Viento de carbón
Aún humeaban algunas casas en la negra ciudad que se alzaba ante mis ojos. El ambiente tenía el peculiar olor del fuego, que se me pegaba en la nariz y no me dejaba casi respirar. Silencio. Mi cabeza no podía imaginar el presenciar la tragedia. Seguí caminando, por las carreteras repletas de...




