Cibercorresponsales

Un terrible deseo

Publicado por coke el 10/04/2014 · Categorías: Pensamientos, Creación

Se escucha el replicar de las gotas sobre los cristales ya empapados. Las luces fluorescentes emiten su singular y mortecina luz sobre la cabeza de alumnos y profesor. Miras por la ventana y te entretienes en ver como dos gotas compiten en llegar antes hasta el marco inferior de la ventana.

Estás ya cansado, no sabes muy bien porqué, pero últimamente todo está perdiendo su sentido. La vida ya no es dulce como un caramelo, sino amarga como la piel de la naranja. Dicen que es hacerse mayor, pero crees que es algo diferente. Eres tú el diferente. Siempre lo has notado. Te gusta una música que pocos escuchan, lees libros que pocos leerían, y buscas la estabilidad entre todo este caos materialista. Sin saberlo te has convertido en lo que querías, pero en dirección contraria a la que le gustaría a la sociedad.

De pronto un ruido te saca de tus pensamientos. El timbre ha sonado y es hora de irse a casa. Coges la mochila y te desplazas lentamente bajo la lluvia hasta llegar a tu portal. Subes las escaleras y te encuentras la casa vacía. Tu madre no ha debido de llegar del trabajo. Desde que os abandonó tú padre solo hace que horas extras para manteneros. La vida te resulta tan triste que ni comer te apetece.

Te metes en tu cuarto sin ni si quiera picar algo y pones música. El sonido inunda la habitación y a ti ya tumbado en la cama. Poco a poco te hundes en un sueño salado por las lágrimas que brotan de tus ojos ya cerrados. Y piensas, que ojalá nunca despertaras, no volvieras de ese sueño de nuevo a la realidad. No pidas eso pobre mortal, pues yo, la Muerte, te puede conceder ese deseo en cualquier momento. Aprovecha la amargura de la vida para volverte fuerte y poder disfrutar de lo dulce de esta. Lo malo siempre es algo, pero la muerte, es nada.