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Yo Sólo Quiero Volar.

Publicado por julialalala el 14/11/2013 · Categorías: Pensamientos, Creación, Sobre mí, Sociedad

Miradas por la ventana que no son simples miradas. Miradas que ocultan deseos. Miradas que sólo quieren salir y observan el cielo. Un cielo azul, en el que todo su significado no es sólo el color, si no lo que también representa para esa mirada. Ese ansia de salir y rozarlo, que no haya límites, que no haya muros.

Miradas que atraviesan espacios, miradas que dicen pocas palabras: Quiero volar.

Volar más allá de una habitación. Volar y conocer, salir. Cambiar. Volar hacia ese cielo fuera de cuatro paredes, y sólo pretender ver un azul sin horizontes. Volar, ser como un pájaro. No mirar atrás, ir lejos. Juntar amaneceres con atardeceres, salir en vuelo e ir contra el viento.

Estas son mis ganas. Mis ganas de libertad.

Volar para olvidar preocupaciones a medida que asciendes. Volar con principio pero sin conocer fin. Sin parar a descansar. Sólo avanzar. Volar como si fuese un sueño, ese del que no nos queremos despertar. Un vuelo rápido que haces a tu medida, y que no te hacen los demás, para romper con la rutina.

Dejar atrás un mundo difícil, cuadriculado y cansado para conocer nuevos lugares. Viajar, explorar el planeta, salir de una jaula. Soñar mientras a cada golpe de aire levantas un poco más el vuelo dejando atrás los problemas, la injusticia, el estrés; cambiándote así la expresión, siendo un poco más feliz.

Volar por el camino que lleva a todo aquello cuyo final es la curva más bonita de un camino, también llamado sonrisa.

Dejar allí de vivir en blanco y negro para vivir a todo color en un lugar al que puedes llamar tuyo, lugar en el que no hay peso en tu cabeza ni malos sentimientos. Hacer lo que te gusta y vivir de ello. Olvidar las dudas e inseguridades, hijas de una sociedad que no aprende. Olvidar lo que es el miedo y lanzarte hacia esas montañas oscuras que se ven a lo lejos. Dejar a parte durante unos segundos el "todo" y centrarse en el tú para estar contigo. Poder cambiar si lo deseas.

Y seguir volando después para olvidar que te juzgan, que nada es perfecto. Levantar las alas sólo para hacer ver que ocupas un espacio, para crear tu propio mundo. Y volar y terminar volando, hasta con un último aliento, sólo  para explorar tanto que no quede terreno por conocer.

Porque es sólo volar, para olvidar estas paredes.