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Vida

Publicado por julialalala el 29/07/2014 · Categorías: Pensamientos, Creación, Sobre mí, Cultura, Sociedad

Abres los ojos. Simple movimiento que no te lleva más de medio segundo. Todo cambia. Vuelves a sentir. Comienzas de nuevo. Algo cambia dentro de ti, algo que lleva a encontrarte, a saber que los sueños se han quedado atrás para estar en un lugar y momento determinado, en una situación.

Vivir, tener vida. Vida, no ser inerte. No ser inerte, sentir.

Sentir, pues en eso se basa la vida. Sentir felicidad, miedo, angustia, sonrisas.Sentir que te mueves, que caminas, que reaccionas. Cada día mil sensaciones, demasiados pensamientos. Meterte dentro de ti y descubrir otro mundo. Mundo a veces dulce, otras acelerado, mundo en ruinas o a veces inacabado. Ser tú el único que lo construye y a veces miles los que lo deshacen. Mundo interior y exterior que a veces no coinciden, sintiendo una cosa pero mostrándose otra. Mundo exterior del que a veces esperas más, pues solo tú no puedes montar tantos sentimientos.

Por ello, dudas respecto al material con el que se hace el camino, dudas respecto a sentir y hacia la vida. ¿Qué quiero de ella? ¿Lo conseguiré? ¿Puedo llegar a ello? Libertad que a veces se ahoga por presiones, por rapidez, por pereza. Miles de momentos que quisiéramos haber cambiado.

Y los segundos solo avanzan y el reloj se acelera, pero tú no te vas a quedar atrás. Carpe diem, dijo algún poeta muerto, explicando así que en la vida tú eres quien escoge tu camino, importándote tanto como la vida misma. Lanzarte de cabeza a por cada momento, sintiéndolo en tu pecho, como una pequeña descarga de aire frío. Vas a levantarte de golpe sin mirar atrás, pero sin agobiarte en pensar cómo caminarán tus pies. Que vivir no es pensar que el universo te mira, o que algo te debe la vida. Vivir es querer algo y conseguirlo por ti mismo, observar tú al universo. Amar tu alrededor y fijarte en detalles en los que encuentras sonrisas perdidas.

Sonrisas en las que se basa la vida, momentos con amigos, correr lejos y sentir arder tu pecho, noches en vela e idas y vueltas al trabajo. Perder el autobús y viajar lejos, conocer.Reírse de los errores y que los errores se rían de ti. Esa cena importante en la que metiste la pata, y cuando perdiste las llaves de aquél caro hotel. Progresar y sentir. Porque eso es la vida, algo que late dentro de ti. Algo que hay que vivir pese a en ocasiones sentirse encadenada a ella.

Y es que dicen por ahí, que lo triste no es morir. Lo triste es no haber vivido.

Siente, olvida los prejuicios, y sorpréndete, que así la vida se vive mejor.