T con T: Ayuda a una persona increíble
Hoy encendí la televisión. Tarea difícil en los tiempos que corren, pues últimamente sólo oigo de hablar de malas noticias. Enfermedades que invaden a inocentes, personas con traje a las que se ayudó y devolvieron ese esfuerzo haciendo el mal. Nada de tranquilidad, todo hecho un lío, un rompecabezas sin solución en el que pocos se ponen de acuerdo para ordenar sus piezas. Mundo que por desgracia comienza a romperse en pedazos, a no respirar, a romper corazones. Sociedad que podría dejar de mostrar tristeza si todos pusiéramos un poco más: Un abrazo, una caricia, una empatía. Un no quitar la mirada a alguien que te pide una mano de ayuda.
Y detrás de todo aquello, indiferencia ante los de a pie. Aquellos que vivían como tú y yo, apreciaban la rutina y buscaban cumplir esos pequeños grandes sueños que la vida nos da la oportunidad de sentir, de vivir. Aquellos que un día lo perdieron todo, en muchos casos injustamente, y ahora se abrigan con cartones, luchan por una ducha y valoran todo aquello que la mayoría consideramos insuficiente. Personas como tú y yo que en un segundo dejaron todo atrás para aventurarse en el difícil mundo de la calle, de la a veces fría soledad, y de las noches al raso.
De eso me habló hoy la televisión, Televisión Española, T con T. Realidades que no vemos hasta que nos las ponen delante. Realidades que tocan el corazón, y, en concreto, personas que tocan el corazón, y que, en un momento, son tu inspiración, tu “Lo voy a dar todo”, levantarte rápidamente del sofá para escuchar.
Lorenzo era su nombre. Veintisiete años. Un año y medio en la calle. Dos años en el ejército, y posterior carrera que tuvo que dejar por falta de dinero. Persona ante todo fuerte, pero en cuya mirada se percibían gotas de dolor. Atractivo, y con una seriedad y un entendimiento de la vida que muchas personas desearían.
Y yo veía la televisión, y no hacía más que admirar cada una de sus palabras. Sílaba a sílaba entraban en mi corazón y me daban impulso para cambiar el mundo, para hacer todo lo posible por personas como aquella, o en peores situaciones. Personas que valen millones y sin embargo no tienen nada. Sociedad que no se preocupa mientras ellos caen, mientras lloran frente a cielos despejados, noches frías, en silencio, con ojos iluminados por las mismas lágrimas que ambos sentimos, paralelamente, caer sobre nuestras mejillas en aquél momento, esperando que esos sueños de volver a la belleza de una vida normal se hicieran realidad.
Impotencia que sólo puedo reflejar con palabras, con un corazón encogido pero que a la vez gana fuerzas con personas como Lorenzo. Corazón aún pequeño, de unos 17 años, reflejado en personas como él, en el increíble de Lorenzo.
Gestos a través de una pantalla, palabras, sus palabras, que no mucha gente escuchará. Que tal vez mañana serán olvidadas por muchos, pero quedarán en unos pocos que las valorarán como nadie. Que las utilizarán para dar hasta lo que no tienen por ayudar. Y personas, que aunque no puedan dar nada debido a su edad, pondrán su corazón sobre la mesa, un texto salido de él y la opción de estar allí si me necesita, o si la sociedad me necesita.
Y Lorenzo, una de las personas más valiosas de este planeta, por palabras como estas:
“Yo soy feliz con lo que tengo. Hay que aprender a apreciar lo que uno tiene. A ser feliz con uno mismo.”
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El programa fue emitido por el canal de Televisión Española durante la tarde del día 22 de octubre de 2014. Junto a Lorenzo se hallaba Amando de Miguel, otra gran persona en situaciones parecidas.
Para ofrecer ayuda (Por desgracia desconozco hasta qué fecha se puede ofrecer): tcont@rtve.es
o teléfono en página web: www.rtve.es/television/t-con-t



Comentarios
flashali - hace más de 11 años
Es precioso, y ojalá pudiese ayudarles con lo que necesitan. Lo que sí puedo hacer es valorar más las pequeñas cosas e intentar que el mundo que me rodea sea un poquito más agradable. :)
partysummer - hace más de 11 años
Me alegra que puedas ver el lado humano de las tristes historias que aparecen en la televisión. Que detrás de cada experiencia hay una persona completa en dignidad, que lucha por salir adelante. Sobre el programa decir que no me gusta. Intentan apelar a la solidaridad cuando debería haber una garantía por parte del estado (que formamos y financiamos entre todos) para que estas personas no tengan que salir en la televisión a pedir ayuda, sino simplemente a explicar su historia, a demostrar que son personas y que tienen toda su dignidad y así se les reconoce. Espero haberme explicado bien.
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