Marionetas.
Abro los ojos…
Borro cualquier recuerdo que maltrate a mi mente…
Inerte en el suelo, mis manos sangran más que todas estas miradas desconsoladas, observando la fisura que parte en dos mi alma; dulces bestias que me arrancan la piel sin demora. Ya no quedan palabras en este mundo que puedan describir el sentimiento de desgarro, el dolor congelado que dejaste colgado en el abismo, ese que anida en mi cuerpo.
¿Por qué aun me mantienen pegada al suelo con puñaladas como clavos? Bestias feroces que alimentan su sed con la sangre de mis dedos, tinta sustituida por este líquido espeso que se derrama en las baldosas del suelo, perfectos cuadrados llenos de sufrimiento.
Presa en el suelo, atada por la incomprensión de vosotras; pequeñas marionetas de madera que bailáis encima de un escenario llamado vida, vigiladas por espectadores que aplauden y sonríen bajo la presión de una pistola que les presiona la sesera.
Decidme, vosotras que bailáis movidas por cuatro cuerdas manejadas por aquellos que no quieren ensuciarse las manos. Explicadme, diminutas criaturas incompletas, vosotras que no podéis sentir la presencia del surco que vuestro pecho embraga, ¿por qué no entendéis este gran presentimiento?
Niños de madera que me persiguen por haber roto estos cuatro hilos, llorando la felicidad de aquel hueco atestado por un corazón latente entre llamaradas y lágrimas, un corazón vivo; una mirada enloquecida gracias a su sonrisa, dos manos que encajan como un engranaje. Sí, es la pieza clave que mantiene en funcionamiento la maquinaria de estos dos corazones y vosotros, ingenieros de la razón e inexpertos del amor, no podéis entender su funcionamiento.
Decidme pues, cómo vais a encontrar entre las llamas vuestro engranaje perfecto si no sois capaces de sustituir vuestros trozos de madera por una piel perdida, una túnica llamada humanidad que disfraza el odio en ternura y esconde el egoísmo en solidaridad. ¿Acaso nacisteis de un árbol o vuestro origen ha quedado en el olvido, en un barranco de sueños dispersados en el espacio?
Vosotros…
Estancados en el tiempo, manipulados y engañados…
Piezas de madera que seguirán bailando…




Comentarios
atenea - hace más de 11 años
Seguid bailando..
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