La diversión no se encuentra dentro de una botella

Esa época fue muy dura para nosotros. Mi hermano bebía sin parar, y mis padres no podían impedirlo. Salía de casa a escondidas para comprar varias botellas y pasar la tarde con sus amigos. A los pocos meses de empezar a beber llamaron a nuestra casa.
Preguntaron por mi padre y le pasé el teléfono. Habló largo y tendido, y al colgar, se puso a llorar.
Nos explicó que era un policía el que había llamado, y cuando terminó de contarnos toda la conversación, mi madre se desmayó. Mi hermano había sufrido un coma etílico .
Mi hermana pequeña se quedó cuidando a mi madre, y yo fui con mi padre a buscar a mi hermano. Había mucha gente rodeándolo.
Le llevamos rápidamente al hospital, y un enfermero le llevó en camilla a una habitación de la tercera planta.
Le inyectaron una medicina, y le pusieron unos tubos para que pudiera respirar artificialmente.
Nunca perdimos la esperanza. No caben en estas letras el sufrimiento ni el ansia por tenerlo con nosotros, jugando al fútbol como lo hacía antes.
¡Cuántos recuerdos! Fueron años muy duros para toda mi familia, aunque, tras largo tiempo, despertó.
No volvió a probar el alcohol en su vida, y ahora trabaja en una organización que enseña a los jóvenes que la diversión no se encuentra dentro de una botella.



Comentarios
akioni - hace más de 11 años
Ffffff.... sin palabras... eso es despertar completamente, gracias por compartirlo, me ha tocado el corazoncito me alegro muchisímo de que ya esté bien.
frutaprohibida - hace más de 11 años
que bonito me encanta que bien que haya acabado asi muy buen post!!
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