo un techo medianamente digno, cubriendo las necesidades básicas. Acompaña a sus niños al cole, come con ellos, pasea con ellos, está con ellos. Su vida sería un sueño para Valeria y Shaila.
En toda guerra, quienes más se ven afectados son las mujeres y los niños, a priori, puede resultarnos extraño, pues son los hombres quienes realizan el enfrentamiento bélico nacido de la ignorancia de unos pocos, y así mismo es como los primeros quedan totalmente indefensos. Y son crímenes peores puesto que no se contemplan en ningún momento, se pierden en el olvido y quedan impunes.
Esto lo vemos reflejado en dos ocasiones en la película.
Por un lado, vemos un conflicto en el cuerno de África por el control del agua. También, hacen un guiño a la explotación capitalista de otros países primermundistas sobre la extrema pobreza de estos pueblos nativos que solo empeora su situación. Mediante la construcción de un núcleo industrial de explotación petrolífera, dejan a una tribu entera sin su pozo, fruto de su esfuerzo a base de sangre, sudor y lágrimas. En consecuencia, no tienen más opción que andar hasta muy lejos y encontrarse con que otros se han aprovechado de su única fuente de agua y vida, dejándoles así sin agua en medio de una gran sequía. En base a esta necesidad, hay un mortal enfrentamiento, es la ley del más fuerte.
Puesto que Valeria antepone a sus hijos sobre todo, prudentemente huye. -La mejor guerra es la que no se pelea.- Sun Tzu, El arte de la guerra. Pero, para colmo, se ve completamente obligada a prostituirse, malvendiendo su cuerpo, salud, integridad y dignidad por sus hijos. Viviendo en unas condiciones infrahumanas en una pequeña chabola.
Por otro lado, Shaila se ve obligada a alejarse de sus raíces por una red cacil. Debiendo trabajar como interna en una lujosa casa bajo las órdenes de gente altiva, irrespetuosa y explotadora. Y no solo eso, es hasta violada por un malnacido segurata, por cuyo crimen es ella, una indefensa trabajadora, traumatizada y hasta embarazada, quien se enfrenta al castigo.
Creemos que el mundo progresa, pero la historia no hace más que repetirse. Puede que el país sea libre pero no dejará de depender de la metrópoli, puede que la esclavitud se aboliese hace años y puede que haya una declaración universal de los derechos humanos; pero, al final lo que cuentan son los actos, no las palabras.
Considero que la película hace un salto en la línea temporal porque provoca un mayor impacto en los espectadores: tú podrías ser el siguiente. Estas tres familias, a pesar de sus circunstancias, todas tenían vidas mejores hasta sus respectivas catástrofes meteorológicas. Puede que todas se encontrasen en situaciones más vulnerables que la mayoría de nosotros, sí, pero el cambio no deja de ser radical.
Solo debemos mirar unos meses atrás, recordar por un momento la terrible DANA que azotó nuestro país, que arrasó con casas, familias, vidas, pasado y futuro. Una gran catástrofe, por supuesto, pero, también, una prueba irrefutable de que los países desarrollados no nos escapamos de la emergencia climática que tanto violenta a la Madre Naturaleza. Todos los años nos encontramos ante la gota fría en la costa mediterránea, pero, evidentemente, nunca había pasado nada de tal magnitud como el pasado octubre.
De la misma manera, como nos enseña la película desde tres distintos puntos de vista, se han intensificado los cada vez más frecuentes huracanes e inundaciones en el Caribe; la desertificación y extrema sequía del África subsahariana o las sofocantes olas de calor junto a arrasadoras tormentas ciclónicas en la India.
En conclusión, cada vez hay más mariposas negras que nos anuncian un tormentoso futuro y cada vez son más tranquilamente ignoradas. ¿No somos acaso la generación de la digitalización y el cambio? Si no nos levantamos y nos decidimos todos de una vez a abrir los ojos y salir de la cueva, este será el legado maldito de nuestros hijos.



Comentarios
miss magic - hace 5 meses
amo que aprovechemos las cosas del insti para escribir por aqui jeje