Lo que Whatsapp se llevó
A veces no nos damos cuenta. Pensamos que siempre ganamos. Que siempre avanzamos. Que no hay nada que gane al progreso. Que el ser humano siempre camina hacia delante. Nuevas tecnologías, mucha más cercanía, menos tiempo para extrañar. Móviles que ahora a través de una pantalla te llevan con un clic a cualquier parte del mundo, con quien quiera que esté allí.
Distancia que se acorta, millas que se encojen. Sentir que el ser humano puede con todo, incluso con los kilómetros, la comunicación, la espera. Avance. Avance que se piensa que siempre va hacia más, sin mirar atrás. Avance que en teoría nunca pierde, si no que siempre mejora. Progreso, idea errónea. Avance que también deja cosas atrás en su carrera por llegar al máximo.
Empezando por lugares donde el buzón se quedó vacío, al igual que las relaciones que pasaban por él. Esperas para vivir la situación, la vida, que se vieron empequeñecidas. Y todas esas cartas contándonos la vida, atentos, sin sólo decir aquello que comíamos, lo insignificante que hacíamos en un determinado momento, hablando de tonterías, quemadas por la fugacidad del “intro” en el teclado, ahí abajo, en la esquina.
Resumir cómo nos va, nuestra historia, en cuatro líneas, olvidar ese café de la tarde y la espera por vernos. Hablar hasta el último segundo antes de por fin verte sin los ojos de una pantalla, quedarnos mudos cuando por fin estás delante, a falta de algo nuevo que contar. Olvidar los paisajes y el cielo, mirar a través de una ventana cuando viajas, cuando caminas. Perder tu alrededor por concentrarte en un aparatejo cuadrado, sin vida.
Malgastar tiempo innecesario, sólo para hablar de lo que en dos días será olvido. Poder invertir el tiempo en no sólo esa actividad, pero no hacerlo por escribir un poquito más. Cambiar noches de lectura perdidos en letras de papel, por letras sobre pantallas, fácilmente borrables y que no quedarán en nuestra memoria, al menos la mayoría.
Paradojas y contradicciones del progreso, que va hacia delante pero también hacia atrás. Herramientas que hacen conversaciones bellas e inolvidables que jamás diríamos frente a frente, pero que también crean conversaciones innecesarias. Ganar contacto con aquél ser querido que está lejos, pero decir tonterías, a veces, con el que está cerca. Aprovechar el tiempo para ganar más afinidad con alguien, pero perderlo para estar con el mundo. Concentrarse en una conversación, pero olvidar paisajes. Olvidar la espera, pero que pase todo más deprisa.
Avance y progreso que cambia, que gana, pero también pierde.



Comentarios
flashali - hace más de 11 años
Genial este post. La verdad es que lo que dices es totalmente cierto, aunque yo solo uso el Whatsapp para quedar, es más fácil que llamarse al móvil y más cómodo, o para preguntar deberes, decir cualquier tontería... La verdad que echo de menos eso de mandar cartas. Yo las mandaba cuando no había Whatsapp cuando me mudé de mi ciudad, pero ahora solo llegan facturas y propaganda a los buzones. Enhorabuena, me encanta este post :)
corcheita44 - hace más de 11 años
Me encanta, muy buena reflexión y estoy de acuerdo en todo lo que has dicho. Sinceramente, a mí me hace más ilusión ver en mi buzón una carta de un ser querido escrita hace tres días o tres semanas, con esa letra que le identifica y que significa tanto para ti, antes que un mensaje con letras regulares e idénticas, sin ninguna irregularidad que te muestre lo que la persona siente en el momento en el que lo está escribiendo. Avance, avance pero también retroceso. Me encanta tu post.
julialalala - hace más de 11 años
Gracias, me encantan vuestros comentarios :D Sólo con leerlos me animáis a seguir escribiendo :3
partyflipa - hace más de 11 años
Me ha llamado la atención concretamente eso de la espera. Nos estamos sumergiendo en un mundo de prisas en el que eso de esperar no se valora, es más, se evita. Sin embargo, esperar también tiene su función, ¿no? Esperar es también, quizá, regalarte tiempo: para pensar en esa persona, recordar algo chulo, contemplar un paisaje, descansar, relajarte, ilusionarte...
partyflipa - hace más de 11 años
¡Por cierto! ¿Conoces los movimientos de decrecimiento? Son personas que apuestan por intentar tener una vida sin prisas, sin la angustia por el desarrollo a toda costa. Dentro, por ejemplo, está el "slow food", un movimiento para retomar una comida casera y sana, hecha y comida con calma. http://es.wikipedia.org/wiki/Decrecimiento http://es.wikipedia.org/wiki/Slow_Food
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