Música escrita en vida, y vida escrita en música.
No hay nada como volver a esa música que marcó nuestros orígenes. Aquella que escuchábamos apenas haber empezado a ser unos adolescentes canijos, pequeños y sin voz que llegaban nuevos al instituto. Esa misma música que estuvo con nosotros en días bajos, en días altos y días aburridos. Esa que no dejábamos de escuchar entrada la noche o el día. No renunciábamos a ella. Eran nuestras canciones, cantadas en muchas ocasiones por ese alguien que era un todo para nosotros. Y es que chicos y chicas, en mayor o menor medida, siempre han tenido esa melodía de vida que pone voz a su niñez. Esa melodía llena de recuerdos que ahora escuchas junto con escenas de la vida, como largas noches en vela, llantos, o salidas con los amigos en las que en medio de la fiesta, sonaba esa serie de sonidos y te emocionabas.
Y qué decir del primer CD, el primer cassette o la primera radio. Un regalo universal, algo con lo que todos hemos sonreído. Porque no hay música sin vida y no hay vida sin música. Son sinónimos. Cada una con sus subidas, sus bajadas, sus tempos, sus notas. Siempre ambas acompañadas de un estribillo que marca la esencia de cada uno de nosotros.
El ser uno mismo, lo que hace la canción única.
Volver atrás, rebobinar, y todo porque esa parte nos emociona. Al igual que un recuerdo. Vida es música y música es vida.
Y quién sabrá la de momentos que acompañó cada canción. Cientos, tal vez miles. Porque tal vez la música estuvo allí en el segundo que todo ocurrió; o bien porque tiempo después de aquella vivencia , llegamos a casa, abatidos, tristes, felices, contentos, enfadados o simplemente aburridos, y buscamos en esa canción algo que tanto se parecía a aquello que sentíamos. Esa que nos apoyaba, que nos hacía sentir acompañados o entendidos, felices o tristes. Porque vida complementa a música y música complementa a vida.
Por todas esas canciones que tarareamos, el momento de ver a su autor en directo, apreciar cada nota, sentir que las tocas con las yemas de los dedos, al igual que la vida, viviéndola cada segundo como se vive una canción.
Porque música es amor y amor es música. Sentir el mismo ardor en el corazón, saber que esa serie de notas, bien en canción o bien en vida, son aquellas que te forman y te hacen seguir adelante. Que si te caes te levantas, que no hay nada que ayude más que la canción que más amas y todo lo que ella guarda.
Y si alguna vez hay algo que ame más que Música, no la compararía con Vida.




Comentarios
corcheita44 - hace más de 11 años
Amo la música, amo tus posts y amo como escribes. Haces que el mundo y la vida se vean distintos. Te das cuenta de los pequeños detalles y los aprecias. Y eso lo escribes en tus artículos y haces que todos se den cuenta también. Simplemente perfecto.
julialalala - hace más de 11 años
¡Muchas Gracias! Jope, me ha encantado tu comentario (sniff, sniff :') )
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